Saturday, September 15, 2007

104.- Antropoptero.



un par de meses estubo Selide en tratamiento hasta que se recuperó, y un año despues llegó la noticia mas grandiosa de todas, Selide y Silca dejaron de estar en estado de compromiso restringido y pasaron a formalizar su relacion a noviasgo.
La ahora ilustre pareja fue el centro de atención, el pueblo del valle del río Grecial trataba a Selide como el mas ilustre personaje lo cual era bastante agradable, Rada, Germa y Wolfro regresaron a Ambicii.
A la llegada del matrimonio de Selide el pueblo entero fue revolucionado, gentes de las mas diveras partes llegaron, el mismo rey de Borga quiso estar presente, junto con su Hija Carbionette y su yerno Iter, los cuidados fueron muchos, Berlem con su esposa Escandia yt varios cientificos del norte, la badia casi completa de Famekno, y todo tipo de personas, lanto se puso uno de los trajes mas llamativos que pudo tener, ese dia el valle estaba lleno, la ceremonia se hizo en el mismo templo donde habian velado al padre de Selide, el matrimonio hermozo, aquel dia Selide se comprmetió de por vida a estar con Silca, y silca a estar con Selide.
La fiesta fue una de las mas grandes recordadas en aquel pinturesco valle.
En el mundo se pueden ver muchas cosas, muchas de ellas son extrañas e increibles, pero desde entonces el tener un hijo con alas no fue una de ellas. La familia Jol fue una de las mas grandes y prosperas, así fue que se hizo famoso uno de los personajes mas particulares de este mundo, asi fue como ganó la felicidad quien parecía no poder tenerla, y fue com,o este personaje le trajo mucha prosperidad al valle las ageneraciones pasaron pero Selide nunca fue olvidado hasta el punto en que años mas tardes el valle del río Grecial por fin tubo un nombre y fue denominado valle “Regö” en honor a dos de sus personajes mas ilustres, Wazer Regö, quien fue la primera persona en dar la vuelta al mundo, y Selide Jol Regö su nieto.
Sobre su plaza construyeron una estatua replica de la que una vez Selide vio en una alejada calñle de Ambicci y en otra esquina de plaza, una de un niño con alas extendidas mirando el cielo, y a los pies tallado en metal “las alas son para volar”
103.- la otra caída



la luz del sol entraba timidamente a travez de la ventana, cuyos rayos calentaban el ambiente lentamente, su luz molestaba la retina de los ojos de Selide, acostumbrados ya a la oscuridad de estar cerrados, la conciencia despertaba de su letargo con sus incomodidades.
- no te esfuerces mucho Selide.- dijio una voz familiar.
Aquel acento peculiar era tan unico que no podía olvidar.
- ¿Molieb? ¿eres tu?- preguntó emocionado Selide, con una voz gastada, casi como si no fuera la propia.
- Si soy yo.- respondiói la voz.
Poco a poco los ojos se acostumbraban a la luz y podía bver la silueta monocromatica frente a el.
Trató de mover las alas, pero un subito dolor detubo dicha accion.
- no lo intentes.
- ¿que me pasó?
- A parte de ytener un duelo formidable en el cielo visto por cientos de personas y caer en un lago con una peligrosa acrobacia; yo creo que estas mucho mejor que cuanto se pudiera esperar, solo cinco costillas rotas, tu ala derecha fracturada en tres partes al igual que tu pierna izquierda, tu brazo derecho solo en dos ahí tubiste suerte, y tu ala izquierda... hicimosd una operacion experimental esperemos funcione.
La forma en que Molieb lo dijo tan tranquilo hizio asentir levemente mejor a Selide aún al escuchar tantos daños.
- ¿y Loxen?
- no te preocupes está muerto- dijo cambiando su tono un poco preocupado.
- ¿y los demas? ¿Estan bien?, Loxen habia dicho que sorbreviviría, y ¿Silca?
- Los demas en general estan bien, y a Silca... bueno ella está declarando
- ¿Declarando? ¿por que?
- No, no te preocupes, la querian encarcelar pero no creo que suceda
- ¿por que? ¿que fue lo que sucedió.

Selide y Loxen se habian elevado hacia las alturas en un vuelo que parecía erratico ante la mirada de cientos de personas, los dos sujetos se elevaron hasta casi no verse, siendo puntos en las alturas.
- espero esté bien mi hijo- murmuró la madre.
El publico miraba atonito y con dificultad hacia las alturas, el guardian que debia observar el duelo con ayuda de otros dos jovenes trataba de comprender lo que se veía en las alturas.
Hasta que pronto dos objetos calleron a unas cuadras de ahí.
Un niño fue corriendo y encontró dos zapatos que habian caido, uno sobre la celle y el otro habia quedado enredado en un árbol.
Silca reconició los zapatos y se preocuparon mas, ¿que era lo que estaba sucedioendo ahí arriba?
Entonces de la base del norte se vió como cuatrro naves se acercaban al lugar del duelo.ç
- espero no hagan nada, espero se den cuenta que estan protegidos por la ley del duelo- dijo el guardian juez a si mismo, pero lo suficientemente alto com o para que los otros escucharan.
Las cuatro maquinas voladoras quedaron dando vuelta frente al punto en el cielo y una dejó la formacion y bajó hasta la plaza donde aterrizó con mucho cuidado.
El piloto de la nave intercambió algunas palabras con el juez para luego subirse a la nave y elevarse de nuevo.
- no se preocupen- intentó tranquilizar el juez.- acabo de otorgar poderes especiales para determinar el fin del duelo en las alturas si es necesario, por lo demas no se interrumpirá y los pilotos se encargarán de eso.
La pelea se movia en el cuielo de un lado a otro al parecer movidos por el viento, hasta que sucedió algo nuevamente.
Como un rayo negró calló en medio de la plaza una espada corta negra frente casi a los pies del juez sobre una roca, con la fuerza de la caíada y la dureza de su hoja la espada se enterró hasta la empuñadura en una roca, para no volver a salir de ahí.
La espada coprta de Selide calló a unos metros en medio de la calle que por suerte no dañó a nadie de los presentes.
- si no tienen armas ¿como estan peleando?- se preguntaba todo el mundo.
- Sin armas, puede que el duelo esté por temrinar- dijo el juez.
Entonces el gritó se apoderó de todos, ya que el punto que eran ambos peleando parecía hacerse mas grande, lo que significaba que estaban perdiendo altura, tras unbos segundos se separaron en dos puntos seguidos por pos naves cada uno.
Uno de los puntos venía hacia la plaza, el otro se alejaba.

Cuando Loxen se separó de selide estaba concentrado debia bajar su metabolismo al minimo, debia estar descansado, solo tendría una posibilidad, nunca lo habia intentasdo, pero en teporía podría sobrevivir a esa altura, no era nada seguro, pero debia sobrevivirm, era el ultimo individuo de su especie.
- no moriré tan facilemente, ya verán.- se decía.- lo he comprendido, fue orgullo, mi madre tenía razón en ciertas cosas, el orgullo es el que indicaba el fin, Selide era el cuerpo perfecto, pero no debí obsecionarme, debí haber tenido un plan alternativo, dejar un hijo siquiera, siglos de sabiduría perdida por un error, un estupido error, hay m,as personas interesantes que pueden seguir, Estños por ejemplo, un personaje particular, debo sobrevivir, soy el ultimo que pude hacerlo, debo sobrevivir, no dejaré que mi especie quede fuera del juego de la evolucion, “quien no se adapta se estingue” me adaptaré mejor que cualquiera, esta bien esto ahora vendrá una era relamente oscura para todos esos hospedadores en este mundo, ya lo verán.
Entonces Loxen reacciono al pasar por una nube que habia otros a su lado.
- sobreviviré- les gritó.
Aunque fue dificil que le escucharan.
Loxen se acercó a una de las naves la cual parecía alejarse para no estrellarse.
- estupido- le gritó.
Y del interior de su chaqueta desgarrada sacó un cuhcillo, no muy grande, pero con gran precision lograría mucho; trató de lanzarlo, pero el aire en contra lo tiró hacia atras.
Eso bastó. Un intentó de provocacipon, y las naves comenzaron con el fuego.ç
Varias balas chocaron contra el cuerpo de Loxen mientras chocaba, hasta que las naves se detubieron por que etsaban por alcanzar el suelo.
Loxen extendió su chaqueta desgarrada para disminuir levemente su velocidad, pero la chaqueta por la fuerza del viento temrinó rompiendose por completo antes caer.
La gente hizo espacio, y chocó contra el suelo, tan fuerte que rebotó y se arrastró bvariosa metros.
La gente conmicionada gritaba por todos lados, y señoras se desmayaban ante lo brutal de la situacion, Loxen era casi una masa uniforme en el suelo, la cabeza sangrando se ahabia arrastrado por el suelo arrancando gran parte de su piel dejando a la vista musculos y hueso sus dos piernas giradas de forma antinatural, y su brazo izquierdo torcido como si no existiera hueso alguno en su interios.
La gente dentro de su morbo se acercó a observar mejor al sujeto, Selide entre ellos, y Silca con la cladopla de Selide en la mano.
Unas burbujas de sangre parecieron infrarse por la respiracion de Loxen, era imposible, aquella masa, seguía con vida, quizas en sus ultimos momentos, pero seguía con vida.
Su brazo derecho (el unico bueno) lo acercó hjasta su pierna, agarró un hueso de su pierna que parecía haberse desprendido de la carne circundandyte, y de un rapido movimiento se la enterró a Estños.
Aquel salvaje movimiento fue el último, Silca sin pensarlo mucho rapidamente, con la cladopla de Selide cortó la cabeza de Loxen, aquel fue el fin de su especie, el fin de uno de los mas peligrosos parasitos en la historia de la humanidad.
Silca fue enjuiciada por el asesinato de Loxen, por “intervenir en el duelo”
Aunque todos los presentes parecían apollarla, hasta los pilotos quienes habian declarado que el duelo era imposible que siguiera en el momento en que Selide y Loxen se habian separado en las alturas, pero el juicio igual debia hacerse.
Estños fue quien mas sufrió daños, la herida en su abdomen habia sido muy profunda.

Selide cuando supo lo que habia sucedido trató de pararse, lo cual no permitió Molieb, debia descansar, tenía varias semanas en que no debia levantarse.
- como fue que supiste que iba apelear- le dijo selide sorprendido, al darse cuenta de lo milagroso de que Molieb hubiera estado en aquel entonces.
- No sabía- le respondió- fue suerte, como has de saber sale a aprender tecnicas en los expertos de oriente, ahí conocí un maestro quien me enseñaría muchas cosas, con el trabajaba, y así lo hice durante bastante tiempo, aprendiendo con la practica mas de anatomia de lo que sabía antes, y algo de cirujía, tecnicas que en estos lados parecen muy retrasados en obtener, claro cosas me enseñaste de Miceom, lo que me valió bastante, y así trabajamos en terapias experimentales, hasta que mi maestro quiso viajar a Famekno para conocer de fuente directa muchos de los conocimientos Miceom, y en eso estabamos, en la abadía de Famekno, y fue cuando la noticia de que te enfrentarias con alguien en la plaza llegó hasta mis oídos, eres el unico Selide que conozco, y al unico que le pasan tantas cosas, asi que me imaginé que era una aventura de tu vida por asi decirlo, asi que fuimos, y por suerte fue, mi maestro trabajó conmigho en ayudarte, a ti y Estños el fue igual de dificil.
- ¿como está el?- preguntó Selide preocupado.
- No muy bien.
- ¿se recuperará?
- Fisicamente si, mira Selide la herida que sufrió no sería tan `profunda, lo que me recuerda a la tuya, por solo unos centimetros te salvaste de no dañar tu estomago, eso significaría la salida de tus jugos gastricos y estariamos ante un final distinto, ahora volviendo a Estños, su abdomen era extremadamente complejo, contenía organos nunca vistos, estructuras conectadas unas con otras a orgasnos sensoriales similares a ojos y estos a un ganglio gastrico hiperdesarrollado, no pudimos rescatar todo, aunque el estará bien, ahora es, que desde que despertó que no habla con nadie, la salud mental de Estños es desconodida.
Selide sabía que aquellos no eran simples organos, sino que en su abdomen tenía su conciencia.

Pasaron algunos dias hasta que se les otorgó permiso a la familia de visitar a Selide, desd entonces nunca mas estubo solo Selide, sempre alguin a su lado, en especial Silca, y personas nunca antes vistas que parecóian admirar a aquel joven con alas.
Cuando le dieron permiso de levantarse solo en silla de rueda, Selide fue llevado por Siolca y otros para ver a Estños, el cual estaba en otro departamente, en el centro de psiquiatría, ahí en cama, solo Estños miraba el techo sin comunicarse con nadie.
Cuando Selide entró a la pieza, estños movió el rostro para luego seguir mirando el techo, aquello era mas de lo que Estños habia hecho durante todos aquellos dias.
- pobre estños- se dijo Selide-¿Silca te puedo pedir algo?.
- Por su puesto - respondió.
- En mis cosas que tu debes saber donde estan, dentro de las cosas que siempre traigo, tengo una caja de zandalo, en su interior encontraras algunas cosas, como ese caracol, ahí mismo hay una botellita, ¿puedes traerla sin abrirla?
Silca salió corriendo y tras una hora, llego, la enfermera parecía impaciente por lo larga de la visita pero no dijo nada.
Selide destapó la botella, para sentir aquel suave y dulce aroma, que hacía sonrerir.
- quiero que le den la botellita a estños- le dijo a la enfermera.
Esta pareció molesta, por la peticuion, pero al recibir la botellita y sentir su olor acepto.
Estños bebió sin inmutarse de la botellita, respiró muy profundo antes de liberar una lagrima.
- lo siento- respondió entonces Estños botando lagrimas.
Selide se dieron la mano ya que la salud de ambos era dejaba un abrazo fuera de toda posibilidad.
- ¿que era eso?- preguntó Silca sorprendida por la botella.
- Es muy especial, lo tengo de cuando salí de la abadía de famekno, la quise usar muchas veces pero preferí gurdarla quien sabe por que, es la bebida de la alegría, mas suave que el queso quimerico es la fermentacion del mismo hongo.- le respondió sin dejar de alegrarse.
102.- raudo en las alturas.



Selide por su parte solo por poco no choco contra el suelo al bajar en picada, un segundo antes estaba seguro que daria con ese golpe.
Y pasó rozando el suelo y casi chocó contra una banca nates de remontarse nuevamente a los cielos y desender de nuevo, esta vez con mas cuidado, aquello era lo que habia practicado con helion, no solo paractico el pelear sino que volar, volar desde el suelo, habia sido muy dificil, al igual que aumentar la velocidad en picada, o elevarse sin gastar demasiada energia, el aprovechar las corrientes de aire era casi un arte. Desde las alturas de veía la hermozxa ciudad, pero bajo en torno a la plaza en la que estaba congregada cientos de personas interrumpiendo las calles pero sin acercarse demasiado, y como un punto resaltante Loxen en la plaza esperandolo.
Selide bajó nuevamente, esta vez mas lento, debia ir con cuidado, y llegando casi a la cabeza de Loxen comenzó la extraña luicha, Selide atacando hacia abajo y Loxen hacia arriba, entonces denytro de el ir y bvenir de los golpes con la cladopla y la espada de Loxen, Selide despreocupó sus pies, ya que no era algo de que preocuparse tanto en una pelea normal, el problema era que esa no era un duelo normal; Loxen agarró a Selide de su pie y muy fuetrte lo itró hacia abajo, mientras Selide, en ese momento con todas sus fuerzas aleteó para elevarse, lo que sucedió fue que Selide se elevó con Loxen sujeto de su pie, lo que parecía, un pajaro muy gordo tratando de volar.
Loxen agarró su espada con su dientes y asi con la mano libre sujeto a Selide de la pierna. El cual en un desesperado intentó comenzó a agitar sus piernas girando de un lado hacia otro, de derecha a izquierda, de arriba, hacia abajo, pero Loxen habia lenatado su primera mano hasta la cintura.
Selide bajó para volar a ras de suelo raspoando a Loxen contra el pavimento de la plaza, y luego volvió a elevarse.
Selide entonces agarró su cladopla y se la enterró a Loxen por la espalda con cuidado para ebiytar el riesgo deque la cladopla lo atravesara al punto de herirse a si mismo.
Loxen levantó la mirada mostrado sus ojos muy rojos, quizas por un derrame, pero una mirada de placer.
Las entrañas de Loxen debian haberse apretado contra la espada, ya que fue imposible para Selide sacarla.
La manó de Loxen avanzó hjasta el vientre, y Selide entonces comenzó a lanzar rodillasos hacia Loxen lo que parecía no resultar.
El sol molestaba en la cara mientras giraba de un lado a otro sobre la plaza.
- ¿el sol?- se dijo Selide scomo hallando la solución.
Tras aquel fugaz pensamiento Selide girando y girando comenzó a elevarse, cada vez mas, y mas.
La ciudad comenzaba a achicarse, la plaza poco a poco se volvia mas pequeña, y la mirada podia cruzar cada vez mas hallá.
Las calles, lejanas, luego la cumbre de los cerros y lon que habia detras, su valle, y el río que lo serpenteaba, se veia hacia el sur, y muy por detras de los cerros hacia el oeste podía ver una mancha azulada, el mar, y hacia el este a lo lejos el mar interior por donde la civilizacion manthide navegó hacía muchos años, y los prados que se perdían al norte.
Entonces atravezaron una pequeña nube, era fria y hueda, y salieron mojados, los oidos se tapaban por la presión y se volvía todo mas frio, el sol no es la fuente de calor, sino al acercarse al sol, sentirian mas calor, la radiacion que envía el sol al chocar contra los objetos estos producen el calor, lon que se hacía cada vez mas notorio, el aire que se volvía frio y mas delgado, habia menos oxigeno, subir a aquella velocidad era casi un suicidio, y el caer algo aún peor.
Estaban tan alto, que la linea del horizonte parecia perderse mas hallá del mar, y daba la ilusion de poder observar la curbatura de la tierra, aunque cllaro aquella era una ilusion, era necesario subir mas para apreciar aquello claramente.
Selide se sentía mareado, y solo cuando supo que siu seguía subiendo se desmayaría paró.
Con los pies se sacó los zapatos y de un rapido movimiento se sacó los pantalones, callendo Loxen con ellos.
Fueron segundos de alegría, ya que por muy resistente que fuera la caida desde aquella altura significaría el fin de Loxen, pero la felicidad tiene un limite y mucas veces muy restringido, ya Loxen lanzó su propia arma hacia Selide con granb punteria sobre su arma, acto seguido, como movimiento reflejo por el dolor Selide recogió el ala y calló un par de metros antes de a reaccinar, aquel par de metros fue crucial, ya que Loxen habia desacelerado brevemente su caida utilizando su chaqueta y los pantalones de Selide hasta hasta estar frente a Selide.
Este movió las alas y se volvió a elevar pero era tarde Loxen lo habia agarrado de la pierna, y con gran agilidad se estitró para agarrar su espada corta del ala de de Selide, al tiempo que este sacaba su cladopla de la espalda de Loxen, pero en ves de atacarse mutuamente Loxen guardó su arma, mientras Selide se lanzó en picada hasta alcanzar sus pantalones.
Loxen quisas por respeto trato de no molestar a Selide mientras este en un agil movimiento se ponía los pantalones en el aire.
- minimo que estes decente ante un duelo, estar sin pantalones no es de caballeros- le sonrió Loxen.
Mientras selide en un desesperado intento giraba y zigzageaba por quitarselo de encima, pero este con sus manos desocupadas parecía nio inmutars. Patadas, combos, nada parecvía funcionar.
A lo lejos en el horizonte cuatro puntos se elbaron, eran maquinas voladoras, el espacio aereo de Ciudad Central era protegido, asifue como las cuatro naves se acercaron hasta el puntos donde Loxen y Selide peleaban.
Obvserbaban sin poder creer la extraña escena girando alrededor de la pelea.
- ves, que es digno ponerse pantalones, no quisieras que te vieran peleando sin ellos- le dijo Loxen indicando las naves voladoras mientras estas giraban a su alrededor.
Eran maquinas escralatas con tintes metalicos, los pilotos las manejaban en forma horizontal, acostados, no cabia nadie parado en aquellas maquinas, era lo mas avanzado en vuelo que habia en la epoca, con dos alas que con distintas combustiones parecian trabajar, mientras liberaban mucho humo.
Una de las naves bajó en picada para averiguar algo de aquella situacion, mientras que las otras tres naves no perdían un ojo del forcejeo.
Uno de los pilotos reconoció entonces al ser con alas, era Hidrien quien trabajaba ahora para la ciudad luego del termino de la guerra al otro lado del Pontoterio.
Asi que rapidamente por movimiento de placas de colores les dio la señal a los otros pilotos que conocía al con alas, asi que puntaron al otro.
- 1, 2, 3- eso se ubiera escuchado si aquellas placas digeran palabras.
El sonido de dos disparos se oyó por sobre el ruido de fondo.
Pequeñas bolas de metal arrojadas por polvora, pasaron roszando a loxen, pero parecía dificil de apuntar sin poner en peligro a Selide.
Hasta que por fin la cuarta nave apareció desde el suelo.
- no atacar, protegidos por ley- fue el mensaje que pundo dar.
Y los cuatro entonces giraron en torno a la lucha para vigilar la situacion.
Loxen de su bolsillo soltando una mano sacó un caracol, uno similar a la que Selide conocía.
- ahora bajaremos juntos, las alturas buen lugar para acabar con tu conciencia- dijo Loxen.
- Y del caracol salía arrastrandose la criatura que parecía haberse desprendido de la concha y se encaramaba por el brazo.
Loxen entonces metió su mano por entre las ropas de A selide. Y este sintió algo humedo y frio cerca del ombligo y luego un dolor punzante.
Loxen lo soltó y extendió su chaqueta que habia que tenia varillas para planear levemente por el interior, ya que al parecer habia ya pensado en que estaría en una situacion similar.
Todo estaba perdido, aquel parasito viajaría a su sistema nervioso y ahí fundiría sus celulas y sería el fin de su conciencia. Era todo o nada.
Asi fue que en un movimiento desesperado Selide agarró su cladopla y sehizo un tajo no muy profundo en el abdomen pero si lo suficiente como para que saliera sangre en forma muy peligrosa y ver la cola de la criatura vermiforme que se perdía entre sus entrañas.
Y con la punta de los dedos, agarró a a criatura y la jaló hacia afuera, y con su cladopla la partió en dos para luego dejarla caer.
Estaba debil, las alas no lo mantenian y caía despacio si porque planeaba.
-¡NO!- se escuchó.- ¡ASESINO!.
Loxen extendió su chaqueta al maximo hasta caer a la par de Selide.
Este aleteó para subir y alejarse de el, pero todo fue muy lento, y Loxen arró su ala, puso su puies contra la espalda de Selide y tiró.
“Crak” sonó, por el hueso del ala de Selide que se quebró.
“Crack”, y rompió su otra ala.
- te condenaste tu mismo al hacer eso- le gritaba Loxen enfurecido, como Selide no lo habia visto antes.
Selide caía ahora con Loxen, asi que este sacó su espada, y mientras caian Loxen blandía su arma contra Selide este en un rapido por el viento en contra y por lo cerca que estaban, nopmdemoró en cortar su chaqueta con lo que Loxen tampoco podría planear al caer.
_ ¿que prewtendes hacer?,¿que ambos muramos?- le gritó Selide.
- puede ser- le respondió -, puede ser.
El filo de las espadas chocó y se deslizó hasta la base, Loxen soltó su arma por el corte que habia sufrido, su espada y sus dedos indice y pulgar caian.
De un manotazo de Loxen, Selide soltó su propia cladopla.
Loxen agarró con su mano sana la mano derecha de Selide, este reaccionó con un violento cabezazo, ambas cabezas llegaron a rebotar levemente, y sangre a montones brotó en abos casos. Pero ese fue el movimiento final, ambos cuerpos se separaron en el aire y caian por separado.
- sabes que ambos moriremos- le dijo Loxen.
- Lo sé.
- Pues no debiste creerlo, yo no moriré con esta caida, no lo haré- dijo confiado mientras se alejaba.
Selide intentaba mover las alas pero estas no reaccionaban, el dolor era mucho, pero el aturdimiento por el cabezazo lo tenia solo semiconciente, se sentía libre, y dispuesto, el aire chocando en su cara, al viento siempre le habia denominado en su interior “caricias de La Fuente”.
- La muerte la extraña desconocida- pensó Selide en unos instantes- al fin y al cabo todos terminaremos en el mismo lugar, unos antes, otros despues, el tiempo es una ilusion, puesto que todos morimos en el mismo instante dentro de lo extraño y retorcido que es el tiempo, ¿cual es la diferencia? No se le debe temer, la muerte es nuestra aliada el anhelado descanso despues de tanta vida, una vez le temí, que ingenuo era, aunque comprendo por que, habian cosas que no habia vivido, habia cosas que quería vivir, sé que no solo felicidad es la vida, la gracia de vivir tambuien es ese amargor, pero tambien quería probar lo dulce, ahora me siento preparado, puedo morir sin temer el que no halla vivido, por que si hice algo bueno siquiera, ya puedo decir con seguridad que no he vivido en vano.
- Entonces simplemente te dejaras morir- escuchó una voz, su mas profundo ser.
- No lo se, descansaría pero... Silca, no, no quiero morir aún me gustaria regresar, quiero tener una vida quizas con ella, aunque no fuera mucho pero un segundo mas valdría la pena, no le tengo miedo a la muerte pero si pudiera vivir uin poco mas no negaría la posibilidad.
Selide bajaba a toda velocidad, un frio lo mojó hasta los huesos cuando atravezó una nube, y avajo el punto una vez se hacia cada vez mas grande, unas casas, se habia desviado bastante de la plaza mientras a su lado bajaban en picada las maquinas voladoras y sus tripulantes por lo menos dos de ellas, las otras parecían seguir la trayectoria de Loxen cayendo.
Uno de los pilotos de esas naves era Hidrien, y Selide lo reconoció.
Loxen habia permitido que se utilizaran otras cosas que no fueran armas durante el duelo, asi que Selide lo hizo, su trayectoria conmenzó a moberla con mucha dificultad hacia la nave de Hidrien, este parecía nervioso y comenzó a alejarse, hasta que Selide le hizo señas con las manos, hidiren comprendió lo que querí, debia acercarse con mucho cuidado casi en un angulo recto hacia el suelo hacia Selide, hasta que Selide choco contra el dorso de la nave se agarró firmemente a las alas de metal las cuales eran dificiles de agarrar pero debía hacer el intento.
La nave entonces comenzó a formar levemente un angulo con respecto al suelo, poco a poco para quedar horizontal con respecto al suelo, la fuerza de gravedad empujaba con mucha fuerza hacia las alas en ese momento, mientras la nave trataba de acercarse hacia un lado en el sector poniente de la ciudad.
Elviento entonces chocaba en la cara de Selide el cual estaba apunto de desfallecer por el dolor de sus alas, las cuales tenia lo mas recogidas posible.
Pero no pudo mas y se soltó de la nave.
Hidrien curbó la nave hacia arriba cuando sucedió esto para no quemar a Selide el cua cual calló esta vez de una mucho menor altura en medio del lago

Thursday, September 13, 2007

101.- hay duelos... y duelos.



era una mañana fresca, el sol calentaba lo justo y necesario y todo era refrescado por una dulce brisa, aun en una ciudad como Ciudad Central.
Un par de nubes resaltaban contra el azul del cielo a lo que parecia un par de metros sobre los edificios, daba la ilusion de poder agarrar aquellas motas de algodon con extender la mano.
El murmulló de la gente zumbaba en la plaza como un montón de abejas, y era por que casi todo el pueblo del sur de Ciudad Central, por donde pasa el río Grecial estaba ahí.no eran los unicos claro, habia toda clase de curiosos, y algunos reporteros que habian viajado desde el hemisferio norte, era una situacion muy particular, era el dia del duelo de Selide contra Loxen, y lo que causaba tanta expectacion no era que hubiera un duelo, sino que unoo de ellos fuera Selide, claro desde el dualo de Selide con Natos en la plaza habian habido dos duelos mas, por lo que actualmente se tramitaba la derogacion de la ley del duelo, pero mientras tanto aquella lucha era legal. Selide Jol era un nombre que aparecía ahora citado a su tercer duelo, lo que era muy inusual, ya en Famekno la imagen de Selide se habia enaltecido por la lucha contra Sargón, ahora todos querían conocer a su nuevo contrincante, Loxen era el nombre que figuraba, nombre absolutamente desconocido para la mayría de las personas que asistían a lo que parecía un gran evento.
Los guardianes no podían hacer nada contra tal publico simplemente se limitaron a cerrar las calles alrededor de la plaza para que no hubiera ningún accidente, estaba llegando la hotra indicada, el sol estaba en su punto mas alto, y desde una de las esquina,a apareció Selide con sus enormes alas, seguido por Silca y Hileon.
La gente se abria para que pasara, y selide se despidió de ellos de un gran abrazo a Hileon, y un beso a Silca.
Luego se acercó a su madre que estaba entre los presentes, con su abuelo y sus amigos.
- cual quier cosa si el gana, no se preocupen, no soy yo, y harían un mejor favor acabando con este cuerpo- les dijo.
- No te despidas- le retó su madre-
- Solo te digo que podrías hacer, por lo demas no me despido, solo sería un hasta pronto, y si pierdo igual algun dia llegarían donde yo llegue, uno nunca sabe cuando se puede ir de este mundo, ahora me despido de la misma manera que me despido cada vez que parto por que dentro de todo no estoy seguro si algún dia volveré.
Luego Selide caminó hasta el centro con su cladopla, ahí lo esperaba un guardian que ya conocía, era quien habia supervisado su duelo añs atras.
Dentro del publico habia mucha gente conocida, era todo demasiado familiar, Pleistide pudo ver entre la gente, el cual lo miraba entre soorprendido y orgulloso, Argia cerca junto a su marido a y a su hijo en brazos, pleistide se acercó a Wazer e intercambiaron un par de plabras.
Deuria y su familia, su hermana se veía bien, Bhor tambien le pareció ver en un rincon, su madre si estaba solo en otro lado, y gente casi olvidad como Sulfra y Oxia.
- ahora verás que tanto has logrado- se dijo Selide dandose valor.
En otro rincon en el tiempo exacto apareció Loxen cubierto por una capa de clerigo que le habia hecho pasar desapercibido.
- llegaste, sabía que vendrías- le dijo Loxen.
- Acabemos con esto rapido.
- Sabes, pensaba hacer esto en secreto, la verdad es que el que me vean me complicaba las cosas... aunque claro creo que igual puedo sacarle ventajas de esto, no me soprende que aparecieras, de otras personas ubiera esperado que faltaran... no de ti, eres una persona muy digna, un humano que merece respeto, como pocos quedan en este mundo.
Selide caminaba tranquilamente hasta Selide, mientras se seabotonaba su capa, la cual dejó sobre una banca; en su cinturon llevaba lo que parecía una espada corta gris-negra muy sucia y tosca.
- esta será mi arma, es mas antigua que mi abuelo, dicen que es de las mejores espadas jamas construidas.
El guardian se acercó para verificar si aquella arma era legal para el duelo.
- reglas de pelea libre, se puede utilizar cualquier cosa del entorno- dijo Loxen.
Selide asintió, mientras el guardian anotaba las especificaciones.
- la otra vez usaste tierra asi que para ebitar que eso sea ilegal hay que especificar bien las cosas- le sonmrió Loxen.
- ¿Van a comenzar?- preguntó el guardian impaciente.
- Si cuando quiera- respondió muy amable Loxen.
El guardian carraspeó y luego coemnzó a leer.
- se adará inició al duelo entre Selide Jol Regö y ¿Loxen?.
- Si el mismo agregó Loxen.
- ¿sin apellido?- preguntó soprendido el guardian.
- Es que no tengo, no lo necesito.
- Bueno,el duelo terminará cuando alguno de los participantes no pueda continuar luchando, ahora se da por empezado el duelo.
Ambos se posicionaron frente a frente en pose de lucha, mirandose a los ojos mutuamente, y al mismo tiempo blandieron sus espadas.
El primer golpe fue el mas largo y profundo por decirlo de cierta forma, fue estruendoso, pero aún asi ninguno de los dos se movio un centimetro aún ante la nota “fa” que surgió del choque de las armas.
Entonces los movimientos fueron mas agiles, , atque y defensa en ambos lados, en movimientos muy dificiles de efectuar, o visto de otra manera mas fria, un espectaculo digno de presenciar.
Ambos golpeaban con precision, ambos se defendian con presición, pero para ojos expertos se notaba la diferencia, selide habia retrocedido un paso.
Las hgojas se deslizaron hasta la base y ambos saltaronb hacia atras.
- interesante, interesante, eres- dijo Loxen- sabes esta arma que ocupo es de la legendaria hoja adamantina, como te has de dar cuenta no es tan poderosa como la leyenda pero si lo suficiente como para saber que eres un buen luchador, una persona sin experiencia ya la tendría enterrada en su costado, aunque tambien debes saber que no quiero matar tu cuerpo.
Selide debia resistirse a la tentación de responder, hablar en ese momento le haría perder energia y cortar con su respiración, siendo que ya habia alcanzado el ritmo que necesitaba.
Esa era la clave, Selide lo comprendió al par de minutos
Por que los movimientos de Loxen parecian mcanicos, no aumentaban ni dismunuían en velocidad, y auqnue eran sorprendentes aquello le indico que Loxen no se estaba cansando, y lo demostraba al hablar.
El cnsancio proviene de la falta de energia, pero Loxen era distinto, las limitantes de Selide en ese momento era que Selide utilizaba su propio cuerpo y era esclavo de su propia biologia, no solo las mimitaciones que tenian sus distintosd organos, sino las señales sinapticas que le provocaban dolor, picazón, y un sin fin de sensaciones que son uttilies pero que esclavisan la mente. Loxen al controlar aquel cuerpo podia controlar tambien que impulsos aceptar y cual simplemente no recibir, dolor por ejempolo, sino queria no lo sentiría, cansancio entre otros, Loxen por otro lado no estaba sujeto como Selide a esa dualidad del conciente y subconciente, Loxen era uno solo, una sola gran conciencia, podia manejar su cuerpo hasta el extremo como si estubiera en caso de estres, aunque no fuera tal, y podia bajar su metabolismo cuando no lo necesitaba, pero habia algo fundam,ental que producía en Selide cierto miedo.
Tal como algunos nematosdos que crecen en los musculos son capaces de dirigir las funciones de las celulas adyacentes para alimentarlos, Loxen el parasito que era el, podría haber cambiado y de hecho lo habia hecho, cambiar la biologia del cuerpo, un ser humano no podía vivir tantos años por ejemplo, pero ese cuerpo lo habia hecho.
Selkide estaba respirando ahora con un poco de dificultad, sus pulmones diferentes compensaban la situacion pero sabia que no podria segúir asi, sus musculos se desgarrarian en algun momento si la lucha seguia interminantemente.
-“aprovechar los talentos”- le se vino la idea fugaz a la cabeza.
Entonces extendiendo sus alas dio un salto hacia atras aún mas lejos de lo que lhubiera sido sin alas.
Loxen corrió hacia el y selide batió sus alas nuevamente esquibvando mientras sargón pasaba rosandolo, y luego de nuevo y de nuevo.
- eso era lo que esperaba- añadió sonriendo Loxen- para luchar con una persona con alas, este debe usar sus atributos.
Entonces Selide despues de haber calentado un poco las alas dejo de intntar esquibar y fue a luchar, Selide coria hacia Loxen, las espadas chocaban, Selide pasaba por encima a Loxen, y a su espalda atacaba a tiempo que este igual se daba vuelta.
Lo hizo un par de veces pero contó con la velocidad de Loxen; este soltó su arma antes que Selide saltara y lo agarró por sobre su cabeza de un ala y un pie, dio vueltas en torno asi y arrojó a selide con brutal fuerza hacia una “palma petrea”, los frutos duros como piedras calleron de la palma a los pies de Selide, y el pseudotronco se remeció hasta las raicez mientras Selide trataba de enfocar nuevamente, todo su ciuerpo se habia remecido en su interior y sabia que el único motivo por el que no habia quedado inconciente en el suelo era por que el estres de estar al borde de perder su cuerpo no dejaba que perdiera el control de sí tan facilmente.
- tue puedes ocupar tus talentos, yo tambien los mios- sonrió Loxen.
Selide sentía como caminaba hacia el, asi que mientras recuperaba algo de fuerzas para ponerse en pie, tomó alguna de los frutos de la palma que aunque eran tan duros como rocas no eran tan pesados, se los lanzó a Loxen, el cual rebao una en el aire con su espada, y las otras no llegaron donde el.
Selide entonces rapidamente se levantó y voló hasta la copa de la palma y ahí manteniendo un poco el equilibrio se sentó unos instantes, para recuperar fuerzas.
- no seas ridiculo Selide, te estan mirando de varias ciudades, no puedes descansar en una pelea no puedes, baja de ahí pronto y avcabemos con esto- gritaba loxen desde el suelo mientras Selide se snetía momentaneamente seguro ahí arriba.
¿por que momentaneamente? El motivo fue que Loxen agarró las frutas de la palam y las lanzó ferozmente contra la palma, y luego con lo que parecía una fuerza sobre humana empezó a correr y golpear la palma con su hombro para derribarla, lo que parecia tener resultado ya que la plama se sacudía violentamente, el hombro se lo dislocó tres veces en aquellos golpes, pero seguia intentandolo.
Selide entonces bajó muy asustado, con su arma en la mano, en picada.
Loxen se estaba reacomodando el hombro nuevamente cuando Selide pasó por su lado, rosando su cladopla con su cabeza, dejandole un tajo superficial en la mejilla izquierda.
Loxen habia esquibado el golpe por solo unos segundos, rodó en tierra y recogió su arma.

Thursday, September 06, 2007

100.- los problemas son para solucionarlos.



asi que al dia siguiente partieron esta vez sin problemas hacia el sur, esta vez Silca acompañaría a Selide mas tienmpo si este dispusiese, ya que Silca habia perdido todo asi que no le quedaba otra que comenzar de nuevo.
El viaje era predecible, fueron algunos dias en tren, desde Ambicii, hasta llegar al hemisferio sur, el primer paradero fue Borga donde solo pasaron una tarde, luego de Borga viajaron a Ciudad central sin pasar por Famekno, ya que la linea principal seguia derecho , y en ciudad central tomaron un carro que los llevara hasta el valle al sur de aquella ciudad.
La noticia de la llegada de Selide habia recorrido el pueblo tres veces el mismo dia que habian mandado el mensaje telegraficamente, asi que cuando llegaron todo el publo lo sabía, era el motivo de hablar del dia.
La madre muy alegre recibió a selide en la estación, para todos era una sorpresa, las alas de Selide, nadie dijo nada, la madre en cuanto lo vió se acercó corriendo a abarazarlo y bvesarlo con, mientras coin sus manos acariciaba las alas de su hijo casi sin poder creerlo.
Luego de un par de minutos, Selide se separó de su madre y saludó a su abuela que estaba con su perenne sonrisa, y tras otros minutos mas, saludó a su abuelo, cuyo abrazo tambien fue largo.
- abuelo no sabia las cosas que habias vivido, creo que no te conozco.
- No digas tonteras, tu me conoces, soy tu abuelo, claro viví aventuras, pero tu has vivido cosas que yo no conoceré, asi es la vida, aventuras distintas para distintas personas.
Luego fue la presentacion de los amigos, estños saludó muy caballerosamente, al igual que Germa y Wolfro; Rada no sabía como comportarse, asi que se mostró muy callada.
- bueno madre abuelo, abuela, les presento a Silca, estamos en estado de compromiso restringido.
Ese fue otro momento singular, la abuela y el abuelo de Selide le sonrieron, y fueron muy amables con ella, la madre de Selide aunque se mostró contenta estubo callada todo el viaje hasta la casa y un par de minutos mas, pero el hielo se rompió al comprobar lo buena chica que era.
La casa de la familia Regö era bastante grande asi que entorno al patio donde se encontraban las piezas para visitas, un baño y la leñera, fue habilitada para los amigos de Selide; Wolfro y Estños en una pieza, Rada y Germa en otra y Silca sola, era mas pequeña que las otras pero el tamaño era bastante grande de todas maneras para compensado por que la habitacion era para una persona.
Huerken fue soltado en el patio y de inmediato jugueteó entre las plantas de aui para hallá.
La abuela lo llamaba como “perrito”, y el abuelo se pasó largops minutos en determinar que animal era, ya que algo le hacía sumamente familiar, pero se resignó tras un largo rato y mejor comenzó a acariciarlo. Era la compañía perfecta para los abuelos.
Al dia siguiente el aviso del funeral de Cledar Jol, dio vuelta el pueblo;
Selide el chico con alas que se las ahbiasn cortado años atras habia vuelto al pueblo con las cenizas de su padre que se suponía perdido en un accidente igual años atras.
Wolfro no estubo cuando los llevaron a un santuario cercano, pero si estubo en la proseción hasta el cementerio.
La prosecion estaba llena la mayoría curiosos la madre de Selide se veía tranquila, era porfin acabar con un peso, el saber que el cuerpo de su marido descansaría en paz, Selide le contó un cuento de engaños y perdida de memoria para que no supieran la verdad de lo que habia hecho su padre, ya que no se atrevía de ensuciar el nombre de su padre, para que por ultimo su recuerdo viviera digno entre los demas.
“hace algunos años atras Selide jol Regö aqui hijo del fallecido, fue quien nos avisó del desastre sucedido en la ruta norte de este valle, el no solo fue quien nos alarmó sobre lo sucedido sino que sufrió por culpa nuestra aunque sea casi un tema tabú entre nosotros, ahora comprendemos que el sufrió por nuestros familiares, ya que Cledar no habia muerto en ese momento, pero ahora estamos aqui para despedirlo nuevamente, solo que esta vez es de verdad. Cledar Jol Torvez, traido desde el norte quizas por una vida tranquila llegó a este valle hace cerca de30 años, cuando donde se casó y tubo a un hijo muy especial, fue siempre un hombre destacable, intachable, muy amable y sonriente ante todo, virtudes escasas actualmente entre muchos comerciantes, entre vioaje y viaje fue siempre fue muy responsable con su familia y sus amigos, tenía ambiciones, claro como todo individuo, una vez me habia confesado estar juntando dinero para comprar una casa en Ciudad Central y comenzar una vida mejor, ahora sabemos y por ello lo despedidmos por que irá a una vida mejor, la vida eterna junto a la Fuente, donde algún dia volverán todas las cosas”
fue el discurso del sacerdote encargado del pueblo.
Entonces las cenizas fueron depositadas en la tierra junto a una pidra donde estaba su nombre.
- asi terminan los buenos hombres- comentó una señora que simulaba haber conocido a Cledar pero que según sabia la familia siempre estaba en todos los funerales.
- Si el hombre ese era un santo- dijo otra voz.
El comentario no fue el causante sino la forma en que habian hablado, un tono petulante que a muchos provocó una mirada sospechosa.
Entre los asistentes en el funeral, un hombre vestido de negro que con su sombrero tapaba su mirada era quien habia hablado.
Silca y Selide lo reconocieron, pues quien habia hablado era Loxen.
- el pobre era un sueño, siempre digno a su fam,ilia sobre todo a su hijo a quien nunca vendió por intereses egoistas- añadió.
La gente miró sorprendida a aquel sujeto, ya que no lo habian visto llegar, Loxen inclinó su sombrero y se lo sacó.
- perdonen habia olvidado las antiguas costumbres, hace mucho que no estaba en un funeral.
Y con un movimiento de cabeza saludó al sorprendido Wazer.
- ¿que haces aqui?- preguntó Selide algo asustado.
- ¿ustedes se conocen?- preguntó Wazer.
- Claro que nos conocemos, su padre me lo ptresentó, ¿cierto Selide? – y le guiñó un ojo.
- ¿Quieres intentarlo aqui?.- preguntó selide algo asustado e irritado.
- No, claro que no, que falta de respeto para los presentes, sobre todo para el alma del “finao”, solo queria despedirme de quien me ayudo bastante, y en cierta forma hacer acto de presencia.
- ¿pretendes dejar esto asi?- pregunto Silca.ç
- te encantaría ¿cierto?, la verdad no, lo siento tu amado te dejara en un tiempo... aunque claro dejaré que lo disfrutes algunos dias, asi que si quieres tener un recuerdo de el, aprovecha estos dias para hacer cualquier cochinada que despues no lo veras mas, la verdad es que se que no es el mejor momento.
- Entonces ¡andate!- le gritó selide.
- Valla, calmado, calmado, mira que si haces algo tus amigos sufriran las consecuencias al igual que varios otros, ya que algunos de quienes estan aqui estan por que yo quise a si que a mi orden son capaces de matar, prefiero no hacerlo por respeto de la ceremonia, lo he hecho para que me escuhes, en un mes nos veremos, en un mes en la plaza principal de Ciudad Central, ahí nos veremos, lleva tu cladopla y tu arma será en el instante en que en el tropico en el norte el sol se encuentre en su cenit, a esa hora comenzará el desafío, quiero que entiendas el honor que hay en aquello, yo no hago duelos asi con cualquiera, te escapaste cuando pensé que no se podría y aquello lo encuentro en cierta medida admirable.
- ¿que sucede si no voy?
- Malo, malo, malo, no es algo que te recomendaría pues no serías tu quien perdería sino tus cercanos, pero digamos que lo harás por paz, ya que mientras tu estes vivo yo querré tu cuerpo y muientras yo esté vivo tu no podrás vivir tranquilo, asi que creo es la mejor manera de acabr con todo, por eso... nos vemos en un mes.
Entonces Loxen se dió vuelta y caminó, dejando atras al murmullo de la gente.
Nunca supieron si era verdad o mentira que habian infiltrados entre los presentes pero aquello era la clase de cosas que todo pueblo pequeño sueña con poder cuchichear.
La gente se fue luego muy rapido para sus casas en un mutismo total.
Wazer estaba muy callado y su esposa se acercaba con infusiones de hiervas para tranquilizarlo mientras parecía perdido en sus pensamientos. La madre de Selide se encerró en su pieza a llorar y los amigos de Selide y selide estrubieron largo rato en silencio en el comedor.
- ¿que piensas hacer?- preguntó germa.
Selide apollaba la cabeza en la mesamientras Silca le acriciaba amorosamente el pelo.
- tendré que ir- respondió.
- ¿estas loco? ¿como vas a ir?- dijo Rada.
- Ya he tenido duelos que parecian imposibles, y lo mas extraño es que ha sido ahí mismo, supongo que es un buen lugar tambien para acabar con todo.
Tras aquello todo quedó decidido, fueron unos dias muy silenciosos, los amigos de Selide se quedaron en casa, tal vez haciendole caso a las insinuaciones de Loxen, Selide se dio cuenta que su familia y amigos siempre lo dejaban solo con Silca.
Por las mañanas Selide salía a correr temprano según pero en realidad trataba de volar despegando del suelo, lo cual era muy dificil, y durante un par de dias, no lo lograba, aunque si lograba saltar mas alto de lo normal y hasta planear un par de metros, pero nada mas, por ello fue que reunió a su familia y amigos a una reunion.
- bueno, familia, les quería contar que iré a Ciudad Central.
Ante tal afirmación todos se sobrecogieron.
- ¿pero hijo, estas loco? ¿por que quieres morir tan temprano?
- .madre, no moriré, pero es que... ustedes ya lo vieron, saben que no es una persona normal, asi que yo debo practicar.
- Aunque eres bastante bueno hay poca gente con quie puedas practicar- dijo Estños- practica solo.
- Lo sé, pero te equivocas al pensar que no conozco a alguien que me puede enseñar cosas- dijo Selide muy seguro.
- ¿quien?- preguntaron al unísono.
- Hileon el profesor en la academia Oplogon.
Asi fue, no hubo ningún comentario en contra ya que lo que pensaba hacer Selide era bastante logico.
Asi fue que partió a Ciudad central, y por orden de Selide y con el dinero que dejó sus amigos debian vivir en aquella casa y no seguirlo, solo Silca se fue con el.

La academia no habia cambiado era practicamente la misma, y no fue dificil encontrar a Hileon.
- Selide tanto tiempo- lo saludó.
Estaba sorprendido de las alas, asi fue que conversaron seriamente, selide le contó su historia, esta vez por completo, para poder pedirle el favor.
- esta bien- dijo Hileon- tenemos poco tiempo para practicar pero lo haremos, aprenderemos a utilizar tus talentos.

Tuesday, September 04, 2007

99.- los milagros no son a medias.



el color rojizo del horizonte habia desaparecido y el cielo se tornaba oscuro mientras la primera se veía en el horizonte “primaster” se llamaba la primera estrella de los cielos de aquel hemisferio.
Selide estaba ahora un tanto asustado, habia tratado quizas por orgullo no escuchar nada pero luego de un rato no se habia podido ciontener en escuchar y aterrarse de que la historia vivniera de tantos añois atras, Loxen tenía razón muchas de las cosas que pensaban eran coincidencia no lo eran tal su vida habia sido en cierta forma manejada.
- bueno como ya hay cosas que no necesito ¡arrojenlá!.- gritó Loxen a los sujetos al ver que Selide estaba casi paralisado.
Los sujetos extrañados miraron a la muchacha la cual pareció no dar credito a su oidos.
Los sujetos sacaron la venda de la boca de la muchacha quizas por compasión y antes que pudiera reaccionar la empujaron. Silca quedo botada a la orilla del risco y al cabo de dos fuertes patas calló por el.
Loxen reía ante aquella escena.
- ¡agarrenló a el!- gritó Loxen indicandolo.
Dos pasos Selide corrió hacia la orilla del peñón sin pensarlo.
Los sujetos lo agarraron por los lados a medida que Selide estiraba su alas uno caia hacia atras y el otro lo sujeto delc cuello.
Selide giró sobre simismo comprobando que la mano del sujeto se enredadaba en el amuleto ue Wolfro le habia entregado, y este se cortaba. Y tan rapido como toda la acción saltó hacia el mar.
Selide caia hacuiia el mar desde el gran peñón con uno de los sujetos a su lado aterrado, mientras desde la cima Loxen gritaba muy `preocupado.
- ¡estupido no sabes vola!.
Y es que aunque un cuerpo como el de Selide se demoré pocos segundos al caer desde esa altura aquellos segundos se vuleven eternos para quien esta viviendo una caida, que puedo describir como una incomodidad muy grande, su respiracion se mantenía normal gracias a sus sacos aereos, y en un segundo a selide se le vinieron a la mente todos los instantes durante aquellos años que habia luchado por recuperar sus alas, no podia terminar todo asi, tenía huesos neumaticos, sacos aereos y alas, tres cosas que indicaban que Selide debía volar, pero Selide era incapaz de hacerlo simepre habia sido asi, lo mismo para Sargón y lara germa, nadie habia volado antes, los unicos que vuelas son las aves, los insectos, uno que otro animal y hombres en maquinas voladoras, hombres con alas no estaban en la lista, pero que importaba, la verdad es que desde esa altura Sargón tenia razón, moriria y no importaba que fuera ridiculo o no, lo mas ridiculo sería no intentar algo que aunque lejana aún da la posibilidad de vivir.
Asi fue que Selide agitó sus alas, pero nada, al segundo se dió cuenta que su velocidad habia disminuido, el sujeto a su lado ya estaba en el agua y el seguía callendo, y al tercero logró sentir un remezón como si desafiara la caida y aunque fueran unos segundos se habia levantado, y al siguiente aleteo lograba emprender el vuelo salpicando agua en el ultimo momento, o un poco mas por que aunque sus alas no se mojaron su cara se habia llenado de agua, en aquel ultimo aleteo.
El viento era fuerte y tal como lo hacian las aves se levó en una correinte de aire para observar sobre el inmeso mar a dos sujetos, ambos sin movimiento sobre las aguas que los movía peligrosamente hacia unas rocas.
Selide utilizando por primera vez sus alas de aquella forma bajó en picada para recoger con sus brazos a la indefensa Silca mientras emprendía el vuelo nuevamente.
Estaba inconciente al parecer pero viva, Selide la agarró muy fuerte a medida que subía en espiral describiendo el mismo movimiento que las aves, mientras que al pasar por sobre la cumbre del peñón Loxen lo miraba a los ojos asombrado, el propio Loxen estaba asombrado.
Silca entreabrio los ojos por el viento y los calidos brazos que la sujetaban, y vió a Selide quien la llevaba Volando.
Silca lo abrazó muy fuerte con un poco de vertigo al gigual que el que mepzaba a sentir Selide, sin hacer ninguna pregunta, ahora detestaba que le aclararan cosas hubiera preferido saber que habia conocido a Selide fruto del azar. Aunque tambien es dificil que halla pensado en aquello en ese instante, la vista era espectacular, se podía ver Havieno Uesto con sus luces a solo un paso donde Selide se acercó volando hasta sus costas escondido por la oscuridad de la noche que se avecinaba.
Silca estaba empapada y tiritaba de frio, Selide estaba mojado a su vez pero con la respiracion muy agitada por todo lo hecho en aquellos breves segundos, sus alas estaban muy cansadas.
Silca lo abrazó bien para no perder temperatura caminaron rapidamente hasta la residencia, debia hacer todo rapido y ojala arrancar de aquel puerto y no ver mas a Loxen.
Al ver a Selide con una muchacha la gente en el puerto los miraba de forma distinta y Selide logró sentirse bien unos instantes, como que hasta encontraban linda la extraña pareja.
- ¿donde estabas?- preguntó Wolfro cuando Selide llegó.- señorita Silca ¿cuando llegó?
- Hace unos dias- respondió silca.
- Nos cambiaremos y partimos ahora mismo debemos salir de aqui.
- Andubiste en algo raro- dijo Wolfro- el amuleto ¿te protergió?.
Selide llevó su mano al cuello al recordar los segundos antes de caer en cierta forma lo habia protegido, despues de todo tal vez algo de todo aquello que hablababa Wolfro era real.
Selide secó sus ropas un poco y se cambio de chaqueta mientras Silca no tenía nada lo habia perdido todo, asi que Wolfro le prestó ropa para que usasé, a Silca no le molestaba usar ropa de hombre si era necesario, pagaron la pieza lo que sorprendió mucho a la encargada que no pasaran la noche ahí.
Hasta que llegaron a la estación ahí el tren salía en veinte minutos, los cuales esperaron muy nerviosos mirando hacia todos lados antes de partir.
Una vez en el tren buscaron un sector privado y pusieron las ropas aún humedas cercas del tubo de calefaccion esperando que secaran algo que fuera, Silca y Selide se sentaron uno a lado del otro y se taparon con el poncho que Selide habia comprado, mientras Wolfro se tapaba con el propio frente a ellos.
- estaba muy asustado, muy asustado- le confesó Selide- tenía miedo que te pasara algo.
- Yo no entendía nada cuando asquella noche me fue a visitar de sorpresa, tenias razon era el, lo siento.
- No te preocupes no debes sentir nada, por que no has hecho nada malo, estoy cansado, mis alas estan adoloridas.
- Me habias dicho que no eran para volar.
- Eso mismo pensé yo.
- ¿que? ¿Volaste?- interrumpió Wolfro al escuchar aquellas palabras.
- Si, respondió aunque nose bien por que.
- Un acto de fe debe haber sido, La Fuente te ayudó.
- Yo creo lo mismo- dijo Silca- te premió por como eres.
Selide sonrió al pensar en lo vivido.
El viaje duró un trayecto similar, en las estaciones compraron algo mas de ropa para Silca, e hicieron el papeleo necesraio ya que al ingresar en otras ciudades relució el problema que Silca no llevaba consigo sus documentos, asi que tras llenar formularios de extravío de diocumentos, siguieron con el pase provisorio que debia arreglar una vez llegado a Ambicii lugar donde habia sido fijado su lugar de residencia siguieron sin problemas hasta llegar a Ambicii.
En el sector de revisión de papeles de Ambicii no tubieron problemas con Silca pero si con Selide el cuel tubo que acompañar a los revisores al sector de aduana, ya que Selide Jol Regö habia sido declarado extraviado.
Germa, Rada y estños aparecieron de inmediato en la aduana a buscar a Selide.
- ¿que hiciste?- le gritó estños.
- Fui a rescatar a Silca, Loxen la habia secuestrado debia rescatarla solo.
- ¿y como te acompañó el?- dijo rada indicando a Wolfro.
- Nos encontramos en el bus- añadió Wolfro- digamos que fue coincidencia.
- Valla coincidencia- respondio Rada sin creerlo.
- Pero Selide te dije que quería acompañarte porque tu vives aventuras quería acompañarte si fuera, ir solo fue peligroso.
- Lo sé- respondió Selide cabisbajo.
Tenía en ciert forma razón, no debia haber hecho caso del todo a la carta hbaia sido descuidado en ello, pero en aquel momento no se le courrió.
- los errores mas estupidos los comete la gente mas inteligente- dijo germa para subir el anuiimo.
Aunque no sirvió de mucho.
- bueno lo pero de todo es que abandonaste a Huerquen- le dijo Germa.
Asi fue que muy rapidanmente fueron a la casa de germa donde habian guardado las cosas del viaje por aquellos instantes, debian arreglar algunos papeles pero Selide lo unico que deseaba ahora que nadie se separara y viajar hacia el sur.
Sus amigos se habia percatado de la ausencia de Selide y lo buscaron por todo el tren, detubieron la marcha y avisaron revisando persona por persona, pero el boleto de Selide no habia sido registrado por el inspector, asi fue que en la primera estacion que tubieron, bajaron y regresaron a Ambicii donde denunciaron la desaparición y esperaron hasta esos dias.