Thursday, September 06, 2007

100.- los problemas son para solucionarlos.



asi que al dia siguiente partieron esta vez sin problemas hacia el sur, esta vez Silca acompañaría a Selide mas tienmpo si este dispusiese, ya que Silca habia perdido todo asi que no le quedaba otra que comenzar de nuevo.
El viaje era predecible, fueron algunos dias en tren, desde Ambicii, hasta llegar al hemisferio sur, el primer paradero fue Borga donde solo pasaron una tarde, luego de Borga viajaron a Ciudad central sin pasar por Famekno, ya que la linea principal seguia derecho , y en ciudad central tomaron un carro que los llevara hasta el valle al sur de aquella ciudad.
La noticia de la llegada de Selide habia recorrido el pueblo tres veces el mismo dia que habian mandado el mensaje telegraficamente, asi que cuando llegaron todo el publo lo sabía, era el motivo de hablar del dia.
La madre muy alegre recibió a selide en la estación, para todos era una sorpresa, las alas de Selide, nadie dijo nada, la madre en cuanto lo vió se acercó corriendo a abarazarlo y bvesarlo con, mientras coin sus manos acariciaba las alas de su hijo casi sin poder creerlo.
Luego de un par de minutos, Selide se separó de su madre y saludó a su abuela que estaba con su perenne sonrisa, y tras otros minutos mas, saludó a su abuelo, cuyo abrazo tambien fue largo.
- abuelo no sabia las cosas que habias vivido, creo que no te conozco.
- No digas tonteras, tu me conoces, soy tu abuelo, claro viví aventuras, pero tu has vivido cosas que yo no conoceré, asi es la vida, aventuras distintas para distintas personas.
Luego fue la presentacion de los amigos, estños saludó muy caballerosamente, al igual que Germa y Wolfro; Rada no sabía como comportarse, asi que se mostró muy callada.
- bueno madre abuelo, abuela, les presento a Silca, estamos en estado de compromiso restringido.
Ese fue otro momento singular, la abuela y el abuelo de Selide le sonrieron, y fueron muy amables con ella, la madre de Selide aunque se mostró contenta estubo callada todo el viaje hasta la casa y un par de minutos mas, pero el hielo se rompió al comprobar lo buena chica que era.
La casa de la familia Regö era bastante grande asi que entorno al patio donde se encontraban las piezas para visitas, un baño y la leñera, fue habilitada para los amigos de Selide; Wolfro y Estños en una pieza, Rada y Germa en otra y Silca sola, era mas pequeña que las otras pero el tamaño era bastante grande de todas maneras para compensado por que la habitacion era para una persona.
Huerken fue soltado en el patio y de inmediato jugueteó entre las plantas de aui para hallá.
La abuela lo llamaba como “perrito”, y el abuelo se pasó largops minutos en determinar que animal era, ya que algo le hacía sumamente familiar, pero se resignó tras un largo rato y mejor comenzó a acariciarlo. Era la compañía perfecta para los abuelos.
Al dia siguiente el aviso del funeral de Cledar Jol, dio vuelta el pueblo;
Selide el chico con alas que se las ahbiasn cortado años atras habia vuelto al pueblo con las cenizas de su padre que se suponía perdido en un accidente igual años atras.
Wolfro no estubo cuando los llevaron a un santuario cercano, pero si estubo en la proseción hasta el cementerio.
La prosecion estaba llena la mayoría curiosos la madre de Selide se veía tranquila, era porfin acabar con un peso, el saber que el cuerpo de su marido descansaría en paz, Selide le contó un cuento de engaños y perdida de memoria para que no supieran la verdad de lo que habia hecho su padre, ya que no se atrevía de ensuciar el nombre de su padre, para que por ultimo su recuerdo viviera digno entre los demas.
“hace algunos años atras Selide jol Regö aqui hijo del fallecido, fue quien nos avisó del desastre sucedido en la ruta norte de este valle, el no solo fue quien nos alarmó sobre lo sucedido sino que sufrió por culpa nuestra aunque sea casi un tema tabú entre nosotros, ahora comprendemos que el sufrió por nuestros familiares, ya que Cledar no habia muerto en ese momento, pero ahora estamos aqui para despedirlo nuevamente, solo que esta vez es de verdad. Cledar Jol Torvez, traido desde el norte quizas por una vida tranquila llegó a este valle hace cerca de30 años, cuando donde se casó y tubo a un hijo muy especial, fue siempre un hombre destacable, intachable, muy amable y sonriente ante todo, virtudes escasas actualmente entre muchos comerciantes, entre vioaje y viaje fue siempre fue muy responsable con su familia y sus amigos, tenía ambiciones, claro como todo individuo, una vez me habia confesado estar juntando dinero para comprar una casa en Ciudad Central y comenzar una vida mejor, ahora sabemos y por ello lo despedidmos por que irá a una vida mejor, la vida eterna junto a la Fuente, donde algún dia volverán todas las cosas”
fue el discurso del sacerdote encargado del pueblo.
Entonces las cenizas fueron depositadas en la tierra junto a una pidra donde estaba su nombre.
- asi terminan los buenos hombres- comentó una señora que simulaba haber conocido a Cledar pero que según sabia la familia siempre estaba en todos los funerales.
- Si el hombre ese era un santo- dijo otra voz.
El comentario no fue el causante sino la forma en que habian hablado, un tono petulante que a muchos provocó una mirada sospechosa.
Entre los asistentes en el funeral, un hombre vestido de negro que con su sombrero tapaba su mirada era quien habia hablado.
Silca y Selide lo reconocieron, pues quien habia hablado era Loxen.
- el pobre era un sueño, siempre digno a su fam,ilia sobre todo a su hijo a quien nunca vendió por intereses egoistas- añadió.
La gente miró sorprendida a aquel sujeto, ya que no lo habian visto llegar, Loxen inclinó su sombrero y se lo sacó.
- perdonen habia olvidado las antiguas costumbres, hace mucho que no estaba en un funeral.
Y con un movimiento de cabeza saludó al sorprendido Wazer.
- ¿que haces aqui?- preguntó Selide algo asustado.
- ¿ustedes se conocen?- preguntó Wazer.
- Claro que nos conocemos, su padre me lo ptresentó, ¿cierto Selide? – y le guiñó un ojo.
- ¿Quieres intentarlo aqui?.- preguntó selide algo asustado e irritado.
- No, claro que no, que falta de respeto para los presentes, sobre todo para el alma del “finao”, solo queria despedirme de quien me ayudo bastante, y en cierta forma hacer acto de presencia.
- ¿pretendes dejar esto asi?- pregunto Silca.ç
- te encantaría ¿cierto?, la verdad no, lo siento tu amado te dejara en un tiempo... aunque claro dejaré que lo disfrutes algunos dias, asi que si quieres tener un recuerdo de el, aprovecha estos dias para hacer cualquier cochinada que despues no lo veras mas, la verdad es que se que no es el mejor momento.
- Entonces ¡andate!- le gritó selide.
- Valla, calmado, calmado, mira que si haces algo tus amigos sufriran las consecuencias al igual que varios otros, ya que algunos de quienes estan aqui estan por que yo quise a si que a mi orden son capaces de matar, prefiero no hacerlo por respeto de la ceremonia, lo he hecho para que me escuhes, en un mes nos veremos, en un mes en la plaza principal de Ciudad Central, ahí nos veremos, lleva tu cladopla y tu arma será en el instante en que en el tropico en el norte el sol se encuentre en su cenit, a esa hora comenzará el desafío, quiero que entiendas el honor que hay en aquello, yo no hago duelos asi con cualquiera, te escapaste cuando pensé que no se podría y aquello lo encuentro en cierta medida admirable.
- ¿que sucede si no voy?
- Malo, malo, malo, no es algo que te recomendaría pues no serías tu quien perdería sino tus cercanos, pero digamos que lo harás por paz, ya que mientras tu estes vivo yo querré tu cuerpo y muientras yo esté vivo tu no podrás vivir tranquilo, asi que creo es la mejor manera de acabr con todo, por eso... nos vemos en un mes.
Entonces Loxen se dió vuelta y caminó, dejando atras al murmullo de la gente.
Nunca supieron si era verdad o mentira que habian infiltrados entre los presentes pero aquello era la clase de cosas que todo pueblo pequeño sueña con poder cuchichear.
La gente se fue luego muy rapido para sus casas en un mutismo total.
Wazer estaba muy callado y su esposa se acercaba con infusiones de hiervas para tranquilizarlo mientras parecía perdido en sus pensamientos. La madre de Selide se encerró en su pieza a llorar y los amigos de Selide y selide estrubieron largo rato en silencio en el comedor.
- ¿que piensas hacer?- preguntó germa.
Selide apollaba la cabeza en la mesamientras Silca le acriciaba amorosamente el pelo.
- tendré que ir- respondió.
- ¿estas loco? ¿como vas a ir?- dijo Rada.
- Ya he tenido duelos que parecian imposibles, y lo mas extraño es que ha sido ahí mismo, supongo que es un buen lugar tambien para acabar con todo.
Tras aquello todo quedó decidido, fueron unos dias muy silenciosos, los amigos de Selide se quedaron en casa, tal vez haciendole caso a las insinuaciones de Loxen, Selide se dio cuenta que su familia y amigos siempre lo dejaban solo con Silca.
Por las mañanas Selide salía a correr temprano según pero en realidad trataba de volar despegando del suelo, lo cual era muy dificil, y durante un par de dias, no lo lograba, aunque si lograba saltar mas alto de lo normal y hasta planear un par de metros, pero nada mas, por ello fue que reunió a su familia y amigos a una reunion.
- bueno, familia, les quería contar que iré a Ciudad Central.
Ante tal afirmación todos se sobrecogieron.
- ¿pero hijo, estas loco? ¿por que quieres morir tan temprano?
- .madre, no moriré, pero es que... ustedes ya lo vieron, saben que no es una persona normal, asi que yo debo practicar.
- Aunque eres bastante bueno hay poca gente con quie puedas practicar- dijo Estños- practica solo.
- Lo sé, pero te equivocas al pensar que no conozco a alguien que me puede enseñar cosas- dijo Selide muy seguro.
- ¿quien?- preguntaron al unísono.
- Hileon el profesor en la academia Oplogon.
Asi fue, no hubo ningún comentario en contra ya que lo que pensaba hacer Selide era bastante logico.
Asi fue que partió a Ciudad central, y por orden de Selide y con el dinero que dejó sus amigos debian vivir en aquella casa y no seguirlo, solo Silca se fue con el.

La academia no habia cambiado era practicamente la misma, y no fue dificil encontrar a Hileon.
- Selide tanto tiempo- lo saludó.
Estaba sorprendido de las alas, asi fue que conversaron seriamente, selide le contó su historia, esta vez por completo, para poder pedirle el favor.
- esta bien- dijo Hileon- tenemos poco tiempo para practicar pero lo haremos, aprenderemos a utilizar tus talentos.

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