Tuesday, September 04, 2007

99.- los milagros no son a medias.



el color rojizo del horizonte habia desaparecido y el cielo se tornaba oscuro mientras la primera se veía en el horizonte “primaster” se llamaba la primera estrella de los cielos de aquel hemisferio.
Selide estaba ahora un tanto asustado, habia tratado quizas por orgullo no escuchar nada pero luego de un rato no se habia podido ciontener en escuchar y aterrarse de que la historia vivniera de tantos añois atras, Loxen tenía razón muchas de las cosas que pensaban eran coincidencia no lo eran tal su vida habia sido en cierta forma manejada.
- bueno como ya hay cosas que no necesito ¡arrojenlá!.- gritó Loxen a los sujetos al ver que Selide estaba casi paralisado.
Los sujetos extrañados miraron a la muchacha la cual pareció no dar credito a su oidos.
Los sujetos sacaron la venda de la boca de la muchacha quizas por compasión y antes que pudiera reaccionar la empujaron. Silca quedo botada a la orilla del risco y al cabo de dos fuertes patas calló por el.
Loxen reía ante aquella escena.
- ¡agarrenló a el!- gritó Loxen indicandolo.
Dos pasos Selide corrió hacia la orilla del peñón sin pensarlo.
Los sujetos lo agarraron por los lados a medida que Selide estiraba su alas uno caia hacia atras y el otro lo sujeto delc cuello.
Selide giró sobre simismo comprobando que la mano del sujeto se enredadaba en el amuleto ue Wolfro le habia entregado, y este se cortaba. Y tan rapido como toda la acción saltó hacia el mar.
Selide caia hacuiia el mar desde el gran peñón con uno de los sujetos a su lado aterrado, mientras desde la cima Loxen gritaba muy `preocupado.
- ¡estupido no sabes vola!.
Y es que aunque un cuerpo como el de Selide se demoré pocos segundos al caer desde esa altura aquellos segundos se vuleven eternos para quien esta viviendo una caida, que puedo describir como una incomodidad muy grande, su respiracion se mantenía normal gracias a sus sacos aereos, y en un segundo a selide se le vinieron a la mente todos los instantes durante aquellos años que habia luchado por recuperar sus alas, no podia terminar todo asi, tenía huesos neumaticos, sacos aereos y alas, tres cosas que indicaban que Selide debía volar, pero Selide era incapaz de hacerlo simepre habia sido asi, lo mismo para Sargón y lara germa, nadie habia volado antes, los unicos que vuelas son las aves, los insectos, uno que otro animal y hombres en maquinas voladoras, hombres con alas no estaban en la lista, pero que importaba, la verdad es que desde esa altura Sargón tenia razón, moriria y no importaba que fuera ridiculo o no, lo mas ridiculo sería no intentar algo que aunque lejana aún da la posibilidad de vivir.
Asi fue que Selide agitó sus alas, pero nada, al segundo se dió cuenta que su velocidad habia disminuido, el sujeto a su lado ya estaba en el agua y el seguía callendo, y al tercero logró sentir un remezón como si desafiara la caida y aunque fueran unos segundos se habia levantado, y al siguiente aleteo lograba emprender el vuelo salpicando agua en el ultimo momento, o un poco mas por que aunque sus alas no se mojaron su cara se habia llenado de agua, en aquel ultimo aleteo.
El viento era fuerte y tal como lo hacian las aves se levó en una correinte de aire para observar sobre el inmeso mar a dos sujetos, ambos sin movimiento sobre las aguas que los movía peligrosamente hacia unas rocas.
Selide utilizando por primera vez sus alas de aquella forma bajó en picada para recoger con sus brazos a la indefensa Silca mientras emprendía el vuelo nuevamente.
Estaba inconciente al parecer pero viva, Selide la agarró muy fuerte a medida que subía en espiral describiendo el mismo movimiento que las aves, mientras que al pasar por sobre la cumbre del peñón Loxen lo miraba a los ojos asombrado, el propio Loxen estaba asombrado.
Silca entreabrio los ojos por el viento y los calidos brazos que la sujetaban, y vió a Selide quien la llevaba Volando.
Silca lo abrazó muy fuerte con un poco de vertigo al gigual que el que mepzaba a sentir Selide, sin hacer ninguna pregunta, ahora detestaba que le aclararan cosas hubiera preferido saber que habia conocido a Selide fruto del azar. Aunque tambien es dificil que halla pensado en aquello en ese instante, la vista era espectacular, se podía ver Havieno Uesto con sus luces a solo un paso donde Selide se acercó volando hasta sus costas escondido por la oscuridad de la noche que se avecinaba.
Silca estaba empapada y tiritaba de frio, Selide estaba mojado a su vez pero con la respiracion muy agitada por todo lo hecho en aquellos breves segundos, sus alas estaban muy cansadas.
Silca lo abrazó bien para no perder temperatura caminaron rapidamente hasta la residencia, debia hacer todo rapido y ojala arrancar de aquel puerto y no ver mas a Loxen.
Al ver a Selide con una muchacha la gente en el puerto los miraba de forma distinta y Selide logró sentirse bien unos instantes, como que hasta encontraban linda la extraña pareja.
- ¿donde estabas?- preguntó Wolfro cuando Selide llegó.- señorita Silca ¿cuando llegó?
- Hace unos dias- respondió silca.
- Nos cambiaremos y partimos ahora mismo debemos salir de aqui.
- Andubiste en algo raro- dijo Wolfro- el amuleto ¿te protergió?.
Selide llevó su mano al cuello al recordar los segundos antes de caer en cierta forma lo habia protegido, despues de todo tal vez algo de todo aquello que hablababa Wolfro era real.
Selide secó sus ropas un poco y se cambio de chaqueta mientras Silca no tenía nada lo habia perdido todo, asi que Wolfro le prestó ropa para que usasé, a Silca no le molestaba usar ropa de hombre si era necesario, pagaron la pieza lo que sorprendió mucho a la encargada que no pasaran la noche ahí.
Hasta que llegaron a la estación ahí el tren salía en veinte minutos, los cuales esperaron muy nerviosos mirando hacia todos lados antes de partir.
Una vez en el tren buscaron un sector privado y pusieron las ropas aún humedas cercas del tubo de calefaccion esperando que secaran algo que fuera, Silca y Selide se sentaron uno a lado del otro y se taparon con el poncho que Selide habia comprado, mientras Wolfro se tapaba con el propio frente a ellos.
- estaba muy asustado, muy asustado- le confesó Selide- tenía miedo que te pasara algo.
- Yo no entendía nada cuando asquella noche me fue a visitar de sorpresa, tenias razon era el, lo siento.
- No te preocupes no debes sentir nada, por que no has hecho nada malo, estoy cansado, mis alas estan adoloridas.
- Me habias dicho que no eran para volar.
- Eso mismo pensé yo.
- ¿que? ¿Volaste?- interrumpió Wolfro al escuchar aquellas palabras.
- Si, respondió aunque nose bien por que.
- Un acto de fe debe haber sido, La Fuente te ayudó.
- Yo creo lo mismo- dijo Silca- te premió por como eres.
Selide sonrió al pensar en lo vivido.
El viaje duró un trayecto similar, en las estaciones compraron algo mas de ropa para Silca, e hicieron el papeleo necesraio ya que al ingresar en otras ciudades relució el problema que Silca no llevaba consigo sus documentos, asi que tras llenar formularios de extravío de diocumentos, siguieron con el pase provisorio que debia arreglar una vez llegado a Ambicii lugar donde habia sido fijado su lugar de residencia siguieron sin problemas hasta llegar a Ambicii.
En el sector de revisión de papeles de Ambicii no tubieron problemas con Silca pero si con Selide el cuel tubo que acompañar a los revisores al sector de aduana, ya que Selide Jol Regö habia sido declarado extraviado.
Germa, Rada y estños aparecieron de inmediato en la aduana a buscar a Selide.
- ¿que hiciste?- le gritó estños.
- Fui a rescatar a Silca, Loxen la habia secuestrado debia rescatarla solo.
- ¿y como te acompañó el?- dijo rada indicando a Wolfro.
- Nos encontramos en el bus- añadió Wolfro- digamos que fue coincidencia.
- Valla coincidencia- respondio Rada sin creerlo.
- Pero Selide te dije que quería acompañarte porque tu vives aventuras quería acompañarte si fuera, ir solo fue peligroso.
- Lo sé- respondió Selide cabisbajo.
Tenía en ciert forma razón, no debia haber hecho caso del todo a la carta hbaia sido descuidado en ello, pero en aquel momento no se le courrió.
- los errores mas estupidos los comete la gente mas inteligente- dijo germa para subir el anuiimo.
Aunque no sirvió de mucho.
- bueno lo pero de todo es que abandonaste a Huerquen- le dijo Germa.
Asi fue que muy rapidanmente fueron a la casa de germa donde habian guardado las cosas del viaje por aquellos instantes, debian arreglar algunos papeles pero Selide lo unico que deseaba ahora que nadie se separara y viajar hacia el sur.
Sus amigos se habia percatado de la ausencia de Selide y lo buscaron por todo el tren, detubieron la marcha y avisaron revisando persona por persona, pero el boleto de Selide no habia sido registrado por el inspector, asi fue que en la primera estacion que tubieron, bajaron y regresaron a Ambicii donde denunciaron la desaparición y esperaron hasta esos dias.

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