Tuesday, July 24, 2007

89.- brazos.



- que emocion Selide- le dijo Rada cuando se juntaron.
Y abrazó muy fuerte a Selide. - sabia tu tambien tenias algo especial- le decía.
- entonces Germa ya te dijo.
- Claro que me dijo, oye quería preguntarte algo.
- Dime- respondió Selide aún sonrientwe al sentirse tan bien acogido.
- ¿nunca has tenido problemas con la agrupación “Scientia”
- ¿ciencia?
- No “Scientia
- Me refiero a que Scientia es “ciencia” en idioma antiguo, que pasa con eso.
- Sabia que tu conocereías el nombre- dijo entonces Germa- no creo que en el sur hallas tenido problemas con ellos.
- La verdad es que no- respondió francamente selide- ytube problemas con una Sociedad de sargón que hasta el dia de hoy me pena en todos lados, pero esa tal Scientia nunca me dio problemas.
- En todo caso eres Casoslogo, no creo que ataquen a sus colegas “cientificos”.
- No entiendo ¿”ataquen?- preguntó Selide.
- Si veras cuando me preseguiste con aires sicopatas hace un tiempo- respondió entonces Rada- yo pensé que eras uno de ellos, pero despues me dí cuenta que estaba en un error.
- ¿pero porque arrancabas?- pñreguntó Selide.
- Hace decadas- respondió entonces germa- la ciencia no tenia todo elk aprecio que se tiene ahora, hasta era perseguida, por ejemplo el postulado de que la tierra era redonda, era herejía, por que el mundo pensaba que el mundo era plano y estaba bordeado por dos oceanos del fin del mundo como llamaban por oriente y occidente, que tu abuelo descubrio se trataban del mismo mar “el pontoterio” y por el norte y el sur por las tierras inalcanzables, y otras grandes cosas, asi fue que nació un grupo llamado Scientia, la idea era lograr acabar con la antigua religión como llamaban a La Fuente, y demostrar que todo es cientificamente comprobable, y en nombre a eso hicieron muchas calamidades, los a´ños pasaron y el grupo sigue existiendo, y bien sabes que querrrían saber como es que una persona no tiene sombra.
- Por que cuientificamente eso no es explicable- dijo Selide recordando sus propias dudas cuando la conoció.
- Si pero eso no puede ser, asi que quisas que experimentos harían con ella como lo hicieron conmigo.
Selide la miró asombrado.
- por que asi fue como me cortaron las alas la segunda vez para entenderlas.- prosiguió.
- Entonces si recupero yo hay- empezó a asustarse Selide.
- Tranquilo no creo que te hagan nada- respondió.
Selide miró entonces a germa fijamente pensando en lo triste que sería perderlas por segunda vez.
- no te preocupes- dijo entonces Germa al darse cuanta sobre que pensaba selide- no las extraño, y si pudiera recuperarlas no lo haría me traen malos recuerdo, ademas ya no puiedo recuperarlas.
Selide la miró alarmado.
- tranquilo yo creo que tu todabia puedes recuperarlas, se que quieres recuperarlas.
Y claro aunque Selide se pudo sentir mas tranquilo por un lado, comenzó un nuevo drama en su interior ¿quería realmente recuperar las las? Tomando en cuenta todo lo que habia sufrido con ellas.
Asi fue que se fue a su casa pensando, meditando, no tenia claro nada para quel instante.
¿por que Germa no quería contarle como recuperar las alas?
Asi fue que llegó y se sentó en el sillón sin mirar casi a su alrededor.
- hola mi nombre es Aurea- saludo una muchacha que estaba sentado frente a su lado.
Selide estuvo desconcertado un momento, ¿que hacia quella rubia mujer a su lado en casa? Era de mirada transparente y rasgos finos.
- valla Selide llegaste justo a comer tendré que poner otro huevo en la sartén- dijo Estños desde la cocina.
- Valla- dijo entonces Selide entendiendo todo- mi nombre es Selide compañero de casa con Estños.
- Si lo sé- respondió estños habla mucho de ti, cosas buenas claro para que no te preocupes te niene en alta estima.
- ¿tu eres?- preguntó Selide.
- Ya te dije mi nombre es Aurea Erlik, y soy una “amiga” de Estños lo conocí por unas amigas en una salida hace unos dias, aunque claro yo no soy de salidas pero mis amigas incistieron en que debia conocer mas y bueno ya sabes.
- Me quedó claro.
Selide miró a estños asombrado y con un poco de envidia por conocer mujeres asi, pero luego volvió a sus pensamientos.
Estños sirvió entonces la comida.
- a comer lo e hecho todo con mucho cariño- dijo estños con una sonrisa.
En la mesa mientras comian tubieron una amena conversación sobre diversas cosas de los sucesos politicos y de otra indole de la ciudad.
- nose el mundo como esta yo creo que tiene los dias contados- añadió Aurea- por eso prefiero a mis niños ellos son el futuro.
Selide casi se atragant´ño con la leche que tomaba en ese instante.
- ¿tienes hijos?
- No - respondió Estños adelantandose a Aurea- trabaja con niños huerfanos los va a ver les cuenta cuentos hace ese tipo de cosas.
- Valla es sorprendente- exclamó selide- realmente admirable, igual con lo que tu dices del fin, no lo creo muy bien es conocido que cuando la civilización manthide calló se pensaba era el fin de los dias, y cuando la religión de la Fuente se fundó fue por un motivo similar, siempre que halla personas en este mundo la gente pensará qyue es la ultima generacion antes del fin.
- puede ser puede ser- dijo vagamente Aurea antes de hablar interesadamente de nuevo- si de verdad encuentras admirable el trabajo ¿por que no me acompañas en estos dias?
Selide miró a Estños quien hizo una mueca de desagrado, y luego miró a Aurea que esperaba una respuesta.
- esta bien- respondió- supongo que me hará bien.
- Y a los niños igual- exclamó felíz al tiempo que aplaudia rapidamente.


Asi fue que Selide compró un par de cosas junto a Aurea para llevar a los niños, fueron a uno de los tantos horfanatos, fueron al horfantao “rayo de plata” el cual quedaba en el distrito 6.
Los niuños eran bastante callados en su mayoría y otros parecian mas habituados a Auirea a quien se acercaron muy alegres buscando la usyual sonrisa que les devolbía.
Selide entró muy callado sin saber siquiera que hacer en tal situación, entregó las cosas para poder repartirlas en partes en un rico desayuno.
Algunos niños sonreían desde fuera sin acercarse mucho y otros como una niña peliroja con trensitas se le acercó a Selide para preguntarle si estaba en estado de compromiso restringido con Aurea a lo cual respondía que no muy colorado.
- ¿no son amorosos?- comentaba Aurea muy alegre.
Las encargadas muy felices por los dontivos prepararon un contundente desayuino para los chicos. Aurea se sentó con un libro que le llevaron “el Polet-Polet y la niña”, mientras Selidecontemplaba sin saber que hacer.
Miraba la cara de algunos repasando las distintas personalidades de niños, algunos estaban sucios con tierra y abrasaban mucho a Aurea mientras otros mas grandes daban vueltas queriendo acercarse pero sin atreverse del todo, habia un niño de unos de unos cinco años mas que el resto pero que parecía comodo escuchando el cuento, otro mas desordenado las mujeres encargadas mantenian al margen por que le habia pegado a otro niño y dos niñas con una muñeca miraban al grupo de niños escuchando el cuento burlandose por “lo infantiles” que eran quienes escuchaban cuentos.
Hasta que la vista de Selide paró en un niño en el fondo del salón, estaba sentado leyendo un cuento por su cuenta, cubierto por varias mantas y lanzando miradas furtivas al grupo de niños en torno a Aurea.
Selide no supo como pero sintió en el una cierta sensación de verse representado, asi que sin pensarlo dos veces caminó hacia el.
El niño al ver al extraño acercarse bajó la mirada ern el cuento para ver si lo ignoraba.
- ¿que lees?- preguntó Selide acercandose en tono gentil.
- El “Mastopodo azul”, - respondió apaticamente.
- Y ¿es un libro interesante? por que veras a mi me gusta leer.
- Si es entretenido- dijo el niño entonces levantando la mirada- ¿no sabes que hacer cierto?
El niño era muy observador y se habia dado cuenta que Selide se habia limitado a sentarse sin saber bien que hacer durante los momentos anteriores.
- si tienes razón no sabia que hacer, pero ahora se.
- ¿que es?
- Hablar contigo me recuerdas a un viejo amigo.- dijo en tono nostalgico.
- Bah. Dificil que te recuerde a alguin soy bastante peculiar como paera no recordar a nadie.
- Ese es un grave error que cometen muchas personas incluyendome, pero como dicen “nada es nuevo bajo el sol” perfectamente algo de ti me puede recordar a un amigo, aunque tu seas irrepetible.
- Si pero no creo que antes halla gente como yo- dijo el niño.
Selide se fijó que el niño al moverse reveló que tenia unos bultos en sus espaldas tapados por las mantas.
- ¿alas?
- ¿que?- dijo el niño tratando de comprender.
- ¿son alas las que tienes en tu espalda?.
El mino miró a señlide con miedo se dio cuenta que no habia logrado esconder su secreto.
- no son alas, me aunque las ubiera preferido que estas cosas.
El niño se saco las mantas y rebeló que bajo cpas de chalecos escondia algo, se las sacó y eran dos brazos muy extraños, con cuatro dedsos cada uno de dos veces el grosor de el dedo pulgar de Selide cada uno, con un dedo que se oponía a los otros y una articulacion del codo que movía en 360 grados.
- estas cosas que no sirven- dijo el niño esperando que Selide las contemplara un momento antes de volver a esconderlas.
- Valla me ubiera gustado tener esos- exclamó Selide.
- Si claro, a las personas no les gusta lo encuentran raro.
- ¿y las puedes utilizar? Digo para tomar cosas escribir...
- si algo- respondió el niño sorprendido ya que esperaba asustar a selide mostrandole sus brazos.- escribir puedo tanto como puedo escribir con la mano izquierda, pero si puedo hacer cosas.
- Yo tube alas ¿sabias?- dijo entonces Selide con un tono de voz como si rebelara un secreto.
- No te creo eso no existe.
- Pero si es verdad.
Selide le dió la espalda y se levantó la chaqueta, el chaleco, la camsa y una polera para mostrarle las marcas, luego la escondió.
- ¿viste? Las tenia cuando era chicvo pero me las cortaron.
- Y ¿por que?
- No lo se,a la gente no le gustaban lo encontraban raro- respondió imitando la respuesta que el niño le habia dado.
- De todas maneras mejor tener alas que estas cosas.
- No te creas las alas no volaban tu con tus brazos puedes hacer cosas.
El niño se paró y le hizo una seña para que salieran al patio, una de las encargadas del horfanato no hizo problema para que fueran.
Afuera habia un manzano donde el niño se sacó la chaqueta y comenzó a trepar con gran habilidad con sus cuatro brazos.
- mi nombre es Carlos.
Selide repitió la palabra en voz baja.
- te digo que es el nombre mas extraño que he escuchado en mi vida- le dijo Selide.
- Lo se- respondió el niño- dicen que mi madre me puso asi, se reieron mucho de mi por ello.
- Bueno mi nombre es Selide.
- Ese es un nombre mas normal - dijo el niño.- ¿de verdad las alas no volaban?.
- Es verdad lo intenté toda mi infancia pero llegué a la conclusión que los hombres no esta hechos para volar sin maquinas.
- Puede ser, tal vez las alas son para que pienses en La Fuente y le pidas un milagro.
- ¿milagro? Valla en mi tierra se les llama actos de fe, puede ser tal vez me faltó fe.¿sabes? creo que puedon recuperar las alas.
- ¡ya! Eso sería genial, ¿las recuperaras cierto?
- No lo sé, sinceramente no lo sé.
- Yo lo que daría por cambiar estas cosas por alas.
- No digas eso esas cosas como llamas son tuyas tu tienes que aprender a uasarlas y trabajar con ellas.
- Solo si tu apendes a volar.
Selide miró a carlos sonriente.
- esta bien lo haré, aprenderé a volar y les mostraré a todos que no por eso soy pero sino que sigo siendo el mismo siempre y cuando tu dejes de avergonzarte de tus brasos y luches por que ser quien eres.
- Pero es que...- titubeó carlos.
Entonces de la puerta se escucharon gritos, risas y algunos de asombro.
Aurea habia llegado con los niños al patio acompañada de algunas de las mujeres del horfanato.
Las cauales escandalisadas llegaron corriendo al manzano al ver al niño de cuatro brazos subiendo de rama en rama.
Aurea miró anonadada la imagen y los niños correiroin en torno al árbol asombrados al ver la habilidad de su compañero.
- no sabia que podias hacer eso- exclamó un niño.
- Valla suerte que tuienes yo tambien quiero esos brazos- respondió.
Y en un segundo a otro todos los niños llegaron contentos excclamando asombrados la habilidad de carlos, las mujeres dejaron de pedir que bajara al ver la reaccion de los otros niños.
- debemos irnos- susurró Aurea llegando al lado de Selide.
Selide hizo una seña con la mano que carlos devolbió desde el árbol y salieron por la puerta principal.
- ese niño siempre estaba en un rincon nunca logré que hablara-dijo Aurea maravillada por Selide.
- Espero haber ayudado me hubiera gustado que un viejo amigo hubiera conocido a alguin que lo ayudara antes de todo lo que sucedió.
- ¿como se llamaba tu amigo?
- Sargón.

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