91.- reencuentro.



por la misma coincidencia no podía distraerse completamente en la fiesta de la tarde. Selide comentóante todos que su padre se habia confundido enviando una carta de cumpleaños 6 meses despues de lo real por el cambio de calendario en ambos hemisferios, pero los presentes solo rieron, cualquier cosa era valida para celebrar.
“Felíz no cumpleaños” saludaban entonces y levantaron a Selide 25 veces como si estubiera de cumpleaños tal dia.
Estños y sus amigos y amigas no estaban solos tambien estaban Germa, rada y Wolfro, quien conversó con Germa casi toda la fiesta.
Selide caminaba de aqui para halla, nervioso pensando.
Por qyue claro si la pista esaba en el descubrimiento de su abuelo sería el Pontoterio que era lo mas famoso, viajar y conocer el mar, era algo que lo atraía pero encontraba iilogico aquello de viajar tanto si se habia demirado en llegar a tal punto, se sabía que mas hallá de donde la curbatura de la tierra dejaba ver en medio del pontoterio se encontraba uno de las tierras ¿o continentes? Mas alejados del mundo ¿ahí estaría?
Pero aquello era uhna `pista muy vaga.
Aunque como reconsideraba mas tarde Loxen solo le habia dicho que llegado su momento lo buscaría y de todas las ciudades existentes justo habia llegado a la que era, ¿podria ser el mismo caso?
La idea dava vueltas y vueltas.
-el descubrimiento de tu abuelo tiene la pista...- murmuró Selide.
- claro respondió germa - muy sonriente acercandose a selide- en la calle Pontoterio vive su nieto quien lo diría quien esta de no cumpleaños asi que como ya e dicho como cien veces...
- un poquito mas- añadió selide divertido de escucharla.
- Bueno eso ¡Felíz no cumplaeños!
Selide entonces vió la cosa de esa forma, porque claro si las coincidencias lo rondaban aquella era mas probable.
Selide salió y miró la direccion hacio ambos lados, la calle se perdía tras unas cuestas hacia ambos lados.
- listo mañana partiré- se dijo y trató de esta vez disfrutar las cosas, aunque los nervios lo mataban.
Hasta que la fiesta terminó y las últimas personas se fueron
El dia siguiente era de trabajo y Selide trabajó normalmente hasta que la tarde regresó.
Miró hacia ambos lados decidiendo hacia donde caminar por que iría lentamente viendo cada detalle.
Y así lo hizo lentamente casa por casa miraba hacia los interiores, la verdad fue que Selide se llevó una sorpresa al darse cuenta que la calle Pontoterio un poco antes de llegar a la cuesta cambiaba de nombre a “General Surpal”.
Selide miró con recelo la cuesta.
“no se encuentra a la altura del horizonte” pensaba.
La calle de aquella interseccion se llamaba Genesis.
“Genesis”,”Genesis” era una palabra que le llamó la atencióna selide, significaba comienzo pero era muy poco utilizada, aunque algo le decía haberla leído en alguna parte, ¿per donde?
“Genesis 243” resonó en su cabeza como una direccion escondida en lo mas recondito de los pliegues cerebrales de Selide.
La cuiriosidad fue mayor y caminó hacia aquella direccion que se encontraba a unas tres calles de distancia.
Era una casa muy similar a la de Selide pero con un balcón lleno de plantas.
Y ahí se planto duarnte una hora mirando la fachada decidiondose si preguntar o no.
Por que la verdad era que no sabia que preguntar. “disculpe es que mi cabeza me hizo recordar esta direccion y queria saber quien vivia aqui” no era algo muy inteligente que decir, pero por otro lado no se atrevía a mentir.
La puerta se abrió y salió una delgada mujer de falda violeta, con una chaqueta aterciopelada de color rojo y algunas flores en el negro pelo que caía naturalmente por los hombros.
La mujer miró a sedlide quien se puso rojo.¿quien era? ¿quien era?
No lo aguantó mas, Selide bajó la mireada y se diisponía a salir corriendo cuando la mujer hablo.
- te me etres familiar, ¿te conozco?
- E bueno- dudó Selide sobre que responder.
- Claro esa mirada no la puedo olvidar, bien vestido como la otra vez, ¿Selide cierto?.
Selide levantó la mirada por que aquel tono de voz no lo habia olvidado aunque hubiese pasado tanto tiempo.
- ¿Silca?.
Silca asintió mientras se acercaba a Selide muy radiante, la direccion de Silca Selide lo habia sacado de un papel, un paple que habia pasado casidesapercibido, que calló cuando conoció a Silca en dendros casi un año atras, no podía comprender como habia recordado tal nombre.
- asi que me encontraste.
- Es que no puedo creer la coincidencia- dijo Selide.
- Cierto, de todas las ciudades habidas y por haber estas en la misma, y con la cantidad de habitantes que tiene la ciudad es un milagro- respondió silca a medida que se acercaba.
Selide le tendió la mano y Silca la mejilla.
- aún no olvido las costumbres del sur- dijo saludandolo de beso en la mejilla.
Era algo sorprendente aquel encuentro.
- iba a comprar- añadió Silca, ¿me acompañas? O estas muy ocupado.
- Bueno- respondió Selide timidamente.
Fueron a un almacenb cercano a comprar algunos abarrotes para la casa.
- mi tutor me dejó viviendo aqui en Ambicii- contó Silca- trabajo arreglando estantes en la biblioteca de Ambicii.
- Valla puesto importante- exclamó Selide.
Selide y silca regresaron a la casa de Silca donde ella le preparó un te de hiervas de las tierras de silca endulzado con miel a conversar.
Selide miraba a Silca muy fijamente, por que queria ver cualquier expresion de mentira en su hablar, un movimiento de ojos involuntarios, un cruce de piernas o brazo en un determinado instante algo que le ayudara, Selide se habia vuesto mas observador desde el duelo con Sargón y habia aprendido ciertas cosas en que fijarse para saber si alguin le estaba mintiendo, el problema era que Selide debia estar pendiente de esas señales osino pasbaan desapercibido.
Pero el actura de silca era sincero las cosas decían que era una simple casualidad el que se hubieran encontrado, Selide trataba de entender aquello pero no podía.
- el mundo es un plato- dijo Selide sonriendo tras un instante.
- “El mundo es un pañielo” dicen en mi tierra- añadió Silca.
Selide entonces le contó la verdad, era casi ridiculo selide no contaba a las personas que conocía sobre si tenía alas, pero tal como habia pasado cuando le contó de carbionette un año atras Silca le producía cierta confianza.
Selide le mostró rapidamente las marcas ya que Silca se mostraba incredula, pero luego de creerle se encontraba fascinada ante la idea de un hombre con alas.
- ¿entonces puedes recuperar las alas de una forma pero no sabes como?- pregunto mientras tomaba el último sorbo de tu taza el cual ya se habia enfriado.
- Si - respondió selide respondiendo mirando el fondo de la taza que tenia un poco de miel no derretido mezclado con la infusión.
- Pertdona- exclamó Silca mientras servía un poco mas de infusión al tiempo que sacaba de un tarro algunas gallestas para acompañar- perdona por no ofrecerlas antes soy medio olvidadisa.
Selide sonrió por que le causo gracia aquel olvido, y luego le contçó la parte mas importante de los ultimos años, su encuentro con la Sociedad de sargón, sobre Loxen y su padre.
Al temrino del relato ya habian acabdao con todo y entraba suavemente la luz de la luna por la ventana.
- por eso estabas por estos lados, buscadno el lugar que tu abuelo pierde en el horizonte o algo asi.
- Si- afirmó Selide.
- Bueno la calle Pontoterio poco la conozco pero termina hacia el norte a un par de kilometros, no es tan larga, termina en una plaza si mas no recuerdo, si quieres mañana te acompaño.
Selide respondió que si muy contento con la idea de que le acompañaran en la busqueda de su padre.
Selide llegó silvando a casa y estños solo le lanzó un par de tallas por su estado de humor, el dia siguiente de trabajo pasó muy lento hasta que por fin fue de tarde nuevamente donde con Siulca caminarían en busca del significado que podía tener tal carta.
Caminando lentamente conversando, esta vez fue el turno de Silca quien contó esta vez la historia de como habia llegado ahí.