Saturday, August 19, 2006

41.- hogar.


el vieje fue mas rapido de lo que Selide ubiera deseado, esto tenía relación con el miedo que sentía de enfrentar a su familia.
Su parada en Ciudad central no demoró mas allá de unas horas que fue el periodo antes de tomar otro carro para su valle y natal.
En el carro iba junto a el una de las señoras que habían hablado mal de el la `primera vez que viajó a Ciudad central, claro puede que Selide no se enojara muy seguido pero nunca olvidaba la cara de alguin quien le ubiera humillado. Y es por esto que se entretubo bastante cuando le preguntaba sobre como era la vida en la Ciudad, sobre todo en Famekno por que su vestimenta lo delataba.
Asi fue que llegó sano y salvo al valle.
Al bajarse a media tarde en la plaza, quería pasar desapercibido, pero esto no resultó.
Ya que en un pueblo tan pequeño como este una cara nuecva siempre llama la atención, mas cuandop esta tiene ropa tan distinguida y refinada, pero lo que mas llamaba la atención era la cara y su manera de andar, ya que la cara de selide era imposible de olvidar por alguin que halla presenciado cuando le cortaban las alas.
Asi podía ver a los muchos vecinos y habitantes del pueblo murmurando cosas entre ellos a su paso, al igual que muchos otros que nunca habia visto.
Levantando la cabeza, mostrandose altivo y trinfal, era como habia aprendido habia que enfrentar las dificultades.
Hasta que un pequeño niño edel otro lado le gritó.
- Hola Selide.
Fue que con la mano respondió con una seña, ante lo cual los murmullos aumentaban ya que se confirmaba quien era. Y sonriente fue que llegó hasta su casa.
Pasaron unos cinco minutos para adquirir el valor necesario de tocar la campanilla.
Y así lo hizo, quien abrió y bastante apurada era su madre, quien al mirarlo pestañó dos veces antes de abrasarlo.
No hubo palabras solo un largo y calido abrazo. Y despues de unos minutos se escuchó la primera palabra.
- hijo mio, has vuelto.
- Lo siento madre por no haber avisado es que...
- No digas nada, pasa.
Así lo hizo y como si no ubiera pasado ningún dia, llegó a su habitación la cual se manetenía igual mientras la madre silbando fue a preparar la cena.
-llegaste,- escuchó de la puerta. Era su abuela que llegó a saludarle, la caal tampoco le pidió explicaciones.
Y una vez preparada la comida los llamaron a almorzar.
Selide se sentía comodo por volver a su hogar, sentir nuevamente ese olor a hogar ya que había aprendido que cada casa tenía un olor particular, y cuando se disponían a comer, llegó el abuelo.
A el era Selide a quien le tenías miedo, llegó con una cara seria pocas veces vista, y ya esperaba un regaño.
- ¿donde has estado este tiempo?.- preguntó el abuelo secamente al llegar.
- Lo siento estaba en famekno.- respondió Selide.
Mientras los otros se mantenían en un silencio sepulcral.
- ¿por que te fuiste de Ciudad central?
- Me echaron, por no casarme con Argia.- respondió cada vez mas trsite y asustado.
- ¿y que pasó con Argia?
- Se casó con otro.
- Entiendo, ahora ¡ven a abrasar a tu abuelo que ha estado tan preocupado de tí!
Le dijo cambiando rotundamente la expresión de su cara.
Selide jamas ubiera siquiera imaginado que le trataría de tal forma, pero aun así no poidía estar alegre.
El abuelo dejó de abrasarlo se separó lo miró a los ojos, y le pegó un puñetazo, tan ferte que empezó a sangran por la nariz, y mientras Selide se llevaba la mano a la cara el abuelo lo volvió abrasar.
- eso era por preocuparnos tanti tiempo, y este abraso es por que regresaste.
Luego del abvrazo, su madre apareció con un pañuelo con el que se lipió la sangre de su nariz mientras se presionaba el tabique nasal para detener la hemorragia.
Solo cuando la sangre restañó el abuelo volvió a decir palabra.
- lo siento Selide poco e entendido por la carta que enviaron preguntando por tí, ahora quiero que me lo cuentes todo por que sin importar el tiempo que pase yo te conosco, eres mi nieto y debiste haber tenido razones suficientes para haber hecho lo que hiciste, ahora cuentanos.
Asi fue como durante la comida relató su vida durante aquel año y medio, contando solo los hechos y no sus pensamientos en tales cirscunstancias, ni emociones por lo que no se enteraron de que realmente selide había sentido algo por Argia, pero en sí la historia fue cautivante para la familia, de vez en cuando hacía que parar para explicar algo mejor. Y así se hizo la cena mas amena.
- ahora entiendo todo,-le dijo el abuelo al temrino de la historia.- ahora solo queda pedirte perdón.
- Pero por que me pides perdón, yo fui quien no cumpkió la promesa.
- Los padres ni mucho menos los abuelos debemos meter a nuestros decenmdientes en comprometer a nuestros hijos o nietos en promesasque no sabemos si llegaran a cumplir, debió haber sido un acto quisas por la emoción de cruzar el mar, que me dejé llevar. Por eso perdoname.
- Esta bien, te perdono.- respondió Selide.
Asi la felicidad y la prosperidad volvió a la casa regô.
En el pueblo Selide era motivo dwe habladurias de todo tipo, ya que el temor por lo sucedido hace un par de años no habia disminuido por el tiempo, pero ahora las noticias de que había cursado estudios en la abadía de Famekno le daban un motivo dwe respeto, y aunque no dudaban de sus modales temian en certa forma acercarse. Ademas que durante aquellos dias, Selide desempaquetó varias cosas, entre ellas unas cepas de micorriza (hongos que se asocian a las raices de los arboles) con estas micorrisas los cultivos de la casa crecieron mas frondosos que nunca, los granos mas grandes y sabrosos, y esto tambien llegó a la opinion publica sobre Selide, y pronto lo catalogaban de hechisero, de hacer pacto con las sombras o otras artes oscuras, pero esto nunca dio mas relebancia que solo para comentar.
El abuelo de Selide veía con buenos ojos los logros hechos por su nieto, ya que ahora podría ganarse bien la vida, los estudios religiosos, y humanistas obtenidos le abrían oportunidades laborales casi unicas, y el conocer las artes Miceom en un pueblo tan pequeño como aquel tambien era valorado
Los jovenes sentían un poco de envidia hacias el, asi que seguía calumniandolo.
- no importa, las personas temen lo que no entienden, yo mismo e caido en ello, por ignorancia y aún soy bastante ignorante en otras.- respondía Selide.
Y las nuevas palabras utilisadas, y la vision del mundo que tenía mostraba claramente que ya no era cualquier muchacho de pueblo, aúnque aún le faltaban muchas cosas por pasar.
El problema era que Selide aún esperaba mas, era coniocido que entre la gente joven a veces nacía el capricho de viajar y conocer el mundo, y como Selide ya habia salida todos suponían que se tranquilisaría y se estabilisaría en el valle donde viviria, si le iba bien, se casaría y pasaría sus ultimos años, pero selide no quería eso, le ubiera gustado volver a famekno, seguir estudiando, o quien sabe, pero lo importante era volver a ver a quienes el sentía que lo valoraban, ya que en el pueblo quienes había extrañado, y sabía que le valoraban era su familia, pero los demas mostraban claramente que era algo mas de interes que real afecto que sintieran por el, a diferencia de los amigos que habia hecho, era extraño como en dos años y medio habia creado toda una vida afuera, con amigos dispersos, Arqueos, Molieb, Nitrien, Fleur, hasta de Lanto se acordaba, y de vez en cuando pasaban por su mente berlem, Helis, Deuria, Argia y Pleistide.
En general todo quien ubiera estado con el durante ese tiempo.
El problema era que regresar a estudiar a Famekno significaba dinero, y sabía que la familia no tenía tal dinero, de su herencia no podía pedir ya que la habia gastado duarante ese tiempo, y lo que ganara en los cultivos sería para la casa, y aún asi no sería suficiente para pagar su estancia de forma indefinida en una ciudad tan lejana.
Así que decidió que trabajaría y en unos años volvería, sabía que Famekno no se restauraría del todo, y tenía esperanza en volver a encontrar a esa chica, a Carbionette.

Durante el periodo que Selide habia esatado fuera algunas cosas habian cambiado, el templo del puieblo tenía un nuevo sacerdote que a diferencia del de hacía un lar de años, se podía ver por las calles por mas tiempo que solo las ceremonias religiosas, y por otro lado se estaba por inaugurar una estación de ferrocarriles, lo cual uniría al valle con Ciudad Central de forma mas directa y con el resto del mundo.
El pueblo tambien había crecido, ya que al igual que Famekno y Ciudad Central, habian llegado muchos inmigrantes, y con Selide tambien llegaron otros mas, arrancando de la persecusión en Famekno, claro tambien se les hablaba de mala manera, a Selide esto le gustaba, ya que sentía que esa era la parte del pueblo que valía ya que no los jusgarían, y era como tener una seudo-segunda oportunidad en el publoe, pero ni siquiera en tales condiciones se sentía del todo comodo, y así pasaron un par de meses.
Hasta que llegó una carta a la casa Regô.
El servicio postal casi habia extraviado la carta ya que tal ditreccion de casa casi no se utilisaba, pero selide ya no se sentía tan espectante ya que no era la primera vez que le llegaba una carta.

“Grpo econocmico Nargos.
Unidad de busqueda de talentos.


Famekno, 17 Germinal 5536

Señores: Selide, Jol, Regô
Calle nueva agraria 482
Valle sur Grecial
Ciudad Central.

De mi consideración:

Analisada su situación por los organismos vigentes a las reglas internas de nuestra comision, y analisando su expediente de estudios en la abadía de Famekno, le ofrecemos a ussted una beca de estudios en la Universidad de Famekno, en cualquiera de sus carreras, por sus meritos sobresamlientes y por una campaña de restauración de las normas sociales de la ciudad, esperando su pronta respuesta atentamente a usted

Don Nargos I
Presidente general del grupo economico Nargos

Pd: su respuesta se espera a mas atrdar el dia 10 Floréal del año en curso en departamentos 7 norte, Ferner yagnuy numero 141, Ciudad Central.”


Selide quedó estupefacto con la noticia, ya que era mas de lo que ubiera imaginado, una beca por rendimiento academico, sintió que era bendecido por la fuente ante dicha oportunidad de regresar a Famekno.
La noticia al darla en la familia, no tubo el resultado que quería, no estaban tan alegres por que pensaban que Selide se quedaría, lo habían extrañado muchisimo.
- dejalo hija.- le dijo el abuelo a la madre de Selide.- a su edad recorrí elk mundo con esa cladopla, conocí tantas cosas que me han servido en la vida, como Selide ahora que ha regresado, pero si quiere ir nuevamente es por que no ha aprendido lo suficiente, solo el interior del hombre sabe lo que busca y cuando se sacié solo se calmara, aunque nunca un alma se colm,a del todo siempre está tras la busqueda de algo, asi que mientras tu hijo tenga vitalidad y posea la vitalidad de hacerlo que lo haga, bien has visto en sus ojos las nubes de la trsiteza tras el cautiverio, se muy bien que aún tiene cosas por encontrar dejalo ir querida, la fuente sabe por que presenta las cosas.
Asi fue que Selide consiguió la aprobación de su familia.
Dicho rumor pronto cruzó el pueblo, y un cierto alibio llegó a los habitantes al saber que Selide se iría, pero a la vez la curiosidad de a donde iría y como regresaría mas tarde les les ganaba.
- les digo señores, ese, esta haciendo pactos con la sombra y esta salida no es mas que una preparación para vengarse de quienes le despojamos de aquellas aberraciones de la espalda, quiere vengarse de aquellos que le hicimos un favor al mundo.- decían algunos jovenes.
Y tambien algunos viejso, pero por suerte dichos comentarios nunca llegaron a oídos de Selide y de su familia.
Durante aquellos dias Selide preparó el campo con sus conocmiientos adquiridos en la abdía, y preparó las cosas necesarias `para partir unos dias antes.
Asi lo que parecía ser la ultima etapa de estudios por parte de Selide estaba por comenzar.

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