39.- Resolución.


para el segundo semestre de aquel ultimo año las cosas fueron parecidas.
- Selide toma.- le dijo el Miceom.
- ¿que es?.- respondió Selide al ver solo un carton.
- Has aprendido todo lo basico que un miceom debe saber, para ser un buen miceom ahora tendrias que dedicarte a ello, aunque se ese no es tu vocacion, me gustaría que decirte que con esto puedes trabajar en queserias y lugares, tines conocimientos que no tiene el promedio de las personas, y con esto te digo que ya no me neceitas.- le dijo abrasandolo.
- ¿que haras tu ahora’.- le dijo apenado.
- Bueno me quedaré hace años que no estaba con ente a mi alrededor, y bueno saliendo de vez en cuando hasta mi casa para ver como van las cosas todo esta bien, pero te libero de mis calses.
Selide casi se ubiera puesto a llorar pero las lagrimas poco a poco habian secado en el.
Claro ahora veía a Fongio pero las vcosas no eran iguales, yua que noi eran alumno y maestro. Cosa distinta sucedió con Viryil, ya que esta vez estaba cursando un ramo con el “casoslogia” ya que de “introduccion al metodo cientifico” podía tomar una variante, casoslogia, alquimia, y Biologia.
- toda acción es igual a una consecuencia mas una constante...- comenzó dando la clase.- eso es lo que estudia, la casoslogia, las causas, sus consecuencias, y la constante obviamente. Aunque jovenes incisto que no solo acaba ahí, las constantes son producto de nuestra ignorancia, hay muchas constantes en estas vida que debo desifrar...
Arqueos tomó el mismo ramo, asi que eran compañeros en dicha clase, el problema conensaba con que Selide se distraía muy rapido, y con arqueos se ponian a conversas por toda la clase.
Nitrien y Fleur por otro lado se fueron por las otras areas, ya que Nitrien sobre todo detestaba las ciencias, sin llegar a tener ese miedo que le teniana muchos apegados a la ciencia, sino simplemente por que no le gustaban.
- estas clase de critica social me encantan.- dijo cierta vez.- nitrien.
Selide poco ttomaba atención por que estaba maravillado con la pequeña pormula

F = m x a

Claro ya una vez la habia oído, con berlem, pero solo esta vez lograba entender su significado.
- que has cambiado tu, de detestar la ciencia a estudiarla.- le dirigió la palbra nitrien al ver que estaba absorto con sus anotaciones.- supongo que ahora vas a querer ser un hombre de ciencia.
- No, - respondió tranquilo, quiero ser sacerdote de esta abadía.
Todos sabian que lo habia pensado hace mucho pero ninguno realmente se imaginó que tal pensamiento perdurara ahasta el momento, hasta Fleur se sorpendió, ya que aunuq e el queria entrar a una orden de la fuente, no querúia la abadía de famekno, ya que era una de las mas conservadoras en cuanto a la vida sacerdotal.
- mira selide.- le dijo nitrien.- piensalo muy bien, las cosas no saben como estan, y no creo que sea tiempo para sacerdotes.
- ¿Por que dices eso?.- preguntó Arqueos.
- Por que bueno la vida aqui esta muy tranquila y pacifica, pero es por que dentro de la abadía estamos aislados de la realidad, y es lo que estabamos viendo en critica social, es un milagro que los costumbristas no se levanten, los jovenes aún no regresan de la guerra, y los problemas con los inmigrantes estan aumentanto, les acusan de robo y herejias, traen sus dioses paganos, y eso all pueblo no le gusta, dicen que es necesario, que los recursos utilisdados en una guerra que se libra al otro lado del Pontoterio, sería mejor destinarlos a ayuda social, ademas recuerda que aún el odio producido por la epidemia hace mas de un año no ha terminado, son cosas muy recientes, y tu sabes que como sacerdotes aparte de chocar de cierta forma con los con algunos grupos de costumbristas que estan recentidos con la abadia por ofrecer ayuda a inmigrantes, pero que no se atreven a enfrentar por que sos tambien muy religiosos, vas a tener el problema de los grupos extremos de la ciencia, ya perfectamente has visto una par de acciones que han pasado por ello, pero no sé Selide, estoy seguro que lo vivido solo es una muestra de lo que realmente está pasadno, recuerda que los sacerdotes no nos van a contar todos los problemas que suceden, si hasta poca informacion han dado del incendio del primer semestre.
Selide quedó callado, tenia razón, pero.sentía que solo la fuente le comprendía del todo, y salir al mundo , como decía enfrentar aquellos actos de codicia, que aunque veía eran menores, le daba miedo, recordar los trato en el valle del río Grecial, o simplemente la Sociedad de sargón simbolo de todo lo malo que según el habia en el mundo, el mundo no era bueno, y un claro ejemplo era Molieb, que lo habia perdido todo en el mundo, no sentúia que ubiera algo por lo que valiera la pena regresar, ¿y queda?, ¿tener alas?, y que lograría con ello, la unica vez que sintió que podría hacer un futuro claro hallá afuera fue cuando se iba a casar con Argia, pero pronto le habia desmotrado que hasta en ella había inmoralidad por asi decirlo, ¿mujeres? Hacía bastante tiempo que ya no las miaraba, esto no significaba que le atrajeran los hombres, sino que se simplemente estaba mas preocupado de su vida espiritual en la abadía, y poder vivir como Viryil, o como Fongio que dentro de sus artes se snetian felíz y solo le bastaba la aprobación de la fuente.
Pero había algo en selide que no lo dejaba tranquilo, ese vacío no se iba por mucha oración que hiciera, aunque con ella lograba disminuirla a tal punto que se sentía mejor que nunca.
Asi que faltando un par de semanas para el termino de las clases fue a explicar su deseo a Viryil.
- ¿tu vorrey se sacerdote?¿per che?
- Bueno por que la fuente me hace bien, me siento en ella como nunca lo logré por fuera.
- Bene, non è comun vedere personas come tu, pero, supongo che c’e un motivo, mira selide, tu me parlaste una vez sobre tu vida, è mejor que lo tomes piano, para che no te arrepientas, afuera non tienes nada che creas valga la pena.
- No, no creo, tal vez esta es mi vocación.
- Ahí está el pero, “tal vez” en questa cosa non è recomendable facer lo que uno quiere, sino lo que la fontana quiere, aprende a ecoltar el tuo cuore, si non encuentras cualcosa de afuera que te fascine y te llame de aqui hasta el fin de clases te matriculo de inmediato como seminarista, pero si encuentras cualcosa sabrás que questa non è la tua vocacion, sino que tu vación sería quella che tu encuentres.
Asi Selide no salió del todo felíz, ya que era poner en duda su futuro, pero estaba decidido a que nada en ese par de semanas le haría cambiar de parecer, y que ahí estaba su futuro.
Y decidido como estaba, pidió consejo as la fuente orando todo un dia para pedir que le iluminara en su andar.
Moleib no opinó de la situación ya que era nueva y le producia curiosidad, era Nitrien quien mas le decía que no cometiera tal tontera.
Entonces en la ciudad comensaron lor rumores.
Las protestas por parte de los costumbristas eran cada vez mayores, y mas aumentaban con el pasar de los dias, debido a que se daban cuenta que la fuerza guardiana no era suficiente, y el ejercito se encontraba fuera de la ciudad.
Pedían que la autoridad de Famekno cambiara, los costumbristas tomarse el poder.
Al principio eran solo rumores llevados desde la mitad de año, apero las cosas se volvian inaguantables, y muchos inmigrantes habian tenido que volver a inmigrar ha ciudades cercanas como Ciudad Central o al reino de Borga.
Hasta algunos sacerdotes habian pedido traslado para abadias mas cercanas, aunque claro otro grupo seguí firmwe en mantenerse en el lugar.
Pero estas cosas no lograban hacer cambiar de parecer a Selide.
- la Fuente me protegerá si es mi vocación.- respondia
y ya los amigos se habian dado por vencidos, y simplemente esperaban el plazo para que selide se inscribiera en el seminario.
En esos dias Selide recordó su vieja costumbre de dar de comer a las aves, ya que siendo estas creación de la fuente, pensaba que ayudandolas recibiría iluminación.
- Tanto tiempo.- le saludó Lanto.
La verdad que desde que Nitrien habia opinado de el, le incomodaba hablar con el, pero en aquel momento eso no importaba, hombre, mujer, eran una misma cosa solo la Fuente era merecia toda su atención.
- si tanto tiempo.- respondió.
- Pero ¿que te pasa?, noto un aire dubitativo en tu mirada, buscas respuestas en las aves.
- Bueno.- respondió Selide pausadamente pensando cada palabra.- no, no estoy dubitativo, por que sé lo que quiero.
- ¿y que quieres?
- Quiero ingresar al seminario, pero me dicen que tome un tiempo, la verdad estoy seguro de lo que quiero, pero tanto que me dicen que lo piense debo admitir que me producen cierta duda, la verdad es que cualquier cosa que me contradigan me producirá duda asi que no importa.
- Espera, no habias contado que qerías entrar al seminario.
- Bueno la verdad es que me estoy dando cuenta que me siento bien en la abadía, quiero seguir ahí.
- Bueno Selisde, es mi humilde opinion, pero una cosa es sentirte bien en la abadía, y otra es tener vocación sacerdotal, y en eso tus amigos tienen razón, muchos entran por arrancar de problemas, pero ¿serán ellos verdaderos sacerdotes?, claro la vida por un lado es mas facil, tienen comida y alojamiento, no quiero decir que sea todo facil por que me imagino que el luchar contra las tentaciones no es algo facil pero... hay gente que su naturaleza llena de bondad encuentra ello mas facil, habiendo otros que no, según mi forma de pensar, en ellos hay relamente un sacrificio, mientras que los que son bondadosos por naturaleza simplemente es dejarse llevar por eso que es mas facil, puede que no te conosca mucho selide, pero tu desplante me muestra a alguin bondadoso, y tal vez por ello cte confundas, por que ves ahí algo que no te costaría sería comop seguir lo que eres, aunque realmente tu futuro podría llegar a ser otro.
- No soy bondadoso como dices, ¿como sabes que no eh hecho cosas terribles?
- Esta bien no lo sé, pero no te imagino haciendo tal maldad como dices, aunque por ceerto el error es muy posible, solo es una apreciacion, a veces uno confunde la maldad, y es dificil realmente, el bien y el mal no estan del todo delimitados, muchas veces uno tiene que luchar y quedar por abusibo por defenderse, y no hacerlo según creo sería realmente hacer mal. Y aún haciendo el mal a veces es necesario enfrentarlo o tratar de remediar un poco en cierta forma, sin llegar a obsecionarse, por que obsecionarse con algo nunca es la solución.
Selide se quedó pensando en tales palabras, y luego hablaron simplemente de cosdas cotidianas, del acontecer de la ciudad.
Por que mucho habia cambiado selide ya no era aquel ignorante del mundo a su alrededor sino que cnocia sobre los hechos solo que aún le quedaba aquella ingenuidad.
- piensalo.- le dijo Lanto al despedirse.
Despedirse de beso en la cara avergonzó a selide mas tratandose de un hombre, pero notaba que era una muestra de afecto o respeto, quisas traida de remotos paises, asunque bien sabia que si Nitrien le ubiera visto ubiera reído sin parar.
La verdad es que aquellas palabras marcaron hondo en el alma de Selide, era el ultimo fin de semana libre, luego venía una semana llena de examenes y al siguiente fin de semana la respuesta tenía que estar.
Caminó lentamente por las calles, mirando el suelo, sus pies los arrastraba levemente, caminó tan lento que habia comensado a oscurecer, y vió como un caballero arreglado pasaba farol por farol encendiendo las luces.
Se deyubo en un parque cercano a contemplar algunas hojas pero sigui su caminando, suspirando despidiendose de su libertad en cierto modo, ya que no encontraba aún allá afuera algo que le diera animos para luchar.
Hasta que llegó a la abadía, al dar el par de escalones levantó la mirada.
En aquel preciso momentó tomó la desición, la respuesta habia llegado repentinamente como una visión, su vocación la vió frente a el, y olvidó todo lo demas, nunca entendió por que su mirada le mostró las cosas tan claras.
Frente a el salía una muchacha, un vestido largo y oscuro que practicamente arrastraba al caminar, de tez blanca, y ojos negros.
Cosa que le costó observar por que miraba el suelo para caminar.
Pedía respuestas, pedía una iluminación, tal como Selide la estaba pidiendo hace tan solo unos instantes, solo que ella aún no levantaba la mirada.
Nunca Selide se habia dado vuelta para quedar mirando a una mujer pero aquella vez lo hizo.
Era mas bella que los angeles, según selide, y su pelo negro tambien liso suelto le daba una aire de naturalidad.
Y la miró hasta perderse al otro lado de la calle.
Selide salió corriendo por el pasillo de felicidad. En su interior estaba sumamente triste y asustado por que se habia dado cuenta que aquella vida en la abadía, no era para el, y que su futuro seguía siendo incierto, pero nada de eso importaba, por que aquella visión bastaba para darle a entender que si habian cosas en aquel mundo por las que si valía la pena seguir.
- ¿que te pasa?.- le preguntó Molieb.
Con el que casi tropesó al doblar por el pasillo, ver la cara alegre de selide le produjo alegría ya que jamas lo habia visto así
- pero ¿que te pasa hombre?.- volvió a preguntar.
- Eh visto a alguien, ahora se que aqui no es mi vocación, era la mujer mas hermoza que eh visto en mi vida de aquellas personas que deben existir en un millon.
- Tan escasas como los chicos con alas, - se rió.- ¿como era?
- Era blanca, y tenía pelo, y ojos y una boca.
- Dificil sería que tubiera mas, valla no cambias nada no creo que sirvas para dar retratos, pero creo saber de quien hablas, ¿la viste saliendo de la abadía?
- Si, y ¿como sabes? ¿la conoces?
- ¿que si la conosco?, claro que la conosco, y tu tambien la conoces, ella fue mi paciente, y creo que tienes un punto a favor por que le salvaste la vida.
- ¿yo?, ¿en que momento?.- respondió selide sorprendido, tratando de recordar.- si antes ubiera visto bellesa semejante lo recordaría.
- Bueno en eso te equivocas... y si tu la salvaste al traer el medicamento que te pasó el Miceom Fongio, por que a quien viste es Carbonette.
- Carbonette.- repitió lentamente.
Si aquel nombre, lo recordaba, una vez la habia vuisto sin interes, pero no imortaba si ella habioa cambiado, o quisas el miraba con otros ojos, por que sentía que era la primera vez que la veía, y aquello le hizo sentir sumamente bien.