Monday, June 05, 2006

27.- conociendo a la sombra.


el tiempo habia pasado y llegaba el momento en que se cumplía un año desde que Selide habia abandonado su hogar, y la cantidad de inmigrantes habia aumentado, ya la abadía habia sorbrepasado sus limites, y al sur de la ciudad, tambien habia llegado pero tambien se habian acabado los espcacios, los nuevos llegados daban un ambiente cosmopolita en la ciudad, y habian llegado noticias que Ciudad Central y otras, se encontraban en las mismas condiciones, y en cuanto a la fe esta se habia vuelto difusa en la poblacion, ya que negaban la existencia de la fuente, ya que según esta no permitiría la guerra. Y la nueva poblacion inmigrante no venía sola sino con todo tipo de creencias nuevas para Femekno, algunos adoradores del fuego, chamanes y brujos, se veía monjes de cabezas rapadas, y religiones de toda indole, la iglesia por otro lado comenzó una nueva cruzada para llevar las creencias de la fuente a las personas, ya que el tiempo de la santa autoridad habia llegado a su fin, y el poder de la iglesia habia decaído enormemente ademas que se agregaba el auge de la ciencia por lo que las crisis habia llegado hasta lo mas fondo de la iglesia.
Esta a su vez al verse con poco personal habia comensado un llamdado para vocaciones sacerdotales y casi desde el momento en que ingresaban se les permitía una ayuda constante al interior del la abadia.
Selide por otro lado se habia esforzado por alcansar el nivel de sus compañeros asi fue que aunque no obtenía los mejores resultados, los sacerdotes habian notado el esfuerzo que este hacia. Su amiga la vieja de los pajaros lo esperaba todos los fines de semana para hablara una hora sobre la vida en general, era a la unica persona a la que Selide le contaba la mayoría de sus cosas.
- aprender a confiar en las personas es un arte sumamente dificil.- le decía entonces – muchas veces en quienes crees puedes confiar no se puede, y las personas que menos imaginas son las mas confiables, asi que para ebitarme problemas me quedo con las aves.
Le dijo sonriendo, mientras Selide sonreía, pero entonces su mirada se desvió, hacia un esquina de la plaza, era un joven de la edad de Selide, con un traje celeste que rosaba el piso, con multiples dibujos de flores de un color azul mas obscuro, en su cuello un collar amarillo, y de los hombros sobresalían lo que parecían puntas de un color rosado, su caminar era bastante interesante;
- tanto tiempo señora Ptara - le dijo al acercarse lo cual sorprendió y asustó a Selide - ¿como esta usted?.
- Muy bien mi chiquillo.- le dijo respondió la anciana sumamente alegre y ambos se saludaron.- si tanto tiempo, ¿como te ha sonreído la vida?.
- Bueno eh salido de aquí para allá, pero creo que me quedaré en Famekno, pero no me ha sonreído tanto como a usted que la veo de muy buena compañía.
- Bueno el es otro buen muchacho.
Le dijo mientras le indicaba.
- bueno hola, me llamo Selide, Selide Jol.
- Encantado.- le respondió con una voz muy suabe, cosa que a Selide le habia llamado mucho la atención.- le llamo Lanto, soy un viejo amigo de la señora Ptara.
- ¿Ptara? ¿Se llama Ptara?.
- Bueno si – le respondió al tiempo que cambiaba su atencion hacia la vieja.- ¿aún no le has dicho tu nombre?
- Bueno tu me conoces, no me gusta darle mi nombre a cualquiera.- respondió.
- ¿cualquiera?.- murmuro Selide.
- No te preocupes muchacho, yo hablé con ella por las de un año y medio antes que se le escapara su nombre en una conversacion, ¿apuesto que te dijo que no lo recordaba?
- Bueno si, ya veras esta loca.
Le dijo haciendo una mueca con las manos, por lo cual ambos rieron.
- no estoy tan loca, aún - respondió ella siguiendo con el juego.
- bueno disculpen pero se me ha hecho tarde- se escusó Selide y se retiró.
Mientras caminaba hacia la abadía se fue pensando en lo curioso de lo suceditado, Ptara se llamaba la señora, valla que era misyteriosa, y el joven aquel, a el si que lo encontraba extraño, su ropa sobretodo el celeste era un color relacionado con lo femenino, con las mujeres, pero a esto no le dió mayor importancia.
Al llegar a la abadía la multitud de personas fuera de ella era sorprendente, asi que por curiosidad quiso entrar por la puerta principal, y desde el momento en que pisó el primer peldaño del par de escalones ante la puerta es que pudo escuchar un grito. Era un grito tosco y bruto, pero a la vez agudo, le recordaba a un grito que apenas recordaba, si un grito que una vez escuchó pero que su atencion no percató ya que habia algo mas importante, fue el dia que le cortaron las alas, fue aquel grito que enmudeció a la multitud, aquel grito tan penetrante que habia reformado a Deuria, aquel grito lanzado por el mismo, pero esta vez provenía de otra persona, era una mujer.
Al entrar varios sacerdotes caminaban de un lado hacia otro preocupados con collares de oracion que llevaban y varios jovenes principiantes se veáin cabisbajos al no poder hacer mucho.
Selide siguió caminando hasta una enorme sla casi al final del pasillo, un sacerdote estaba apunto de pedirle que se alejara, pero Viryil estaba en el lugar y permitió que se quedara.
- curiosidad, eso es bien visto sobre todo si te dedicaras a la casoslogia, pero quedate algún dia estas cosas te serviran.- le dijo.
Selide por lo personal no comprendía como ver a quien lanzaba tales gritos le sirviera de algo pero despues de todo, aquel sacerdote era bastante extraño, un sacerdote que se dedica a la ciencia era casi aberrante asi que se quedó

teriv al iridiv eup
uzrufs nuc
arbmus al ne ihcna
alednacni e attifripme eis anatnuf al
ila eraelgat rip
u irerivrupme, iracata eirruv e
otnimenupurp inib ittis nun
inusrip al.
Fue un grito ensordecedor, pero iba mas allá al simple sonido, era algo perverso, todos lo sabían al igual que se sabe cuando se tiene hambre o frio.
- un enviado de la sombra está en su interior – le dijo uno de los tantos sacerdotes que estaban atendiendo.
- Yo, lo digo, es un demonio, deben ser muchos.- gritó otro.
- ¿demonios? Esas son creencias paganas, los demonios no son malos son parte de nosotros.
- ¿parte de nosotros? – repitió Selide tratando de comprender ya que en clases aún no le enseñaban tales terminos.
- Si, joven lo que sucede es que en algunos tendencias de la religion, siguiendo los principios de una de las creencias de las religiones del concilio, denominaba demonios a los enviados de las sombras, pero esas creencias ya han pasado ya que demonio viene de Daymon que en lengua antigua significa alma o espiritu, ya que se podía referir a cacodemonios, ya que los agatodemonios, que serían demonios buenos por asi decirlo, no se ha llegado a consenso aún sobre su real existencia, pero se cree que los agatodemonios es la forma de denominar a los angeles.- le dijo el mismo sacerdote que le hablo en el principio.
“Oh santo poder de la fuente ven,
Oh santo poder de la fuente ven,
Este dia nos presentamnos ante ti
o misericordiosa fuente
para que nos ayudes,
no tomes en cuenta nuestrpos pecados
sino la fe de tus seguidores,
no avandones a tus servidores,
y no lo dejes caer ante el obscuro
que la sombra y sus seguidores se alejen
que los cacodemonios se vallan,
Hijo de la sombra,
Sal abandona dicho cuerpo que no te perteneces
El cuerpo solo es de la fuente
Y es prestada al ser humano.
No tienes derecho,
No tienes lugar.
Fuente dale el poder de tu espiritu,
A este servidor tuyo ,
Para que por medio de su palabra,
sea expulsada la sombra...”
A Selide le llamó la atención, la gran conviccion con la que pedían que aquel seguidor de la sombra se fuera, y los movimientos bruscos y repetitivos que hacía la joven poseída, tenia esta reiteradas conbulsiones y la espuma que salía de su boca se tornaba de un color mas oscuro y carmesí.
La habitacion tenia el aire tenso y un olor sulfurado la inundaba, mientras los objetos se movían y los gritos de la muchacha se volvían mas y mas graves y forzados en contraposicion a las oraciones de los sacerdotes.
entonces Selide poco pudo fijarse en los demas ya que su porpia espalda empezó a arder de una manera descontrolada, era la saliente por donde solían estar sus alasa, asi que se retiró corriendo a toda prisa. Eso fue todo lo que vio sobtre el exorcismo.
Al llegar a su puerta y cerrarla a su paso bruscamente, solo Molieb se percató de ello y esperó tras ella, ya que en el interior el dolor que sentía Selide iba en aumento.
Asi que se sacó rapidamente las ropas sobre la cintura quedandose a torso desnudo, pero le era imposible palparse el lugar por que sabía que eso dolería aún mas, por lo cual no pudo contenerse y lanzó un grito aspero y angustiante, eso fue de lo ultimo que trecordó por que el dolor le hizo perder la conciencia.
Molieb por otro lado, al escuchar el grito, golpeó la puerta, pero no recivió contestacion alguna, asi que regresó a su habitacion, y desarmó su mochila para sacar un alambre que tenía en su interior como sostenedor, y volvió a la puerta de Selide para abrir la puerta con ella, al entrar la vision fue aterradora. Sobre las paredes habia una sola y continua gran mancha de sangre, y sobre la cama que tambien estaba salpicada se encontraba Selide inconciente con dos heridas en su espalda que no dejaban de sangrar.
Asi Molieb regresó a su habitacion para sacar alguna gaza, yt un lavatorio erl cual llenó con agua. Lavó cuidadosamente la gaza y la puso sobre la espalda esperando que la sangre restañara, pero esto se veía mas dificil, asi que lo puso sobre sus espladas y lo llevó a enfermeria.
Al llegar un viejo abad lo atendió mientras Molibe no se separaba nunca de su lado.
- ¡Por la Fuente!- exclamó al ver al estado de Selide- que le pasó a este joven, estas heridas se ven graves.
- No lo se. Cuando entré en la habitacion estaba así.- contestó Molieb.
- Ya veo...- dijo continuado con un largo silencio mientras palpaba la herida.- valla esto si es extraño.
- ¿que es extraño?.
- Que aquí donde estan las heridas hay un pequeño huezo, quisas no lo suficientemente grande como para ser muy notorio, pero es como la base de un hueso cortado.- dijo examinandoi mientras se acercaba mas a la herida.- parece haber sido cortado, pero esto ya tiene tiempo por que por otro lado los bordes son suaves, signo de un proceso de recuperacion, tiene todo un sistema de articulacion atrofado, y este hueso tiene una porosidad digno de una persona con hosteoporosis, pero el resto de los huesos se ve en estado extremadamente compacto.
- Que extraño- respondio Molieb tratando de comprender.
- Mira a este chico ya lo he visto por la abadía y se que en este mundo se pueden ver muchas cosas, y muchas de ellas son extrañas e increibles, pero puede que no se considere como buen signo.- luego cambió la voz a mas seria mirando fijamente a Molieb- yo soy de palabra ya en mis años eh aprendido que hay que preocuparse de lo que realmente vale la pena, asi que no rebelaré esto pero será mejor que no lo comentes, puede ser peligroso para tu amigo.
- Esta bien - contestó Molieb.
Asi el viejo sacerdote aplico una pomada extraña que tenía y cubrió la herida con hiervas y por fuera la gaza.
Un duia pasó antes que Selide recuperara la conciencia, entonces a la primera persona que vió fue a Molieb.
- ¿que pasó?.- preguntó Selide.
- No lo se, pensé que tu lo dirías, ¿que te pasó?- le contestó Molieb.
- Solo recuerdo que mi espalda dolía muchisimo y al sacarme la polera me recosté y nada. Aquí estoy.
- Bueno cuando entré la pieza estab llena de sangre, y tenias dos grandes heridas en tu espalda.
- Em pues...
- Dejame continuar, y al llegar aquí encontraron en tu espalda restos de huesos inexistente en una persona normal, ¿hay algo que me quieras decir?.
- Bueno si.- dijo suspirando, la verdad es que yo tenía alas...
Y le contó sobre su infancia y el momento en que le habian cortado las alas, y cuando se tubo que ir de su valle natal, mientras Molieb solo acentía
- ... entonces has de comprender que por eso soy como soy, no soy normal, no se si un monstruo pero si algo aberrante.- terminó Selide.
- ¡No digas eso!.- le dijo Molieb, muy fuerte.- tu eres distinto, si, pero no aberrante, tu naciste asi, fue un proceso natural, no deberías negarte a el, yo por otro lado, yo si soy alg extraño, pero no digo aberrante por que no me considero asi, ademas lo mio no fue natural, a mi me hicieron esto.
- ¿hacer que?.- preguntó Selide sorprendido, pero pensando, que solo lo decía para hacerlo sentir bien.
Entonces Molieb tomó un cuchillo que estaba sobre la mesa, y pasó levemente el filo de este por la yena de su dedo indice de la mano izquierda.
- mira - le dijo.
Al tiempo que un liquido grsaceo obscuro brotaba de su dedo, era de una consistencia y biscosidad le le asemejaba a la sangre.
- ¿crees que los labios grises, son normales?, mi pelo no era negro, era castaño, mis ojos cafes mi piel claro fue blanca pero nunca tanto, a mi me quitaron todos los colores.
- ¿que? ¿quitarte los colores? Eso es imposible.
- No, no es imposible, aunque asi suene, mira cada celula...
- ¿Celula?
- ... tiene pigmentos, como la melanina, lo que hicieron fue extraermelo para lograr el pelo y ojos negros que querían , ayunque no solo cambiaron esas cosas. Selide hay cosas horribles que hacen los de Lando, eh visto tranplante de ojos que no han resultado, lobotomias, o intentos de mejorara a la especie humana por injertos animales, Selide creeme, que muchas veces desié la muerte antes que tener que soportar todas aquellas cosas, vi a mis amigos morir de hambre o enfermos, quedar ciegos, las personas con las que compartía despues tenía que pelear por lo poco de alimento, ya pero eso no viene al caso, solo quiero que entiendas que no eres un aberrante.
- Si pero... ¿que es una celula?
- Valla se me olvidaba que en este continente las ciencias biologicas no estan tan adelantadas, mira la celula es la unidad basica de todo ser vivo, pero no vale la pena analizar mas adelante tu tambien sabras de eso.
- Esta bien- respondió Selide y siguió descansanbdo para volver al otro dia a clases.

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