Sunday, May 28, 2006

25,- conociento un poco a la fuente.


al rato llegó, tal como el sacerdote había llegado un joven al parecer un joven seminarista, con una tunica de color pardo, y de uno o dos años mas que el de Selide. Y les indicó que lo sigueran, cada uno llevó sus cosas y siguieron por el pasillo hasta una sala grande, la puerta siguiente los llevó afuera, a una gran patio rodeado por altos y blancos edificios. Habia diversas plantas en la plaza, la cual le era un poco desconocidas a todos a escepcion de un enorme Sauce, y una fuente en medio que hacia una obvia referencia a la religion, acompañdado de seres alados, de angeles..
el joven les hiso entrar a otro dedificio al otro lado de la plaza y subir por la escalera cinco pisos hasta llegar a unas pequeñas habitaciones, a cada unpo le correspondía una distinta, una al lado de la otra, y luego se retiró.
Arqueos y Selide por su lado se fueron a sus habitaciones donde acomodaron sus cosas.
Selide se recostó sobre la cama y se puso a pensar sobre su nueva situacion,
- ahora estas en uno de los lugares mas puros, una abadía de la fuente, para aprender sobre ella, aunque claro ¿como yo puedo ser digno de estar en una abadía? Yo que soy un monstruo, con alas, eso no es natural, yo que e herido a tantas personas, e matado, decidí el destino de un ser humano, me batí en duelo, y si no fuera por mi Deuria no estaría en la carcel, Bhor no se hubiera involucrado, todo es por mi culpa, cuando pensaba que era el mayor pecador del mundo, no me equivocaba, los pensamientos que tenía con Lithit o con Sulfra no eran saludables, por eso terminé mal por eso me echaron, no le fui fiel a ella a Argia...
se decía hasta que fue interumpido por unos golpes, se trataba de Arqueos.
- Selide disculpa, quería decirte que como ya arreglé las cosas ahora voy a ir a arreglar los desperfectos que tienen mis papeles de idenfificacion y voy a actualizarlos, para que no extrañes el que no me encuentres.
- Esta bien.- respondió Selide en un suspiro.
- Si pero... ¿que te sucede? Tu normalem,ente hablas con mas animo.
- Es que nose me siento mal de estar en un lugar asi, es tan puro y yo tan...
- Esta bien, entiendo – respondió Arqueos, miró hacia el techo meditó unos segundos, y siguió.- ¿por que vas ha hablar con un sacerdote?, eso serviría.
- ¿Hablar con un sacerdote? ¿Para que?- respondió asombrado y avergonzado ante la idea de rebelarse a uno, mas si este le dijera sus secretos al resto de quienes viven en la abadía.
- No es tan extraño, antaño las personas hablaban regularmente con los sacerdotes y en algunas de las religiones paganas antes de la existencia de la fuente se practicaba algo llamado confecion, actualmente los sacerdotes hacen un voto de secreto a las cosas que se le dicen pidiendo que sea bajo ese voto. Anda sin problemas yo e ido varias veces.- le dijo rapido, luego se despidió y se fue.
Era una idea muy extraña según Selide, pero pensó que sería lo mejor, si no se guasrdaba los secretos podría sobrellevar mejor las cosas.
Despues de pensar mucho rato se decidió ya que era el dia para hacerlo aprovechando que estaba solo, pero ¿donde encontrar a alguin de confianza?.
Asi fue que al bajar las escaleras le preguntó a un joven que pasaba donde podría encontrar a algun sacerdote.
- bueno la verdad es que soy nuevo por estos lugares, y por ejemplo nose donde se encuentra el centro teologico, pero podrías ir a las habitaciones o las oficinas, creo que estas ultimas quedan al costado de la puerta que da al patio por donde se llega. – le respondió.
Y asi fue que selide fue y se ganó afuera y esperó sentado, ya que no se atrevía a entrar a pedir hablar con alguie, y pasaban los minutos y prontó alcanzó la hora, y solo se limitaba a mirar la sombra que proyectaba el sauce, debido al sol y como esta crecia a medida que pasaba el tiempo.
- ¡per la fuente!- dijo un sacerdote al momento de tropesar con selide, llevaba una tunica de color azúl, y varios libros y papeles los cuales se cayeron
- disculpe, disculpe.- le respondió Selide sumamente abochornado mientras ayudaba a recoger los papeles, eran papiros y perganimos muy amarillentos y uno de los libros alcanzó a leer “principio de las Orbes”, y al parecer habia varios libros curiosos entre ellos. “accion y reaccion”, “las leyes con que la fuente rige el universo”.
- No hos preocupeis.- dijo el sacerdote con una sonrrisa - suele suceder.
- Es que no lo habia visto.
- Eso es mas singular ya que yo era el que no veía molta cosa con los libros.- respondió en modo de mofa.
- Si quiere puedo ayudarle con los libros.
- - eso me vendría de maravilla muchacho.- respondió, - haber acompañame.
Y asi lo hiso, llevando gran cantidad de sus libros de modo que ambos pudieran mirar donde caminaban.
- scuza por no recordar mis modales, mi chiaman Fadar, pero mis amichis pueden llamarme Viryil, que es el nombre que me pusieron mis padres., e tu ¿come ti llamas?
- A lo siento, me llamo Selide, Selide Jol.
- Encantado.-respondió al tiempo que notaba como leía los titulos de los libros.- ¿te gusta la casuslogia?
- A bene, non la conoces, es una ciencia, la que estudia las causas de las cosas, usando el principio de causa y consecuencia.
- ¿una ciencia?, pero no la ciencia es algo heretico...
- bene querido muchacho, io no creo eso, es mas, creo que la casuslogia es la ciencia que estudia las leyes con que la Fuente hiso al universo, asi como dijo el libro.- le respondió sin perder la sonrisa.
- Ha, ya veo.
- Pero supongo que no estabas ahí simplemente para que me tropezara, ¿necesitas algo?.
- Bueno yo.- dijo Selide un poco avergonzado.- quería pedirle si podía escucharme un poco, contar las cosas mis pecados.
- Valla,- respondió sorprendido.- hace molto tiempo que no, me pedía ello. Pero si, es un honor el hacerlo.
Al llegar a la oficina del sacerdote, Selide quedó maravillado, sobre el techo colgaban numerosas esferas que representaban a los planetas, y libro tras libro, una enorme pizarra, con una oracion de iluminacion, y siguientdo calculos matematicos, tras calculos matematicos.
El padre acomodo bien las cosas y le indicó que se sentaran en un sofá escarlata, que habia en medio de la sala, solo tubo que sacar un par de cloqueras del sofá. Y comenzó la secion, y duró varios minutos. Selide al principio solo quería hablar de las cosa que según habia hecho mal, pero terminó contando todo, le contó su vida, cuando habia nacido, cuando le cortaron las alaas, y la promesa que le habia hecho su abuelo al padre de Argia, lo sucedido ahí, y el hombre que habia matado. Todo se lo contó, aunque el sacerdote nunca lo reprendió como pensó, solo le escuchó muy atento, como si hasta le comprendiera, solo le hacia detenerse por breves lapsos de tiempo para que explicara mas en detalle akguna situcacion, pero por lo general no le interrumpía.
Al termino de esto le hablo un poco de la fuente y le decía que sus acciones eran comprensibles, que era normal pensar de esa forma, y cuando mato lo hiso por defensa, y muchas de las cosas no estaban a su alcanse, que esto la fuente lo comprendía y no debería sentirse tan mal, y de todos modos ahora quedaba el futuro que era lo importante.
- Selide.- le dijo en forma mas seria- ¿que opinas de la fuente, o como creés que te ve?
- Nose, yo realmente, tal vez creé que no soy digno, o a veces he pensado, ¿como se que mis oraciones no son en vano, y que algo me escucha? ¿ como tengo certeza de que la fuente existe?.
- Valla, no te sientas mal por esas preguntas son naturalez, y en quienes no se las hacen es que hay que preocuparse, pero esto te lo contestaré con un sencillo ejercicio.
- ¿Un ejercicio?- dijo Selide sorprendido.
- Si. Mira cierra los ojos.- le dijo al tiempo que este le hacia caso.- ahora cruza tus dedos y estira tu mano.
Selide, pasó el dedo corazón, de su mano derecha por sobre su dedo indice y extenció la mano, al tiempo que Viryil tanteaba en su bolsillo un corrar lleno de pelotitas de madera, el cual se utilizaba en ciertas ceremonias para contar la cantidad de actos o duracion de momentos durante esta. Y posó una de estas pelititas sobre los dos dedos de Selide de tal forma que ambos dedos tocaban a esta.
- ¿cuantas pelotas estas tocando?.- le preguntó sonriendo.
- Eso es facil, dos pelotitas.- respondió Selide confiado.
- abre los ojos.
Al hacerlo se llevó una gran sorpresa, ya que se dió cuenta que no eran dos la pelotas sino una.
- ¿pero como? Si sentí que eran dos.
- Lo se, esa es la idea, mira Selide, gli seres humanos tienen en general cinque sentidos, vision, oído, gusto, tacto y olfato. Per ¿que pasaría si non pudieras confiar en niente? ¿si te dieran informacion errada, y lo que oyes no es asi, y ves o sientes cosas que no esisten? ¿de que estarías seguro?.
- Bueno entonces, no sabría que decir.
- entonces podría ser todo perfectamente una imagen una ilusione, quisas non exista la vigilia solo un eterno sueño...
- una pesadilla – interrumpió Selide.
- Bene sea como sea non estarías seguro de nada ¿podría esistir io aquí siquiera?.
- Bueno nose, podrías ser un sueño.
- Esacto, siguiendo la misma logica, ¿tu esistes?.
- Pues nose, por que si estoy durmiendo..., entonces, y si soy el sueño de alguien... entonces, ay nose.
- Bene io creo que sabes. ¿que faces en este momento?.
- bueno nose, tratando de responder tu pregunta supongo, pensando.
- esacto, a eso quería llegar, tu estas pensando, sin importar que piensas algo esta pensando, eso que piensa eres tu, tu esistes.
- Entonces ahora estoy seguro que existo, si eso creo.
- Bueno c’è una ley que se aplica a todo y es toda causa tiene una consecuencia y viceversa, tu esistes asi que puedes ser la causalidad de algo, pero a la vez eres la consecuencia de una cosa y asi se puede formar la cadena, el problema es que debió existir una primera cosa, algo por lo que esistes. Y bueno esa causa es la fuente de todas las cosas, es la causa detodo, la primera causalidad.
- Ah entonces si estoy seguro que existo debo estar seguro que de algun lugar surgí y esa causa es la fuente.
- Si.- respondió sonriendo.
- Tu sei molto inteligente Selide, sabes ese es algumento que le dió el sabió Renö a el emperador Ducciolo Jol, el cual convirtió al imperio Schattenreich en la religion de la fuente
- Gracias.- Respondió Selide avergonzado.
- Preggo, ya ahora mejor es que dejes a este viejo sacerdote trabajar en sus caprices.
- Esta bien - respondió al tiempo que se paraba.- adios.
- Buona notte.
Asi fue que Selide se dirigió a su habitacion, y por primera vez en mucho tiempo con un gran peso de encima, era casi como cuando se paró de la cama de el hospital despues que le habian quitado las alas, pero sin el lado amargo de ese momento. La obscuridad del patió no lo amedrentó, ni tampoco la suave llovisna que caía la cual le agradaba mas que hacerle sentir mal, nunca habia visto una llovisna tan genial.
Al llegar a su pieza se sacudió la chaqueta la cual estaba levemente humedecida, se recostó en la cama, y mirando el techo estubo pensando largo rato sobre su futuro, se sentía bien y las cosas se veían bien por delante. Entonces se dió cuenta...
- ¿dijo Ducciolo Jol?, ¿será un antepasado mio?
Pero luego las ideas se dispersaron y el mundo empezó a ser menos claro para entrar en la primera etapa del sueño, hasta que algo lo despertó, al salir de la primera etapa de sueño y regresar a la vigilia, se sacudió involuntariamente, y en este tanto de perplejidad y un poco asustado, fue que Arqueos golpeó la puerta, al abrirle era para mostrarle su nuevo certificado.
Esta vez mas tranquilo lo contempló mejor, tenia un par de diferencias con el suyo por ser emitido desde Famekmo, pero por lo demas eran casi iguales.
El dibujo identificatorio, era muy realista aunque no utilisaba color, parecia una cuantografia, desde luego estas ultimas eran muy escasas, asi que solo se utilizaban en algunos paises con mas recursos.
- puede que las cosas se vuelvan interesantes.- dijo Arqueos a Selide.- pero mañana se veran esas cosas.
- Y mañana ¿que hay que hacer?
- Bueno mañana tenemos que ver los ramos que se inscriben con las matriculas, y claro comprar los materiales que vamos a necesitar.
- Si, estoy nervioso, ¿y si no lo hago bien?.
- Descuida, estoy seguro que te irá bien, y bueno para eso estan los cursos de extewncion, y no es por nada Selide, pero creo que los vas a necesitar.
- Esta bien – respondió – y no te preocipes, no me siento mal por eso, se que soy un ignorante en mucho de lo que son las cosas del mundo, y voy a tener que aprenderlas si o si, pero eso ya vendrá ahora a dormir.
- Si tienes razon, a dormir.
Asi Arqueos se fue a su habitacion a dormir.

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