13.- fin del duelo.


Natos manejaba su arma muy habilmente, y Selide se dió cuenta de inmediato de eso, era el motivo por el que Clores no lo había desafiado,, Selide solo puso la espada frente a el a la altura de la cabeza y pudo ressitir el primer golpe aunque tubo que dar un paso hacia atras por el equilibrio. Natos se dió vuelta por su derecha para atacar del lado contrario y Selide tambien pudo con el, y así comenzó una frenetica lucha enque Natos lanzaba su espada en direccion hacia Selide y este solo lo detenía con su cladopla, pero mas que eso no hacia mas que retroceder, claro si se agachaba levemente tenía mayor equilibrio y así lo hiso, y cuando la hoja de la espada enemiga paso cerca de sus dedos se dió cuenta que algo debía hacer.
- como dice el profesor, la mejor defensa es una buena ofensiva, así que si estoy retrocediendo perderé muy pronto, perder era eso lo que querías, y poder descansar, pero no puedo quiero vivir es una necesidad mas grande que cualquier problema.- pensaba Selide.
Luego se le ocurrió una idea, las veces que se habia enfuresido, por su trato hacia el, era los momentos en que era mas peligroso, pero no sabía que hacer para enojarse.
- ¿que quieres?, ¿por que no atacas? Solo te defiendes, pensé que sería mas entretenido matarte pero no haces demasiado facil las cosas no tienen gracia así.- le dijo Natos, pero era tambien algo que Selide estaba pensando.
Entonces Selide trató de mover un poco la cladopla, pero Natos era muy habil y las soportaba y un movimiento circular hacia afuera, cada vez que Selide atacaba lo dejaba con su centro desprotegido, en esto Selide se tropesó y mientras veía como Natos se le acercaba por arriba con la espada elevada para descargarla sobre el con toda la fuerza que tenía y que la gravedad podía otorgarle, ante los ojos de Selide en aquel momento con el cual esperaba el final pasó toda su vida, claro tales hechos son reales, recordó cuando creció en la casa, y de nuevo el momento del corte de las alas, cuando lo asaltaron y la humillacion ante las señoras del lugar que lo trataban de mala manera, cuando supo que no se casaría, y la noche en la ciudad, cuando Berlem se fue y en Deuria, entonces cada cosa que pasó por su mente lo hiso perder la razon, claro todo esto sucedió en menos de unos segunos por que en momentos de estres el ciclo circadiano se puede alterar, y el cerebro procesa tanta informacion que tiene que dejar de lado otras. Por eso selide en ese momento pestañó y vió todo como si sucediera mas lento pero en blanco y negro, la mano que tenía en el suelo la cerró y guardó en ella tierra y la lanzó a la cabeza de Natos.
Natos falló y la tierra había entrado en sus ojos, pero logró ver a Selide poniendose de pie que solo una vez había visto, mientras en el publico Deuria tambien se asustaba al recordar aquella mirada. Selide se lanzó con la espada firme hacía Natos, pero una pelea no solo es instinto tambien es cordinacion y razón, y esta ultima estaba fuera de el alcansé de Selide, por lo que Natos aprovechó este punto a favor, y con su espada punzó a Selide, pero le dió en el costado y solo pudo romper su ropa y producirle un pequeño corte en su costado izquierdo, pero por su proximidad al corazon, pudo gotear un poco de sangre, aunque la herida restañó pronto.
Selide dió un brinco hacia atras sin perder su posicion, y el corte le hiso volver en sí, al mirar su costado supo que había pasado, debía estar conciente de sus acciones para poder pelear, la proxima no tendría mas oportunidades.
- esos ojos, ya los había visto, y no se como lo hiciste pero la proxima moriras sin poder apelar.- le dijo Natos un poco asustado pero recobrando su confianza.
Selide se paseó en torno al circulo que se habia formado por los espectadores, y se lanzó rapidamente como la vez anterior, Natos hiso la misma maniobra, pero sin tocarlo ya que Selide se detubo antes, así que batió su arma para dejar desprotegido a Natos y con lo que le quedaba libre que era el pie golpeó a Natos a nivel de la cara.
Cayó al suelo y Selide frente a el tenía la oportunidad de acabarlo, pero no era de caballeros, una expresion de asombro se escapó de varios quienees estaban observando.
- Vamos Selide no importa lo que te hallan dicho, tu lograste matar a un hombre, eres fuerte, demuestra que este curso no fue en vano.- se dijo mientras apretaba mas fiorme su cladopla, esta vez hubo golpes de espada por ambos lados, Selide le estaba demostrando a todos que si era capaz solo que tenía una gran limitante, el mismo.
En eso las dos armas chocaron y con el impacto ambos retrocedieron unos pasos, Selide intentó golpear nuevemente mas confiado, al chocar sus armas rebotaron muevamente y Natos aprovechó dicha oportunidad y clavó su arma en su pierna derecha, Selide entonces del dolor soltó su cladopla, y con las dos manos agarró el mango del arma que le habian enterrado donde se encontraban las manos de Natos y lucho para sacarla, al sacar el arma su pierna estaba inutilisable, pero agarró el arma de Natos tan firmemente que para arrebatarsela tubo que agarrar parte del filo, ignorando la hoja que penetraba en sus manos, por que no las sentía solo sentía un intenso calor que lo adormecía, luego de arrebatarle el arma la dió vuelta y la dejó estatica frente a su cuello.
- me... me rindo. – dijo Natos.
El duelo había así que dejó caer el arma, 1, 2, se escuchó y se dió vuelta, 3,4 Natos se agachó rapidamente, agarró el arma y antes que se acabara el tiempo arremetió contra el cuello de Selide, pero el golpe nunca se ejecuto, los gritos de alegría cambiaron al quinto segundo a las de horror, Selide miró sobre el hombro por que la pierna heridqa no le permitía girar nuevamente, vió el filo de su propia cladopla que había perforado desde atras el pecho de Natos que soltaba su arma en el acto, Natos cayó y vió quien era, se trataba de Deuria, ella le había salbado la vida, entonces se desmayó.
Se despertó dos dias despues en una cama justa del tamaño de Selide, la pieza se veía muy limpia y había un extraño olor a quimicos y a alcohol isopropilico.
Al mirar a su lado estaba Argia que se había quedado media dormida, hasta que de pronto reaccionó y la abrazó efusivamente, a Selide le dolía muchisimo el costado pero por sentir aquel abrazo un rato mas no dijo que le dolía.
- que sucedió.- preguntó Selide en cuanto se separaron.
- bueno que derrotaste a Natos y mira tu escritorio.- le respondió, ante lo cual giró la cabeza y vió su cladopla sobre el escritorio.
- ¿pero que pasó al final? Con Natos, con Deuria.- incistió.
- Bueno Deuria te salvó la vida, pero pagó bastante por ello, ya que todavía no se marcaba el quinto segundo así que fue como si ubiera interrumpido el final del duelo, y está siendo jusgada...
- Pero, no puede me defendió.- le respondió Selide muy alterado. – no importa que halla hecho era una buena persona, aunque participara de la sociedad de Sargón.
- No Selide estas mal entendiendo las cosas, Deuria nunca perteneció a la sociedad de Sargón, si así ubiera sido no te ubiera ayudado.
- Pero entonces ¿quien fue que le avisó a Natos y Clores que los irían a buscar.?.- preguntó Selide llenandose de interrogantes.
- Bueno la verdad es que tienes razón Natos y Clores confesaron y dieron un nombre mas, pero no es Deuria.
- Si no es Deuria ¿quien es?.
- Selide tu sabes esa respuesta ¿a quien le contaste parte de los planes?.
- Bueno solo se los conté a...¿Oxia?. pero no puede ser. Le dijo Selide bastante asustado y sorprendido a la vez.- no entiendo nada, pero ¿como atraparon a Natos y Clores? Por que pensé que estaban protegidos por la ley del duelo.
- Y no te equivocas, lo que pasa es que Natos estaba demasiado herido y lo trajeron aquí y ahí se acabó el tiempo de proteccion, y Clores lo acompañó, al parecer la sociedad de Sargón de dió la espalda por haber perdido el duelo.- le respondió Argia, Selide quedó mas tranquilo y aquella noche le dieron permiso para ser llevados desde el hospital central hasta la casa de Pleistide.
Selide luego de poder levantarse, lo unico que pedía era poder hablar con Deuria, para entender las ultimas cosas, así fue que Plesitide usó sus inluencias para poder conseguir una audiencia con Deuria, así que fueron al sitio de reclusion, el cual se encontraba a varios minutos en coche del centro, al llegar, no era un edificio muy grande pero al entrar le mostraron lo contrarió ya qye contenia cientos de habitaciones en camaras subterraneas, las cuales solo eran para mantener a los procesados antes de ser jusgados, Pleistide tubo que dejar a Selide en la recepcion por que solo había conseguido la audiencia para el, luego de avansar por algunos pasillos lo dejaron frente a una celda, y los guardias que acompañaban a Selide volvieron hasta una puerta y quedaron del otro lado.
- ¿Deuria?.- preguntó al no ver mas que sombras del otro lado.
- ¿ eres tu?¿Si? ¿Selide?.- se escuchó la voz de Deuria que saliá de las sombras del fondo.- ¿si eres tu?
- Deuria ¿que pasó?. Preguntó Selide al verla.
- ¿yo? Bien gracias por preguntar, es que no te han enseñado nodales, primero saluda tonto, ay me alegro tanto de que te encuentres bien.
- Oh si de veras, perdón.- le dijo Selide un poco avergonsado,- pero es que me siento mal por dudar de tí, y quiero entender muchas cosas.
- Si te entiendo,- le dijo Deuria.- pregunta lo que quieras, quiero saber cuales eran tus dudas.
- Deuria, yo pensaba que tu pertenecias a la sociedad de Sargón, ¿por que todos dicen que eres diferente conmigo que con los demas?.
- Selide mira, es verdad yo contigo me comporto distinto, no sy la buena persona que crees que soy, soy mucho mas antipatica con poca paciencia e impulsiva, pero a tí te estimo mucho, nunca con alguien sentí el deber que siento contigo, y sin importar como me halla comportado tu me perdonaste, eres el mejor por no decir el unico amigo que tengo, tal vez tu piensas que eres mas discriminado por los otros pero tienes buenos amigos a tu alrededor. Solo que me parece gracioso eso de que pertenecía a la sociedad de Sargón siendo Oxia tal persona.
- Si, pero eascuché que el primer dia de las matriculas, ya conocias a Natos y Clores y que peleaste con ellos, y por alguna razón te respetaban.
- Bueno me respetaban por dos cosas una es aquel dia de las matriculas, pero aquel dia peleamos por que los reconocí, mira despues de quel día en que ... bueno tu sabes que te pasó, yo me encerré en la casa pesando en las acciones, nunca me había sentido tan mal por algo, mi hermana que nunca había podido salir se empezó a enfermar mas aún al verme así y tambien al saber l que habiamos hecho, te diré que ella no podía salir mucho de casa pero siempre escuchaba de ti, de el niño con alas, lo encontraba amgico pensaba que eras como un angel y quería un dia salir y conocerte, bueno como mi madre ya te dijo, ella empeoró y necesitamos venir a Ciudad central para tratarla, pero en el viaje sucedió algo, nos asaltaron, eran dos jovenes, yo obviamente no iba a dejar que lastimaran a mi hermana y los enfrenté, la verdad es que conté con suerte, y nadie sufrió daños, pero las voces de aquellas personas se grabaron en mi mente hasta aquel día de las matriculas.
- Ahora entiendo el por que te tenáin tanto respeto, por que te defendiste y por eso la pelea, pero ¿por que las noches salias? Tu madre me lo contó la primera vez que nos conocimos, ¿que hacias? Yo pemsé que eras tu quien robaba en las noches.
- La verdad es que estaba trabajando para poder costear un poco el hospital de mi hermana, tu debes saber que aún no la operan y es muy costosa dicha operacion, y el unico tiempo que tenía disponible era en la noche, Oxia confesó que era la ccleptom que robaba en las noches, creeme Selide que si tubo especial atencion contigo es por que traman algo Selide yo te estim demasiado por eso quiero que te cuides, ganaste el duelo claro, pero la sociedad de Sargón nunca olvida y me llama la atencion que solo te hallan retado a un duelo si podían acabarte...
- Pero los guardianes custodiaban la casa...- respondió Selide un poco asustado por lo que había escuchado recien.
- Selide no seas tan ingenuo la sociedad de sargón no llegó tan lejos si solo se dedicara a tener Cleptoms, tiene negociaciones en diversos lugares de todos los estratos sociales y parte de lo que son los guardianes tambien estan de su lado, el dinero mueve el mundo, aunque no significa que los guardianes sean totalmente corruptos, son solo algunas personas, recuerda que es una institucion humana.
Luego de los consejos conversaron de cosas triviales en eso los guardias interrumpieron por que el tiempo para conversar se había acabado, así que a traves de la reja se despidieron sabiendo que no sabía hasta cando no la volvería a ver.
- no te preocupes, no me enojaré nunca contigo, y el que desconfiaras de mi era algo natural, despues de todo lo que te hice. – le gritó desde la reja.
Al llegar Selide a casa de Pleistide tenía un calido recivimiento por parte de Argia y los empleados, le entregaron un par de sobres de cartas de felicitacion de casi todos los miembros de su curso, Argia se le acercó y le abrazó muy fuerte Selide no entendía pero se sentía muy bien en el momento.
- las cosas de ahora en adelante Selide serán distintas, despues del duelo en el curso te van a respetar despues de todo las clases comienzan en dos dias mas, muchas cosas cambiaran este segundo semestre.
- Si lo se.- respondió Selide pensando que la mayoría de las personas que conocía ya no estarian, no estaría Deuria, Berlem y hasta Natos y Clores, habrían nuevas personas.