Sunday, February 05, 2006

11.- remus.


- evacúen los ultimos vagones.- se escuchó de los vagones de adelante seguido por un sonido de silvato, era el encargado de revisar los boletos del tren, entonces desde los ultimos vagones empezó a aparecer gente y a avansar agachados mientras ruidos sordos invadian el vagón, y distinto tip de objetos contundentes entraban por las ventanas, Selide, Berlem y Helis, estaban avansando, cuando Selide se acordó de sus pertenencias, Berlem le dijo que no importaba yt que si era necesario el le repondría las cosas pero que no se arriesgara en regresar, su vida era mas impotante que un monton de cosas. Pero Selide se acordó que no llevaba solo ropa y dinero, sino que llevaba el fosil de caracol qua había encontrado anteriormente, ya que tenía pensado preguntar por el en remus por que debía haber una mayor cantidad de arqueolgos, así que sin pensar mucho en las consecuencias, empezó a correr para ir a buscar sus cosas, tras el Berlem y Helis intentaron darle alcanze pero las clases de ese trimestre habían hecho efecto y no le pudieron dar alcanse hasta que llegó al vagon donde estaban viajando al principio y cogiía su bolso. En eso unas voces y risas se escucharon un vagon atras, y en los vagones adelante se escuchó un cierre fuerte de las puertas, en cuandto las voces entraron en el vagón donde estaban los tres, Berlem y Helis se distrajeron para observar quienes eran. Habían entrado tres sujetos pero se escuchaban mas atras, estaban los tres vestidos de una manera similar, sus ropas se veían viejas y muy gastadasazuladas, sus botas de cuero eran mas rojisas y un paño les cubría la cara que dejaba al descubierto solo sus ojos, y un mechón de pelo. Selide por otro lado había saltado hacía atras sin hacer contacto visual y se había escondido tras un asiento sujetando su bolso con ambas manos.
Uno de los sujetos se les acercó rapidamente a Berlem y Helis con una especie de pequeña cimitarra, el segundo que tambien tenía una en las manos, se quedó tras el observando los asientos, y el tercero se quedó en la puerta con un arco tensado y una flecha dispuesta a ser lanzada sobre el hombro de sus compañeros, y una pequeña dotacion de mas flechas en su carcaj de la espalda. Luego entre ellos se hablaron en leguas desconocidas para Helis y Selide, el que estaba enfrente los miró y dijo:
- este tren ha sido tomado, todas sus pertenencias seran sacdas a la fuerza si es necesario.
- Es alengua la conozco es “esparlanto” una lengua de un pueblo de oriente, por eso sus vestimentas, en verdad no es tan lejos, deben ser forajidos, - le dijo Berlem a Helis en voz baja, el cual no conocía bien oriente así que era algo desconocido para el.
- Dejen de hablar en secretos o aquí mismo morirán, no me es nada nuevo y lo haría sin remordimiento. - Le dijo el forajido en respuesta al comentario de Berlem.
Entonces Selide reaccionó ya que se encontraba sumido en pensamientos de miedo y recuerdos dolorosos, pestañó bien y logró ver las botas de cuero del forajido del medio.
- vamos Selide. – se decía así mismo en sus pensamientos.- tus amigos tienen problemas, tu ya conoces lo que es estar a punto de morir, y tu familia fue quien te ayudo, bueno los amigos son la familia que tu eliges, ahora ellos te necesitan, pero no lo haces por que tienes miedo.
- Pero es que morir es peligroso, no quiero morir, aún hay cosas que quiero conocer, quiero sentirme acogido y comodo, cuando este hueco que siento en mi interior, cuando ya no extrañe mis alas y pueda disfrutar la vida plenamente si, pero ahora no quiero, tengo miedo de no vivir nunca esas cosas.
- Así que quieres vivir, sabes lo que necesitas para vivir.
- No lo se
- Arriesgarte como pretendes vivir las cosas buenas si no te arriesgas
- Tengo razón hay que arriesgarse, pero entre mas lo pienso , se que es mas peligroso, entonces la clave es no pensar solo...
Y Selide se paró rapidamente sin alcansar a formular el pensamiento en palabras solo acuando, su bolso lo puso al hombro y con el empujó al forajido, el cual perdió el equilibrió, trató de agarrarse con una mano del borde de la ventana, pero los trozos de vidrio roto le destrosaron las manos, y cayó por la ventana.
El forajido de atras sorprendidos disparó con su arco, dando en el bolso de Selide, y el forajido que estaba adelante se dió media vuelta y lo miró a los ojos, y con sus dos manos sujetó la cimitarra, pero dicho golpe no alcanzó a ser ejecutado ya que Helis había tomado uno de los sacos con especies que había en uno de los asientos y lo golpeó por la espalda, el cual cayó, así los tres corrieron mientras el tercer forajido corría tras ellos a la vez que sacaba habilmente una flecha de su carcaj, al final del vagon estaba una puerta abierta así que la cerraron a sus espaldas, escuchando como un par de flechas quedaban ensartadas en ella, mientras crusaban al otro vagón, Helis agarró habilmente la union de los vaones que estaban unidos por dos ganchos, así que con fuerzá retiró uno de los fierros que estaba mas gastado, y luego le dió un par de golpes con los pies, con lo que la union se rompió y se separaron los trenes, enotnces casí se caen por la fuerza de aceleracion.
- ¿que fué eso?.- preguntó Selide,- estamos andando mas rapido.
- claro es logico, todo se guia por la ecuacion, de la fuerza es igual a la masa por la aceleracion, si la fuerza se mantiene, y la masa disminuye, para mantener la ecuacion la aceleracion aumenta.- le respondió Berlem.
- Haaaaaaa, pero... ¿que es ecuacion?- preguntó Selide.
Berlem no supo que responder.
- eso te pasa por hacerte el sabelotodo .- le dijo Helis.
Entonces una flecha voló por sus cabezas, por que la puerta habia sido abierta, ellos entraron en el siguiente vagón y al siguiente empesaron a pedir que abrieran, que ya habían quedado atras, pero no les abrieron.
Los tres se quedaron sentados sin decir mucho, Selide se había a puesto a pensar poco en lo sucedido, quería solo dormir pero no podía, hasta que una hora y media mas tarde estaban en la estacion, antes de llegar el silvato del tren tocó tres veces corto, luego tres largos y tres cortos nuevamente, que era el SOS de clave morse así al llegar un operativo con arcos y flechas estaban esperando., los hicieron bajarse con las manos en alto. Al revisar se dieron cuenta del los vagones faltantes, Selide Berlem y Helis fueron interrogados pero negaron tener algo que ver con la perdida de los vagones, era mas logico que los forajidos lo ubieran hecho así que se ahorraron muchosd problemas judiciales, al parecer solo tenían el problema de como sacr el vagón de la linea ferrea ya que iba a inpedir el paso de nuevos trenes, tambien supieron que los habian detenido con arcos y flechas por que la polvora era muy escasa en “remus” en esos momentos.
Luego Berlem los llevó a unas cabañas especiales, según les contó era un beneficio de la sociedad arqueologica.
- y ¿por que te llamaron? Osea te llamaron a remus por algo, ¿por que?.-le preguntó Helis, mientras Selide solo escuchaba.
- les mostraré.- les dijo y salieron a caminar. – hay una rama de la ciencia que cree que el hombre se formo a partir de un proceso de evolucion.
- Si algo había escuchado. – dijo Helis.- pero dichas teorias son muy arriesgadas.
- No entiendo eso, ya se que soy bastante ignorante en esas cosas, pero en mi valle no se veían muchas cosas, pero ¿que es eso de evolucion? O tanto que hablas de ciencia, como si entendieras cosas pero las dices con palabras sumamente extrañas.
- Lo que pasa Selide. – le contestó Berlem. – es que lo que estudio es la arquologia así que debo saber muchas cosas de ciencias, pero no es obligacion que tu debas saber de esas cosas, si te interesa algún día sabras mas de ellas.
Selide aunque quedo igual, se sintió mas tranquilo y asintió como si ubiera entendido.
- siguiendo – prosiguió Berlem. – según algunos destacados dicen que el ser humano surgío al norte de aquí, en el valle “riffia”, esto lo deducimos por la cantidad de pueblos que se asentaron a su alrededor y su antigüedad, el problema es que dichos hallasgos dan mas credibilidad a la ciencia, y la religion está perdiendo puntos en la gente, aunque dicha dsiputa se mantiene casi mas fuerte que nunca. En esta región por otro lado acavan de encontrar algo sumamente extraño algo que da vuelta la situacion, y que no podemos clasificar.
- entonces ¿que es eso?. - Preguntó Selide.
Berlem no respondió solo los llevó a las afueras, hasta llegar a un campamento y en medio una enorme carpa del tamaño de una cancha de calchis. Al asomarse apareció un grupo de personas que lo fueron a saludar, Berlem les prwesentó a sus amigos y les dijo que quería mostrarles el hallasgo, y que eran de confianza, así entraron a la carpa.
- lo que encontraron y que es unico, es el “Hommo gigans”.
- Hom... ¿que?. - Dijo Helis, - nunca me e manejado del todo en lenguas antiguas y menos en lenguas clasicas.
- el “Hommo gigans” es lo que normalmnte se me denominaría gigante. – dijo indicando el suelo donde se encontraba un gran agujero en donde se podía ver un enorme esqueleto semienterrado.
Un sonido se les escapó a los dos.
- es la primera evidencia sobre la veracidad de las creencias de la religion, puede que nunca se compruebe la existencia de la fuente, pero si las otras creencias. Dijo Berlem que tambien estaba emocionado por el esqueleto.
Y así pasaron los dias conociendo distintas cosas de Remus, aunque no habian muchas cosas en el pueblo, de comida nunca faltaba, a los cientificos que estaban en el lugar investigando quisieron ayudar a la comunidad, y tom,aron los suministros de carbon, así que los hornos de fundicion del pueblo dejaron de funcionar, salitre, que tenían los agricultotes y azufre que tenían guardados para hacer polvora en la proporcion exacta, luego de armar aun grupo con armas de fuego fueron a enfrentar al grupo de forajidos, así terminaron con los tres meses de acoso en las redes ferroviarias, fueron arrestados 13 forajidos, 8 resultaron muertos, a los dias sitaron a a Selide Berlem y Helis a declarar del todo, por que habian confesado los forajidos que uno de los suyos habia muerto al caer de un vagón, así que tubieron que contar toda la verdad, la pena por mentir a los poderes judiciales, era la carcel, pero como Berlem pertenecía a la sociedad arqueologica, solo tubieron que pagar una multa que la misma sociedad, la cual era bastante alta, ya que el esconder una muerte era una agravante. Todo fué pagado pero Selide no se encontraba del todo bien una idea que jamas pensó tener en su cabeza tenía “había matado a un hombre”, nunca se había sentido tan culpable de algo, tan vil tan repuganante y monstruoso, tal vez aquel señor tenía razon, era un ser que provenia de la sombra, y sus vecinos tenian toda la razón al apedrearlo, Berlem y Helis lo conocían los suficiente como para saber lo que sucedía.
- Selide no fue tu culpa.- le dijo Berlem.
- si, tu nos salvaste, si no es por tí no sabemos que ubiera sucedido.- le dijo Helis.
Aquella noche tubieron una larga conversacion, cada uno desnudó su alma y contaron todos los misterios que podrían quedar entre ellos, Berlem le preguntó a Selide que por que se había afectado tanto con la historia que habian escuchado del chico con alas, y le pregunto si lo conocía, y Selide le contó toda la verdad y les mostró las cicatrices que tenía en su espalda, sus amigos sorprendidos le dijeron que era genial y que entendían muchas cosas pero que tubiera cuidado todas las cosas que son extraña en este mundo estan en peligro, aquella noche era la ultima de 3 semanas en el pueblo y fué cuando Berlem les tubo que decir la ultima verdad, el se debía quedar, lo habían llamdo para que se quedara a ver el gigante, pero quiso invitarlos para pasar un ultimo viaje con sus amigos, se abrasaron profundamente y supieron que solo Helis y Selide regresarían a Ciudad central.
Restos de rtefactos de tamaño desdcomunal se encontraron cerca de gigante, ese mismo dia se despidieron.
- pero por que no terminas el curso y luego te vienes.- le preguntó Selide con lagrimas en los ojos.
- Por que yo ya me demoré terminando el primer trimestre, y lo siento chicos pero este es me vocacion, debo seguirla.
- Esta bien - dijo Helis.
- Solo que ahora vioene la parte fome, el viaje y es bastante largo.- le dijo Selide.
- ¿parte fome? No sabes que la mejor parte de un viaje es viajar, conociste tierras, andubiste en tren, conociste ciudades, escuchaste una historia, y aunque no fue bueno estubimos en la toma de un tren y escapamos de la muerte, no cualquier persona puede contar eso.- le dijo Helis
Selide no dijo nada mas por que sabía que tenía razón, al llegar a la estacion, la cual era bastante vieja, a Selide le llamó mucho la atencion un fardier, que era un carro a vapor montado en tres ruedas, estaba abandonado en la estacion, ese fue el recuerdo que quiso mantener de Remus, y partieron, al principio lento pero de a poco se alejaron, el viaje fue mas lento por que estaba en subida, pero vieron las mismas cosas que en el principio, aunque con una gracia distinta, ya que las cosas siempre son distintas la misma experiencia hace que uno aprecie las cosas de formas distintas en momentos distintos, a los dos dias llegaron a la estacion de trenes de Ciudad Central, donde la familia de Helis, Pleistide y Argia lo esperaban, ahora le quedaban una semana y media de vacaciones entonces regresaría a la rutina del curso.

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