Monday, February 06, 2006

12.- El duelo.


al llegar a la casa de Pleistide, Selide les contónvarias de las cosas que conocío, pero no quiso contar lo sucedido en el tren y lo del “Hommo gigans”, por lo demas lo felicitaron por que los viajes ilustraban, luego subió a su cuarto y al abrir las malestas lo primero que encontró fue su fosil, todo lo que pasó en el ten habia sido en vano, por que se le olvidó presentarselo a algún arqueologo, pero no alcanzó a relajarse cuanto irrumpió Argia sumamante contenta. Selide le preguntó que pasaba, y Argia le contó lño sucedido:
- cuando tu te fuiste Selide al par de dias, vino Hidrien a buscarte parece que quería salir contigo o algo ya que no tenía nada que hacer, así que yo lo atendí, y le tube que decir que no estabas que habías salido con Berlem y Helis, así que el puso una cara de desilucion y se estaba retirando, cuando le dije si me podía acompañar al centro, que como tu no estabas yo tambien estaba bastante aburrida, le costó aceptar pero le dije que lo hiciera por los tiempos cuando eramos amigos, así que al ir saqué mis ahorros y lo invité a comer helado, pero me costó convenserlo or que según era muy caro...
- ¿helado?. ¿que es eso?. – le preguntó Selide intrigado.
- A bueno, es un postre, que está hecho de nieve, lo traen de muy lejos y le ponen sabor, es muy rico algún dia te llevaré tambien a tí a comer helado, pero siguiendo con lo anterior. Despues del helado le sigue que fueramos al parque recreacional, que quedaba cerca y ahí caminamos y nos contamos tantas cosas Selide, creeme quedamos informados de lo pasado todos estos años, claro aunque aún no le cuento del por que estas aquí, eso lo sabrá despues, por el momento conversamos en la plaza, y cada vez volviamos a sentir esa confianza que teníamos de peggueño, fue tan magico como si el tiempo no ubiera pasado y de pronto recordamos nuestro ultimo tiempo, dejando de lado el abrupto final, y despues de una gran silencio nos besamos, si Selide nos besamos fue tan hermoso ya había olvidado como se sentía uno, y desde entonces nos hemos juntado casi todos los dias a un lugar distinto, fuimos a la cantera, a la antigua plaza valdar y muchos lugares mas.
- O que felicidad por tí Argia me alegró que las cosas esten resultando.- decía Selide mostrando gran alegría para esconder su tristeza, ya que en el momento que le dejo que se habían besado fue como si aquella sensacion de que algo faltaba en su pecho se hacía mas notorio y habia hasta hecho un esfuerzo en no mover las manos hasta su pecho en señal de desgarro, luego pensaba en la envidia que le producía Hidrien, imaginandose los labios de Argia besandolo.
Luego de eso se despidieron y se acostaron en sus respectivas piezas, al otro día sentía que debía estar con alguin que lo entendiera, ero a Argia ni a Hidrien podía contarle tales cosas, Berlem ya no estaba y quería dejar a Helis descansar de el, de Oxia no sabía mucho ni si quiera donde vivía, y la unica persona que quedaba era Deuria, así que lo pensó bastante tiempo, pero su necesidad era mas grande que su enojo, así que pidió permiso para ir al centro y fue a la casa de Deuria. Al llegar lo antendió Antergin, la cual le atendió con un té de hierbas y galletas.
- lo siento corazón pero deuria no está ahora, no se donde anda pero la dejo, ha sufrido bastante y ahora que mi otra hija está mejor, podemos descansar.
- ¿otra hija?. – preguntó Selide sorprendido ya que era algo que no sabía.
- Es natural que no supieras, ella te estima mucho y como sabe lo sencible que eres no te quiso contar sus problemas, pero la verdad es que tengo otra hija se llama “Hasslia”, y es menor tiene 13 años y tiene una deficiencia aortica en su corazón, y había quedado en cama por eso, bueno ella no puede levantarse de la cama pero si está tranquila no sucede nada, dicen que hay uina cura para ello pero es una opercaion experimental y cuesta mas de 3 millones de valores.
Selide quedó sorprendido ya que los valores era el sistema de transacion internacional y equivalia cada valor unos 583 manthis, que era la moneda oficial de ciudad central.
Así Antergin lo hiso entrar a la pieza y le presentó a su hija, y le cont´que era Selide.
Hassia sonrió y recordó quien era, le pidió perdon ella tambien por la familia, pero la verdad era que ella no ubiera podido haber estado presente en la revuelta por que era muy pequeña y estaba en cama.
Así Selide les deseó lo mejor y empezó a entener unas cosas que tenían que ver con la familia de ella cuando vivían en el valle, y pensaba en que por eso Deuria debe estar haciando lo que hace, por salvar a su hermana. Pero ahora solo estaba peor que antes así que regresó a la escuela de defensa y pidió la direccion de Oxia, normalemnte es politica no rebelar direcciones, pero la secretaria conocia a Selide de vista y le dió confianza, tomó otro coche y se dió cuenta que vivía a unas 3 calles de Deuria. Al golpear un señor alto y fornido le abrió, Selide preguntó por Oxia y la llamaron sin decirle en ningún momento que entrara.
- ¿Selide? Llegaste, haber, salgamos a mi padrastro no le gusta que lleguen extraños a la casa.
Y así salieron y caminaron en direccion al centro sin querer llegar a le por lo lejos sino por caminar, en ese trayecto así Selide le contó el viaje, despues de un rato se abrió y contó todo lo que lo aflogía sobre Berlem, y Argia, y hasta lo que supo de Deuria, a lo cual prestó bastante interes, y luego paera terminar y sentirse aliviado le contó lo de aquella noche, sobre que Natos y Clores pertenecian a la sociedad de Sargón.
- Selide estas seguro de lo que dices.- le preguntó con una voz penetrante.
- De eso estoy cian poc ciento seguro, y hasta me amenasaron de muerte si lo contaba. Le respondió Selide.
Aquella noche pudo dormir mejor pero se dió cuenta de muchas cosas, de que se había vuelto un mentiroso, por que había tenido que encubrirse el, encubrir a Argia, y a sus amigos, estaba jugando con fuego, era una amenaza para sus amigos y un par de veces se había descocntrolado y para terminar había matado a un hombre.
Pero se despeertó tranquilo con una idea suficientemente importante. Fue a una comisaría de los guardianes y denunció, a Natos y Clores por pertenecer a la sociedad de Sargón, ya que pensaba que ya no le importaba mucho como terminaran las cosas ya que el mismo se sentía un asesino, aquella misma tarde se consiguieron la orden judicial por testimonio de los mismos vecinos y allanaron sus casas, el material descucbierto era de decena de robos a casas y de carros de transporte de los pueblos vecinos, pero ellos no se encontraban, tampoco un par de objetos entre ellos la cladopla de Selide, al parecer habían sido avisados por alguien con anterioridad. La investigacion de ese día hasta ahí quedó al llegar a la casa le contó a Plestide lo sucedido, el cual pidió guardia policial, por lo que habia Hecho Selide se encontraban en peligro. Pero una vagabundo apareció en la puerta llevando un sobre, los guardianes lo registraon le habian pagado un par de monedas para que entregara la carta en esa casa, la carta era dirigida para el Señor Selide Jol:
“De mi consideracion debido a los sucesos ocurridos en este ultimo tiempo y debido al compromiso obtenido oralmente la cuarta semana del mes de pradial del año en curso le quiero citar en la plaza centrica de Ciudad Central bajo la invitacion de “duelo”, en dicho lugar se le otrogará de arma para la disputaa realisarse mañana a las 4 de la tarde, y bajo la proteccion de la ley de duelo, recordando el articulo 5 de la ley 19.287 de duelo, sobre la inpunidad de los actos en torno a un duelo y el derecho de cada duelista de tener apoyo familar y/o de otro tipo solo de caracter de observador con igual condiciones de impunidad.
Saluda atentamente a usted,
Natos Postro, cleptom de la socedad de Sargón.”
A leer todos quedaron impactados, los guardias tampoco podían hacer nada, supuestamente ante tal carta existe el derecho a aceptarla o rechasarla, pero rechasarla significaba una humillacion publica, y la perdida del honor, y auqnue los duelos ya no eran utilisados y contadas eran las ocasiones de tales cosas desde hace mas de 100 años, la ley protegía a los duelistas, por lo tanto podían solo resguardar que el duelo se ejecutara en condiciones justas, por muy vieja y casi obsoleta que fuera la ley, la ley es la ley y hay que cumplirla.
Selide aceptó aunque Plesitide no quería no podía obligarlo a quedarse. Al despertar lo trataron como rey le dieron el mejor desayuno que podía desear Selide se daba cuenta que podía resultar muerto en el duelo, y por lo debil que era y las condiciones, nadie tenía esperanzas en que ganara, Pleistide se encerró a llorar por que se daba cuenta que su hija no se casaría con el nieto de su gran amigo, y no sabría que decirle cuando le preguntaran por el, pero respetaba la decicion de Selide ya que era una opcion muy valiente, Argia por otro lado no sabía como mirar a Selide no quería mirarlo mucho por que sentía que se iba al que ya quería como hermano, todos en la casa estaban con un ambiente funebre. Según la ley no podía llevqar escudos ni proteccion de algún tipo pero Pleistide le prestó las ropas mas gruesas y frescas que `pudo encontrar, reforzados con cuero por dentro, y para nada suelta para no enrredarse en los movimientos, al llegar la hora partieron en carro mietras Selide se miraba así mismo pensando en sus acciones, ya que el tambien pensaba en que iba a morir, lo merecía por ser un asesino y aunque fuera morirí con honor por que lo haría por recuperar su cladopla, el honor de su familia, al llegar a la plaza, era como una tarde normal y faltaban 15 minutos, pero había llegado gran cantidad de gente conocida, Oxia, Deuria, Helis, Hidiren de los mas conocidos tambien estaban compañeros como Nitrien y Arqueos, y hasta el mismo profesor Helion.
Cuando llegaron todos lo miraron con aires de respeto y miedo y se apartaron para darle espacio, Deuria se veía dolida al igual que helis, en realidad todos lo estaban, pero nadie hablaba, todos querían y no querían al mismo tiempo precenciar tal escena. Cuando las campanas de la torre de la iglesia sonaron 4 veces, llegó Natos, vestido tambien on un traje de cuero, y tras el venía Clores con un cinturon lleno de armas.
- Buenas tardes Selide, veo que te dignaste en aparecer, sinceramente creía que no aparecerías y bueno agradece que solo será un duelo y no habrá represarias para tu seres queridos..- le dijo Natos.
- Buenas tardes . – le respondió Selide.- y pu... bueno vine.
- Estas nervioso, se nota y deberias estarlo, por que hoy será tu fin, no me equivoco pero te quiero informar que según las reglas del duelo, este termina cuando uno es declarado inutil de proseguir la pelea,ante lo cual se deben esperar 5 segundos pero puede terminar en muerte, que es lo que quiero, tambien deben saber que en el momento de finalisar el duelo, los duelistas y los invitados tienen inpunidad por media hora por los cargos anteriores, durante esa media hora cualquier cargo por el cual se persiga a nosotros no tendrá orden de arresto, y las acciones hechas durante el duelo tienen inpunidad., ¿Te ha quedaod claro?. - Preguntó Natos.
- Si. – dijo temblorosamente Selide que no se atrevía a hablasr por miedo a que la voz no le saliera.
- Y utes oficial, ¿ha entendido?.- le preguntó al oficial, el cual solo lo miró sin asentir ni mostrar otra expresion.
- Bueno Selide como armas e traído tu cladopla, la que podrás usar al ser tuya supuestamente tienes mayor manejo.- le dijo a Selide entre riendose por recordar la absurda maniobra de Selide al momento de quitarle la cladopla.- y yo usaré una espada corta parecida a una cladopla.- le dijo Clores mientras se sacaba el cinturon y de ella una vaina donde se encontraba la cladopla, Selide dió unos pasos y retiró la cladopla, luego regresó al mismo punto donde se encontraba parado, y empezó a observar con minucioso cuidado los detalles de la cladopla, y se puso a pensar todas las historias que debe tener detras, y en que era mas liviana que como la recordaba.
- Bueno ya se a atrasado esto 15 minutos y espero estes listo para lo que viene.- le dijo Natos , mientras se acomodaba buscando una pocision para comenzar el ataque,
- Es... estoy listo.- le dijo Selide sin saber como ubicarse ya que no habia ni siquiera practicado para dicah ocasion, solo matubo la vista al frente tomó la espada con la mano derecha con las rodillas ligeramente dobladas.
- Ya- se escuchó la voz del oficial que tendría la funcion de arbitro.
Entonces Natos se acercó rapidamente.

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