Friday, May 18, 2007

63.- la desicion.

en un segundo lo comprendió todo, tal vez por ello le habian enviado a el a aquel lugar, esa no solo era una misión de preservar los interesases de la Socviedad de sargón, y los intereses de Borga, sino que estaba peleando `por presrvar la vida de la mujer por la que de gran medida luchaba en aprender mas y ser digno de ella, no podía creer que alguin siquiera osara en ponerle un dedo encima a Carbionette, con lo dulce y bella que era.

Selide entonces se abalanzó sobre el otro sujeto.

- ¿quien?, ¿que eres tu?- gritó un poco asustado el sujeto a Selide al verlo entrar por la ventana y acabar hiriendo tan rapidamente a su compañero.

- Soy tu nemesis por los pecados que cometes- respondió Selide.

Y en un un arranque de enojo golpeó furiosamente con su cladopla, la Tensis del sujeto, esto era un error en si, ya que tal vez en un area libre selide hubiera perdido al luchar sin una estrategia, el espacio reducido limitaba los movimientos de la Tensis, lo que le daba cierta ventaja.

La tormenta de golpes producía una serie de chispas que alumbraban un poco la habitación. Pero los soinidos eran tan estridentes que pronto en la residencia comenzaron los movimientos,

Entonces uno de los golpes de Selide fue tan fuerte que el sujeto perdió de las manos su Tensis.

- me rindo Sombra- gritó el sujeto.

Selide lo agarró ciontra el suelo y apuntando con la Cladopla dijo:

- no soy ninguna sombra puede que la sombra esté en ti..

- no- respondió asustado pero con determinación el sujeto- mi misión es de la Fuente, mi alma descansará en paz.

- Esto no es lo que quietre la Fuente, es lo que quieren los hombres, no le eches la cuklpa de tus desiciones, cuando matar a alguin inocente es de buenos, tu alma se enfriará eternamente en las sombras donde no existe bondad alguna de la Fuente.

Mientras decía eso, sentía algo en su interior una mexla de ira, con soledad, y un pocio de gozo de la situación, sentía en su palpuitar una boimba de tiempo que inyectaba dolorosamente energias a sus brazos y su espalda, la cual comenzaba a cosquillear, y Selide dentro de lo que hablaba le vino a la mente una idea que lo alegro dwe cierta forma “ si lo matas tendras tus alas”

Empuñó con fuerza la cladopla y...

- eres tu Selide, a quien envió la Fuente para protegerme- dijo con un poco de duda Carbionette.

- Si soy yo, no sabia que eras tu, pero pronto seré digno, solo acabaré con el.

Carbionette estaba aterrada, y miró el reflejo de la luna sobra la tensis, la hacia ver del mismo color plateado de la luna, en ese momento supo que el sujeto estaba desarmado.

- no lo hagas Selide ya estoy bien, el esdtá desarmado.- añadió rapidamente Carbionette.

- No me pidas eso, simplemente un movimiento y estará todo bien- dijo lentamente.

Selide se dió cuenta que lo que dijo carbionette era verdad, no era nobñle matar a alguin que no estubiera armado, sin importar la procedencia de esta persona, ¿en que momento matar se habia hecho tan facil como para ser simplemente el resultado de un movimiento? Pero tras esa duda sintió en su cuerpo y en su espiritu que otra idea era una certesa, sabia sin entender el como que si ejecutaba aquel acto de su espalda saldrían nuevamente unas alas.

- si terminio esta tarea no tendrás de que temer, y porfin seré digno.

- ¿Digno de que? – pregunto Carbionette, que poco a poco tomaba mas seguridad en su hablar, sentía una cariño especial en selide, y le estaba muy agradecida, qyue que era la segunda vez que le salvaba la vida, pero temia por su espiritu.- tu eres una gran persona, yo te estimo mucho, por favor no lo hagas.

El sujeto cerró los ojos, y unas lagrimas corrían por sus mejillas, estaba confundido, al escuchar cosas como que es noble de la persona que unos segundos antes habia intentado matar, pero sobre todo tenia miedo por que se habia percatado de la mirada de selide, estaba decidido a acabar con el, y resaba por no sentir mucho dolor en aquel segundo fatal.

- si termino esté tendré lo que me quitaron, lo que es mio por derecho, recuperaré mis alas.

Carbionette no entendí de que hablaba.

- ¿alas? ¿Para que quieres alas?

- Para borrar este agujero, para senirme mejor simplemente, para ser mejor.

- Si obtienes de esa forma las alas, no eres mejor persona, si esa es la forma de recuperar las alas de las que hablas, tal vez esas no sean las alas correctas, o tal vez es mejor no tener alas algunas.

- ¿Pero? Eso sería sacrificar mis sueños, no puedo hacer eso, debio acabar con esto.

Entonces la puerta se abrió, la verdad esta conversación se sstubo en muy poco tiempo, abajo recien estaban reaccionando, se trataba de Fleur con una lampara de parafina.

- ¿que pasa aqui?- dijo en voz alta pero temblorosa, antes de reconocer la situación.- ¿Selide?.

- ¿qure haces tu aqui? - Se sorprendió Selide – vienes a acabar con ella verdad, eres un traidor.

- Veía aver que estubiera todo bien- respondió anonadado.

Sentía escalofrio y cierto miedo, la coincidencia era mucha.

- esto es obra de la Fuente- dijo en voz alta.

- ¿que? ¿piensas que la Fuente quiere que Carbionette muera?.

- No digas esas tonteras, es la Fuente la que quiso que viniera, debo hablar contigo.

- Lo siento estoy ocupado, tal vez cuando tenga alas, podrá ser.

Y diciendo esto selide volvióa a apretar la cladopla que habia soltado levemente.

- la Fuente me dijo que te alejes del demonio caracol- respondiío rapidamente al comprender casi `por don divino que la acción que estaba presencuiando era crucial para que se cunmpliera el sueño que habia tenido.

- Si efectuas aquellos, como lo verá la Fuente, Selide el mal está alrededor tuyo, tu eres una buena persona, por favor no lo hagas.

- La Fuente, aqui, la Fuente aca, me doy cuenta que todo es culpa de ella, ¿justicia? Eso e esperado todo este tiempo, y recuperar mis alas y ser felíz, ahora me dicen que debo abandonar aquello, que es malo, entonces que es bueno quedarme aqui sufriendo.

- Tu has mencionado la Fuente tambien- añadió Carbionette.- eres inteligente, se que eres mas inteligente que yo, pero hasta yo me doy cuenta de que te estas contradiciendo en algunas cosas, Selide no sabia que conocias a Fleur quien ha estado aqui todo este tiempo, pero tienes mas amigos, y todos ellos te quieres, Molieb, Arequeos estan preocupados por ti, te andan nbuscando, quieren saber como estas, yo me procupé mucho cuando supe que estabas desaparecido, me sentí mal, yo tube la culpa de todo, fui muy fria y lo siento, pero quiero que sigas siendo la misma linda persona, quiero que sonrias, que me trates de esa forma tan especial y nose me hables de esa forma que tienes tan particular de ver las cosas.

Una lagrima corrió por la mejilla de Selide.

- lo siento, lo siento- dijo.

Entonces se paró rapidamente, miró al sujeto en el suelo temblando de miedo, miró a Crbionette y a Flur a los ojos, y escuchó los pasos en el pasillo que se acercaban.

- hasta luego- dijo. Y se lanzó por la ventana.

Al caer rodó para disminuir el impacto, las luces de la residencia en general se estaban prendiendo, a su lado estaba el fosil que recogió y guardó en su bolsillo al tiempo que miraba en torno suyo y se dió cuenta que el cleptom que habia dejado no estaba, solo el cuerpo inconsiente con la tensis, y los dos cuerpos sin vida de los guardianes reales.

Y corrió de vuelta hasta el cerco, donde aún se encontraban las cuerdas pensando en lo hecho. Tras la muralla solo Otdio le estaba esperando.

- pensé que no voleverías- respondió Otdio a selide al verlo aparecer, y juntos corrieron hasta el lugar que tenian de residencia. En la mitrad del camino estaba el cleptom herido ayudado con el cleptom que habia salido de su posición, el cuel se asustó al ver a selide por que sabia que habia hecho mal al abandonar el puesto, pero no recibió reprimenda alguna.

- Selide estaba repasando mentalmente toda la acción, lñe dolía del alma haber desperdiciado la oportunidad de recxuperar sus alas, sentía un profundo vacíao como si el recuperar las alas fuera algo imposible.

- Y aún teniendolas no podría hacer mucho con ellas- se trataba de reconfortar.

La casa estaba vacía, el tratar de emrgenia las heridas del cleptom fue la prioridad, esta vez no habian poerdido a ninguno de los suyos, y abandonaron la casa antes del amanecer para no estar ahí el dia siguiente cuando coemsaran las investigaciones de lo acontecido aqella noche.

La identificación de los sujetos fue rapida, miembros de un grupo fundamentalista de la iglesia, uno estaba herido gravemente, el otro inconciente, el tercero muerto de miedo, el cuerto habia sido apresado y era quien habiahecho de señuelo. Fleur y Carbionette encubrieron la aparición de Selide y hablaron de un sujeto desconocido que habia entrado, y se reportaron la baja de dos miembros de la guardia real, un par heridos, en medio de el extenbso jardín, y cuatro “Canis militaris” muertos, y uno aturdido, fueron las perdidas.

Al llegar a la sede central, le contó Selide todo lo sucedido a Sargón, no hablando claro de las palabras de carbionette y Fleur y la conclusión que habia hecho sobre sus alas, sentía en cierta forma que traicionaba a sargón al dejar de lado el sueño de las alas por. Por otro lado este se veía amable pero un tanto preocupado.

- y por que no le has matado entonces?- preguntó para aclarar las cosas.

- Un caballero no debe atacar a alguin desarmado, sin importar lo que esto signifique, lo siento, pero unas vocecitas en la cabeza me dijeron que no debía hacerlo.

- Comprendo- asintió Sargón antes de irse.

Y caminando se fue pasando su mano por su pequeña barba, en actitud reflexiva. Caminó hasta su despacho, se sentó, sacó un papel sumamente elegante y una pluma y tinta para personas especiales, escribió una carta rapidamente, y la selló con cera. Tocó una campana de plata que tenia sobre su escritorio, y acto seguido entró la secretaria.

- quiero que la presente carta le llegue de inmediato al señor Loxen.

La secretaria lo miró con aires preocupados, por que sabía que pocas cosas podían turbar a su jefe.

- ¿las cosas no resultaron?- preguntó intrigada.

Loxen dijo que funcionaría, sabía que el que conociera a carbionette sería un problema, si ubiera actuado sin pensar mucho, en este momento Selide tendría alas, y se estaría llevando a cabo el tratamiento, supongo que hay algo que se nos escapa- entonces sargón se integró nuevamente a sus pensamientos

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