Monday, May 14, 2007

62.- la princesa de Borga.



cuando los los cleptoms encragadaos de seguir a los amigos de Selide y ebitar que hablaran con su exprofesor, aparecieron al otro dia y fueron llevados por los guardianes, la Sociedad de sargón se desligó de ellos, y el grupo economico Nargos negó toda responsabilidad, y fue mas, lucho para que fueran llevado lejos e inculpados por la muerte de los sacertotes que habian muerto por Selide unas noches atras.
Por una parte sargón supo como desligarse de unas cosas pero estaba preocupado por otras, preocupado de que se contactaran con Selide antes de que este adquiriera las alas.
Pero no eran las unicas noticias, ya que se presentaban nuevosa problemas.
L Sociedad de Sargón tenia gran influencia en Ciudad, Central, Famekno y pueblos aledaños, pero los ojos estaban puestos en Borga, por ello era que estabaa al tanto de toda accion hecha por tal reino, y sobre todo, toda accion de sus soberanos.
Y por mucha que fuera la vigilancia Sargón manejaba la información de que la princesa de Borga estaba en Famekno desde el principio.
Asi que grandfe fue su sorpreas cuando se supo que la información habia sido robada.
- las cosas se ven oscuras- dijo en voz altra revisando los papeles- mientras se encerraba solo en su oficina.
- Si no es una cosa es otra, asi no puedo trabajar, por que si...
Entonces a sargón se le veino una gran idea.
Y llamó a Selide. Este estaba en sus clases habituales asi que en la tarde en un rato de tranquilidad fue a hablar con tranquilidad en el despacho de Sargón.
- valla Selide me han dicho que has mejorado- felicitó prmero Sargón.
- Si eso creo, aunque con la espada me falta aún por aprender.
- Al contrario, eres bueno con la espada, dudo que logres vencerme, pero, ¿no el maestro debe ser mejor que el alumno?
- Si tiene razón- respondió resignado pero con respeto.
- La verdad es que por eso te queria encargar una misión de suma importancia para la Sociedad de sargón
Los ojos de Selide se iluminaron.
- como ya has de saber- prosiguió Sargón- la sociedad de sargón tiene los ojos puestos en expandirse, y para ello es necesario que ciertas cosas se mantenaga, mira la verdad es que en el reino de Borga, por que supongo que conoces el reino de Borga...-
Selide recordó su viaje a Remus cuando habia parado en la estación sin bajarse del tren, asi que asintió con la cabeza.
- bueno el reino de Borga tiene una princesa, la menor del rey Plusuro, se encuentra estudiando en Famekno, en completo anonimato, o por lo menos eso era hasta hace poco, por que hemos sabido que la abadía que tambien manejaba esta información la dejó escapar y lo mas probable es que circula dicha información en ciertos circulos sociales que no nos conviene.
- ¿por que?- preguntó ingenuamente selide.
- Borga apoya mucho la ciencia, y hay grupos extremo religiosos que detestan esto como ya sabes, y creemos que si robaron tal información, planean algo contra la princesa.
Selide meditó un momento.
- ¿y que quieres que haga?- preguntó.
- Esa es una respuesta interesante- siguió Sargón- la verdad es que necesito un grupo que resguarde la vida de la pruincesa, se supone que en la abadía van a poner a un grupo de vigilancia, pero tu ya sabes lo inutiles que son, , ademas son miembros de la misma iglesia, y quiero que tu estes a cargo de la misión de protección de la princesa, debes ebitar que alguien se acerque a hacerle daño, la idea es no llamar la atención, simplemente preserbar la seguridad.
Selide se convenció en poco rato, por que sentía como de a poco le iban teniendo confianza, tal confianza de poner el futuro de la Sociedad de sargón en sus manos le hizo sentir bien,, como cuando habia regresado a la abadia con el medicamento en el tiempo de la epidemia. Y por ello fue que aceptó.
La Sociedad de sargón tenia compradada una gran casa al noreste de la ciudad a menos de un kilometro de la puerta principal de la casa donde la princesa estaba resguardada, con un grupo de Cleptoms especialisado en espionaje.
Y asi pasaron los dias, por las noches ocupaban a un cleptom wencargado de la vigilancia Otdio se llamaba, este era un chico sumamente callado por el cual Selide sentia cierta simpatía, no se le veía nunca de dia, solo de noche, por que estaba encargado de vigilar de noche con un prismatico, se decía que padecía una extraña enfermedad en que la cantidad de bastones (fotorreceptores en los ojos) era mayor que la de los conos de dia solo veía en blanco y negro por esa extraña enfermedad confundida algunas veces con el daltonismo, pero de noche veía mejor que cualquiera.
- ¿que has visto esta noche?- solia preguntar Selide.
- Un par de animales peleando el el cerco, una alma en pena y un psyfago- solia responder.
Selide le ponia mucha atención por que era la primera vez que oía a alguien hablar de psyfagos fuera de la abadía, aunque esOtdia nunca ahondaba mucho en el tema, decía que estaba perdido, y que en entornos urbanos nunca eran peligrosos, pero no daba mas datos de ellos..
Hasta que un dia, cuando ya habia pasado una semana, todos despertaron el la casa, debido a que Otdio habia visto a tres indibiduos fuera de los muros de la residencia, estos se alejaron de las puertas para entrar por una parte mas oscura alejada de casas aledañas.
Selide, Otdio y un par de clpetoms partieron en busca de los indibiduos.
`para poder pasar el muro llevaban consigo, algunos ganchos y unas sogas, y algunos inplementos mas.
Corrieron alejandose de las luces por donde Otdio veía mejor y decia que se habian ido los sujetos. Hasta llegar a un punto en que el unico que los podia guiar era Otdio. Hasta llegar a un punto alejado en eque en el muro aún se encontraban los ganchos y las sogas puestas.
- hasta aqui nomas los dejo dijo Otdio-
- ¿tienes miedo de entrar?- preguntó Selide un poco enojado.
- Bien sabes que con luz no veo bien, y ahí dentro debe estar mas iluminado, ademas es bueno que alguien quede fuera para cualquier situación.
Selide comprendió y lo dejaron. Titaron el gancho hasta quedar firme y la escalaron con ayuda de unos nudos que la soga tenía.
Al llegar arriba del muro notaron que a sus pies se encontraban numerosas plantas espinosas, pero en un pequeño sector una tabla habia aplastado las plantas, sabia que por aquel lugar debçía saltar.
Y en el momento que saltaron Selide logró escuahar sonidos de campanas que provenian de lejos, un distractor debía ser que habia llamado la atención de todos los guardias al otro lado del terreno el cual era bastante grande.
Al caer se encontraban en un pequeño jardín, y corrieron atravesando plantas no muy altas, mas bien arbustos, que con la luz de la luna mas de una vez tomaba la imagen de una persona, por lo que Selide y los dos Cleptoms iban con sumo cuidado.
Hasta que al poco andar algunos ruidos empesarona escuchar entre los arbustos.
- deben ser bestias de protección, lo mas probable que se traten de fieras de combate.- afirmó uno de los cleptoms.
Selide solo habia leído de ellos, tambien llamados “Canis militaris”, se trataba de un canido sumamente particular, ya que no ladraba ni aúllaba, pero producia leves sonidos que para un oido poco entrenado podria parecer el choacar del viento con hojas, con lo cual se comunicaban para rodear a la presa.
Los tres se reunieron, y sacaron sus espadas, dos espadas cortas y una cladopla, con ello se dfeenderían.
Entonces de las ramas salieron 5 de aquellas fieras, que bajo la luna solo se veian de un color gris, y una mirada penetrante muy distinta, al perro domestico, que selide habia visto en un par de ocasiones.
Al primer movimiento tres de los perros habian muerto por las espadas, pero los otros dos saltaron sobre los oponentes mientras tenian las armas bajas.
Selide reaccionó rapidamente con su pie derecho, patenado la cabeza del animal en su costado, dando en efecto querido.
El animal calló turdido, en un grito ahogado, mientras el otro perro habia mordido a uno de los cleptoms.
Los dientes de las fieras de batalla tenian los dientes levemente curbados hacia atras y sumamente afilados, asi que entre mas jalaba del brazo, la herida mas se abria y mas sangre brotaba, el olor de la sangre despertaba en el animal un instinto asesino aún mayor, y como el cleptom habia caído, utilizaba sus patas para rasjuñarlo, y sus garras podían producir mas daño que su pariente familiar.
Selide con su cladopla arremetió contra la espalda del animal, partiendolo.
Pero açún muerto, la mandubula del animal se encontraba trabada en el cleptom.
Selide miró al cleptom que quedaba sano y le hizo una señal para que siguieran, mientras que el heridose bendaba con un par de trapos que llevaba, los esperaria para poder arrancar, pero en aquel momento no sería mas que un estorbo en velocidad.
Asi fue que Selide y el cleptom que quedaba corrieron a traves de los osciuros jardines, pasando a traves de piletas de marmol.
Cuando ya se encontraban a una distancia prudente de la casa, encontraron a un par de guardias reales aturdidos en el suelo.
Con eso supieron que estaban tras la pista correcta.
- la princesa debe vivir cueste lo que cueste- dijo Selide, y avansaron con mas cuiudado, escondiendose tras la sombra de diversas plantas, por que pronto distinguieron la residencia.
Fuera se encontraban un par de guardias reales, pero ni rastros de los indibiduos infiltrados. Asi que esperaron unos momentos.
Poco esperaron por que con un juego de campanas dieron una señal de clave morse de que habian encontrado a los sujetos. Y tras ello los guardias corrieron hacia la entrada, solo dos de ellos quedaron custoriando.
Y cuando los guradias quwe habian partido hacia la entrada se habian perdido de vista, se escuchó un leve sonido de ramas, el sonido del viento, y ambos guardias cayeron muertos. Habian sido atravesados por un par de flechas certeras en el corazón.
Selide y el cleptom miraban impotentes, como aparecían los tres sujetos entre unas plantas cercana a ellos. En su espalda sacaron rapidamente una mochila, un par de ganchos y cuerdas, llegaron hasta la fachada de la residencia, y la lanzaron hasta quedar enganchada en un balcón.
Dos de los sujetos subieron dejando sus bolsos n el suelo, pero en su cinturón se veían claramente un par de Tensis.
Mientras que el sujeto que se encontraba en el suelo vigilaba con su ballesta en mano.
Selide revisó su propio bolso, y en el fondo tanteó algo que parecía una piedra, esto le pareció extraño ya que no recordaba el por que llevaba una piedra. Al sacarlo se trataba de un fosil, el fosil de caracl que habia encontrado tanto tiempo atras con su amigo Berlem.
- tonteras, para algo que sirva siquiera- dijo.
Y lanzó la piedra unos metros para que quien vigilaba prestara atención en otra dirección.
Asi mientras el sjeto se dió vuelta Selide salió corriendo de los arbustos, dicho ruido fue disfrasado por que en aquel momento se escuchatron ruidos desde la pieza donde habian entrado.
Asi que el sujeto cuando se dió cuenta al darse vuelta no alcanzó a apuntar y lanzó errada la flecha, Selide entonces sacó la cladopla y para pegarle en el cuello.
Cuando el suejto calló al piso,m selide se dió cuenta que no habia desenvainado la cladopla, asi que solo estaba inconciente, iba a desembainarla para terminar el trabajo, pero escuchó nuevos ruidos de la habitación, asi que se dió vuelta y corrió hasta donde aún colgaba la cuerda.
Estaba con numerosos nudos para facilitar la subida, asi que Selide decidió subír dejando al claptom abajo vigilando.
Al subir Selide vió la habitación y en el fondo, tres siluetas, yna sujetaba a la otra y la tercera apuntaba con una tensis a la que estaba sujeta, Selide abrió las cortinas, y con eso entró la luz de la luna.
Las miradas de las tres siluetas miraron a Selide, y este corrió rapidamente donde la silueta que apuntaba con la tensis, derribandoló..
Aq uel momento de inestabilidad, ocupó la silueta que estaba siendo sujetada para safarse de la mano que le cubría la boca, mordfiendola, y gritar, la silueta se trataba de la princesa.
La silueta derribada sin soltar la Tensis se protegió de un golpe que Selide lanzó con su Cladopla, y en el momento del reboté, la trató de maniobrar, pero la Tensis chocó contra la cama, ya que era un arma demasiado larga para una pelea en un lugar cerrado, Selide lanzó un golpe de costado hiriendolo.
Luego se dió vuelta donde el sujeto trataba de callar a la princesa forcejeando con ella.
Y en ese momento, la luz de la luna incidia de pleno en la cara de la princesa permitiendola ver, y por primera vez Selide se dió cuenta de que no era una cara que le resultara del todo extraña, el ya habia visto esa cara, por primera vez se dió cuenta que el ya conocía a la hija menor del rey Plusuro, a la princesa Carbionette.

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